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¡Ah, el Carnaval!

GUAYMAS, Son.- Hace ya 125 años que la sociedad guaymense, necesitada de eventos que le permitieran convivir unidos y sacar delante de la misma forma a la comunidad pujante de la época, creó lo que hoy es el Carnaval de Guaymas.

El director del Instituto de Cultura, Mauro Barrón, nos ilustró sobre el tema. Sabe de eso, también de la gente que en aquella época ponía su empeño en que todo saliera bien, pues era su suelo, la tierra donde habitaban y trabajaban, lo que se quería hacer resaltar.

Incluso me entregó una foto descubierta apenas hace apenas un año, donde María Zúber, reina de la ya lejana primera fiesta, luce rodeada de su corte. Nada qué ver con lo actual, tan austero, tan improvisado.

Ni modo. Los comités integrados para promover la fiesta al menos hasta hace un año, fueron cortados con la misma tijera de la degradación, por eso la fiesta chafa que solo buscaba dinero vendiendo cerveza y multando a quienes riñen por el efecto de la misma. Y si de paso se negocia bien con los grupos musicales, hacer algo bajo la mesa, pues lo que se llama hacer cuentas, no ha sido obligación.

Por eso el tan grillado el ambiente carnavalero, grillo de por sí. Por la disputa de intermediar contratos con los artistones –vendrán incluso de esos que hace famosos Televisa – que no necesariamente tocan o cantan bien, pero gustan a la gente, ese es su éxito.

Alfonso Uribe está a cargo. El historiador, escritor y fotógrafo, dueño de gran un acervo cultural y humano, hace las cosas bien. Tanto, que le llueven críticas de enemigos emboscados por una particularidad especial: es honesto.

Quizá por ello el alcalde Otto Claussen Iberri envió a su plana mayor a acuerparlo y sí, lo hicieron, el “no está solo”, se dio. Uribe encabezó la rueda de prensa con los detalles de la fiesta que ya casi está lista.

A su lado derecho, la síndico Oralia Sánchez y el tesorero Municipal, Manuel Ibarra. A la izquierda, el secretario Ramón Leyva Montoya y el director de Promoción Económica y Turística Walter Decima. No hay más qué pedir ante tal espaldarazo cuyo mensaje fue, la fiesta será, pase lo que pase.

Quien quiera concesiones, privilegios, componendas políticas o mediar contratos artísticos, es tema constante que ahora será distinto. La austeridad impresa a la fiesta y la limpieza que intentan hacerle característica, obliga a ello. Hay gente seria a cargo en el Ayuntamiento y en el Instituto de Festividades, esa es la diferencia.

Frío como nunca

Seguramente no podemos compararnos con la región serrana o las fronteras heladas que tenemos, pero ¡qué frío!

Vemos gente envuelta en cuanto trapo podemos. Las escuelas solas, las calles apenas anochece quedan sin gente y el viento, con fuetes rachas, congela cuanto encuentra. Qué duro es ver a los trabajadores al amanecer rumbo a su labor; a las jóvenes madres que llevan a sus hijos a la guardería para trasladarse a las maquiladoras, donde debieran darles un poco de flexibilidad ante esta situación.

No recuerdo clima así. Si hacemos caso a la CNA y Sagarpa, tuvimos récord en el extremo norte de la zona agrícola con esos 7 grados bajo cero. Lo siento por los productores agrícolas, que han perdido mucho de su esfuerzo. Esperemos que el saldo de los daños no sea tan alto.

De salida, qué gusto saludar a Miguel Escobar Valdez, periodista destacado, escritor igual, dos décadas en el servicio exterior mexicano y conferencista non, orgullo de Guaymas, y poco después a Simón Gómez Cabrera, quien sale del IFE Distrital tras 22 años fortaleciendo a la institución, lo cual también es para darnos orgullo.

Y ojalá el grito en el cielo que puso el regidor panista Javier Peralta Moreno contra el alcalde Otto Claussen, no sea revanchismo por el proceso en marcha contra el ex alcalde azul César Lizárraga, pues no se vale revolver gimnasia y magnesia.