En los últimos días de su sexenio, el Presidente Calderón dio un mensaje de agradecimiento a los mexicanos.
Muy estimadas mexicanas.
Muy estimados mexicanos.
Me dirijo a ustedes por última vez, como Presidente de la República, y lo hago fundamentalmente para darles las gracias.
Gracias, porque hace seis años me dieron un voto de confianza, que me acompañó durante todo este tiempo.
Gracias por su esfuerzo de cada día y por sacar, entre todos, adelante al país.
Mi corazón está y estará siempre con cada una y con cada uno de ustedes.
Gracias a las mujeres trabajadoras en el campo, en la ciudad. A las profesionistas, a las mamás, a las amas de casa.
A todos los trabajadores que, gracias a ustedes, logramos que hoy México esté de pie, a pesar de haber vivido una de las crisis económicas internacionales más graves de la historia.
México es hoy distinto y es mejor, entre otras cosas, porque juntos logramos la cobertura universal de salud en éste que fue el sexenio de la salud.
Gracias a todos los soldados, los marinos, los policías, los Ministerios Públicos valientes por defender a las familias mexicanas. Gracias, porque cuando la Patria los necesitó, ustedes dieron un paso adelante para defenderla.
A los servidores públicos, a todos aquellos que han trabajado incansablemente por México, muchas gracias. Con su esfuerzo, hoy somos un país más fuerte y que puede mirar al futuro con mayor confianza y optimismo.
Desde luego, a Margarita, mi esposa, y a mis hijos, muchas gracias por su cariño, por su paciencia, por todo su apoyo.
Gracias a todas y a todos los mexicanos por su comprensión, ante las muy difíciles decisiones que tuvimos que tomar para hacer frente a tantos y tan complejos desafíos.
Más allá de mis capacidades y limitaciones, les aseguro que he puesto toda mi voluntad y mi entendimiento para construir el bien común de los mexicanos.
Me voy con la conciencia de haber actuado en cumplimiento de mi deber y responsabilidad al servicio de México. He trabajado para dejar una Patria más fuerte, con un mejor sistema de justicia. Más sano y con una economía sólida.
Deseo al Gobierno que está por iniciar el mayor de los éxitos, porque quiero que le vaya bien a México.
Servir a la Patria es el más grande honor que puede tener un mexicano. Servirla como Presidente es el más grande, también.
Pero servir a México en momentos de dificultad, como los que nos ha tocado vivir, sin duda alguna, es un honor mucho mayor.
Hoy termina esta tarea, pero no mi compromiso.
Como ciudadano seguiré sirviendo a la Patria apasionadamente hasta el final de mis días, agradecido por siempre del privilegio que me ha dado la vida de ser mexicano.
Muchas gracias y hasta pronto México.