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Se le olvidó que ya no manda

GUAYMAS, SON.- César Lizárraga olvidó que ya no es alcalde y llegó gritando a Contraloría Municipal, exigiendo información para dar respuestas y poder irse a trabajar en su refugio de impunidad en Hermosillo.

No comparecido como señalado de corrupción, como finalmente le hicieron entender y dobló las manos cuando al salir –rostro pálido por el ridículo previo en la oficina--, se encontró con Héctor Hernández, el contralor.

Le sonrió, saludó, dio explicaciones y el funcionario lo invitó a pasar. Dijo el autor del desorden padecido hasta la fecha, que ya no podía, debía viajar a Hermosillo pero volvería el día de la cita.

Hernández sin embargo, le sugirió hacer las cosas bien, acudiendo a explicar lo que la ley le obliga, pero si no puede, avisar, mediante protocolo que justifique ausencia y acreditando representación, porque la tienda es chica, pero hay quien atienda.

Total, los ladridos no asustaron a nadie y el ex alcalde que hundió a Guaymas volverá como dice el citatorio, el 16 de enero, a explicar que todo está bien, si no, la justicia tarda, pero llega.

Saber si hizo bien o mal el Lizárraga del cuento, es fácil. Baste ver las cuentas municipales, el estado físico de la ciudad y por otro lado, el nivel de vida alcanzado por sus amigos y socios que tres años malpavimentaron con sus empresas, calles de Guaymas que ahora son un problema.

El resto, espero que la ley lo ponga en su lugar, para que el ciudadano acepte pagar impuestos con la convicción de que su dinero no será utilizado para crear nuevos cresos que hasta caballos pura sangre y viajes a Europa presumen, mientras se llama a la austeridad a las mayorías por la crisis que se vive.

Diputados olvidadizos

Me llega un comunicado del vocero que usa el diputado invisible Luis Marcos León Perea, señalando que el impuesto por tener carro puede revertirse y sugiere acciones para hacerlo, explicando que antes del 31 de marzo no existirá repercusión legal alguna.

Pregunto: ¿Dónde estaba el diputado que hace meses nadie ve por aquí –vendrá cuando quiera votos para ser alcalde, en 2015—, cuando se les envió la iniciativa, la estudiaron y cuando los llamaron a votarla?

Nada de que alguien se abstuvo. Allí era decir sí o no. Pregúntele usted a Abel Murrieta. No salgan ahora con que quieren luchar por la sociedad cuando avalaron lo que ahora consideran un golpe en su contra.

Respecto al tema, quiero reproducir este párrafo del mensaje del gobernador Guillermo Padrés, a quien le ha tocado bailar con la más fea:

“Es muy fácil ser populista, cobramos menos y gastamos mas, pedimos prestado, es lo más fácil ir al banco y pedir prestado, pero no es lo mas responsable. Yo no vine aquí a tomar las decisiones más fáciles y que todo el mundo diga que el Gobernador regala y da, yo vengo a hacer lo correcto por Sonora, lo responsable por Sonora, por las futuras generaciones, para que siga habiendo empleo, crecimiento, obra pública”.

Aparte, celebro lo que viene para Guaymas. A detalle, con una expresión que permite sentirse seguros del futuro y de que se lucha por nuestro bienestar, lo expuso el diputado federal Antonio Astiazarán, un representante que motiva orgullo a sus representados.

El guaymense sabe gestionar, luchar por los demás. Hacerlo con inteligencia, prudencia y carácter debido, lo fortalece, para bien de quienes le dieron su voto. Astiazarán, por cierto, crece en el plano nacional, pues no es un político más. Es un buen político.

De salida, el equipo a cargo de organizar el Carnaval Internacional de Guaymas, hace un buen trabajo. Encabezado por Alfonso Uribe Corona, derriba murallas de la costumbre de hacer cosas al troche moche –fuego amigo incluido-- y la gente comienza a ver que se pueden hacer bien las cosas sin gastar mucho.

Así crecerá el Carnaval, si realmente quieren recuperar la fiesta más tradicional de los guaymenses y eso lo sabe el alcalde.