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Trabajamos para cambiar la historia, EPN

Ahora en su calidad de presidente electo, a Enrique Peña Nieto lo tienen más que cuidado. En las múltiples reuniones que ha sostenido en las últimas semanas con diversos organismos y grupos de intelectuales, legisladores y demás, no se le permitido ni siquiera cruzar palabra con la prensa.

Cuestión muy diferente a los tiempos de campaña, cuando el ex gobernador del Estado de México se ocupó en cuerpo y alma a ensalzar su imagen, y quedar bien no sólo con la prensa sino con la gente misma; a la que saludó incansablemente y dio el tiempo para tomarse la foto del recuerdo.

Pero ese tiempo quedó atrás; y la labor del mexiquense y su equipo ahora es el trabajo político, en privado.

La estrategia, del equipo de transición -todos de primer nivel en términos de experiencia y colmillo-- es trabajar con el suficiente tacto político para allanarle el camino al próximo presidente de México.

La siguiente gran meta de corto plazo es que la ceremonia de toma de protesta este 1 de diciembre se realice en la Cámara de Diputados, en sesión de congreso general, como lo dispone la ley en su primera opción.

La meta de largo plazo es que durante su gestión, el presidente Enrique Peña Nieto goce de la legitimidad que no tuvo su antecesor; para ello, debe contar con la aprobación de los diversos sectores del país, los organismos y grupos más representativos del país.

Y ahí la llevan Luis Videgaray, Miguel Osorio Chon, Jorge Carlos Ramírez Marín, Ernesto de Lucas Hopkins, Miguel Pompa Corella, Ildefonso Guajardo Villarreal, Alfonso Navarrete Prida, Sebastián Lerdo de Tejada Covarrubias, Felipe Solís Acero, entre otros, cuyo alentador lema es “Trabajamos para cambiar la historia”.

Con perredistas como Dolores Padierna para qué quiere enemigos el PRD

En una escueta entrevista que dio a regañadientes la secretaria general del PRD, Dolores Padierna a un medio de comunicación este domingo, dejó entredicho lo que tanto ha pregonado el presidente del Partido, Jesús Zambrano, de que el partido del sol azteca ha dejado de ser una oposición contumaz y ahora es un partido propositivo.

Ya que la dirigente de la corriente IDN y también senadora de la República, se dio el lujo de tirar de un porrazo la estrategia de medios del sonorense, al reconocer abiertamente y con una naturalidad que parece cinismo, que la labor del PRD en la Cámara alta ha sido “frenar” la reforma laboral.

 No la negociación, el acuerdo y menos aún el despliegue de propuestas de parte del partido amarillo; no, nada de eso; su labor en este proceso legislativo de análisis, enriquecimiento y virtual aprobación de la reforma laboral no fue otro que el frenarla. Así lo dijo y quién la pueda desmentir.

Beltrones y su intento por reivindicar al Grupo parlamentario del PRI

El coordinador de la bancada mayor en la Cámara de Diputados, Manlio Fabio Beltrones continúa en su intento por reivindicar la labor de los diputados priistas, que siguen siendo el blanco de los ataques, por aquello de la imagen que se han creado de ser el único grupo que se opone a la transparencia y la democracia sindical.

Por lo que ha tenido que ser más claro y esta vez ha dicho que “no hay nada más antidemocrático que limitar a un solo método la elección de los dirigentes sindicales”.

Esto, como la ironía del caso, pues por buscar la democracia, con los cambios que hizo el senado a la minuta, se llega al extremo de la injerencia del estado en la vida de los organismos públicos.

El negrito del arroz en esta reforma es el artículo 388 bis que agregó la senadora Alejandra Barrales, que pone a subasta los contratos colectivos y generará en la práctica inestabilidad laboral, a decir del experto en leyes, Manlio Fabio Beltrones, con más de un década en el oficio legislativo.

Gabinete propuesto

En el ambiente político se escucha que el ahora presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Jesús Murillo Karam, podría dejar el cargo luego del 1 de diciembre, para ocupar la titularidad de la Secretaría de Gobernación.

Aunque también se pronostica para el hidalguense, que encabece una secretaría de reciente creación, paralela a la de Gobernación, que haga las funciones de inteligencia, tan mermadas en la casa de Bucareli.

En el entendido de que la SG no se daría abasto para fortalecer esa función por excelencia del Gobierno, y sobre todo, de un gobierno priista.