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Reforma, quitar a Elba Esther

GUAYMAS, Son.- El país tiene nuevo mando y no pocos opinan que la expresión debe usarse sin “nuevo”, pues piensan en el relajamiento habido en 12 años donde faltó una mano dura para dar rumbo al país.

Sintetizo: Enrique Peña Nieto deja buena impresión en poco tiempo, lo cual se atribuye a programas y reformas anunciadas, y a la gente con la cual trabajará en ello.

Opiniones generales al margen, el punto es la Reforma Educativa, a cargo de un duro del priísmo de siempre, el mexiquense Emilio Chuayffet, quien no cae en el juego de confirmar lo que ya se sabe, que irá contra Elba Esther Gordillo cual ocurrió en el salinismo con el mentor de la controversial chiapaneca, Carlos Jongitud Barrios.

Ese manejo confirma la existencia de un plan de gobierno definido, que arreglará la educación, pero no es tanto eso lo que penetra en el ánimo general, sino “el tiro cantado” del Presidente y sus hombres, contra la dueña, presidenta o lo que sea, del Sindicato de Trabajadores de la Educación, hacedor y deshacedor de cuanto ocurra en la educación, un área donde –lo digo con pesar—México se fue al fondo y permanece en el tobogán.

Elba Esther debe pensar en su fin, pero no puede quedarse con los brazos cruzados. No lo permite el arte de la guerra, pues dejaría en el aire a tanto seguidor que le ayuda a tener sometidos a tres millones de trabajadores de la educación. Los que ganan bien pues, los que reparten el pastel laboral y de privilegios ganados en el campo de batalla política, no educativa.

Ese será el trabajo difícil de Chuayfett, pero en opinión general, lo hará, y se le aplaudirá, pues el país no puede seguir evadiendo su responsabilidad en la formación de sus ciudadanos, incumplida hoy, porque la educación, simple y sencillamente, es propiedad del SNTE y esa organización demostró su egoísmo y falta de patriotismo.

Todos por la desaladora

Todos la anuncian, pero lo importante es que la planta para desalar o desalinizar agua –de mar o de pozos cercanos al mar—parece ser un hecho a partir de 2013, o si se impone la burocracia, en 2014. No importa, está en rangos.

Ayer leí la lista de prioridades de Guillermo Padrés Elías y allí está, para producir más de 300 litros por segundo con inversión mínima de 200 millones de pesos. Estaría en San Carlos, por aquello del agua limpia y porque equilibraría el esfuerzo de transportación.

Recordemos, el acueducto que nos abastece hoy nace 130 kilómetros al sur, en el Yaqui, pero ya no sirve. Terminó su vida útil y siempre fue un problema el manganeso, metal que daña la salud, pero también la infraestructura hidrosanitaria, así que en las alternativas, la desalinizadora es la más obvia en este suelo, como lo fue el acueducto Independencia para Hermosillo, a cuyos habitantes envidio, pues podrán crecer y prosperar más sin ese freno que es la carencia de agua.

Lo que no termino de entender es por qué insistir en el “home port” para cruceros en Puerto Peñasco, pues Guaymas tiene la infraestructura necesaria para ser “la casa” de este tipo de naves y se ahorrarían 500 millones de pesos, aplicables mejor en promoción, obras y servicio de complemento.

Peor, a como está la industria que, por ejemplo, en Mazatlán, la sentencian a desaparecer a partir de abril de 2013.

Para irnos, un abrazo en su tristeza a Jesús y Blanca Saldaña López. Despidieron a su madre, doña Engracia, quien voló a la eternidad donde la esperaba su compañero de vida, mi recordado amigo Reynaldo Saldaña García, para continuar su historia de amor.