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Llega gente capaz

GUAYMAS, Son.- Que llegue César Lagarda a la Delegación de la Conagua en el Noroeste, habla de la influencia de encumbrados amigos del prestigioso técnico, pero también de la intención de poner orden cosas que la improvisación sacó de balance los últimos años.

Lagarda no necesita presentación. Es reconocido técnicos en el país y en foros internacionales, así que en materia de agua, tema sensible en este momento, nos irá muy bien cuando el personaje complete el control de las cosas en esa dependencia.

La influencia del arribo –repito, basada en la incuestionable capacidad de César--, tiene qué ver con el diputado Manlio Fabio Beltrones, quien sigue prestigiando la política sonorense en el país, pero me comentan que también contó la mano de de otro diputado con brillo y que nadie debe perder de vista en este momento: Antonio Astiazarán Gutiérrez.

Celebremos que al margen del esfuerzo local por hacer bien las cosas, en lo federal haya también recursos humanos tan valiosos, que darán magníficas cuentas en el corto plazo.

Pronto, el amigo de Astiazarán en la Conagua, David Korenfeld, vendrá a Sonora y como director del organismo anunciará obras en las que mucho tiene qué ver el diputado federal por Guaymas, su amigo desde antes de llegar ambos a sus actuales posiciones.

Las obras tienen qué ver con abasto suficiente, tratamientos que reduzcan los efectos de la laguna de oxidación obsoleta que tenemos, y la generación de energía eléctrica “limpia” para abaratar la extracción de agua en comunidades rurales como la castigada región de la etnia yaqui.

Nos lo deben, pues el avance logrado cuando Astiazarán era alcalde, se frenó al llegar a Palacio Municipal los irresponsables sucesores, los de la ausente conciencia social y nulo amor al suelo que les da de comer.

A propósito de Palacio, el bello edificio que algún día rescatará el INAH, se multiplica la intriga y la atribuyen siempre al particular del alcalde, Eduardo Gaxiola, a quien le han llamado de todo, me decía el descriptivo comunicador Gonzalo Rodríguez Cacho.

Pasa que sigue pensándose en Gaxiola buscando la silla del Secretario del Ayuntamiento, “para lo que sigue”. Se entiende, es lo del 2015, y estar en la nómina le ha sido benéfico, pero no es tanta la habilidad para lo grillo del dos veces particular quien repetiría si cae el “secre”, donde ya estuvo en el trienio de Antonio Astiazarán.

Lo que pasa es que el también comunicador solo deja pasar la indignación de los rechazados por la secretaria –es dueña del pulgar que se levanta o apunta al suelo y fue secretaria de Gaxiola--, y lo demás viene solo. Leyva ni siquiera sabe qué pasó tras su puerta. Por eso tampoco lo meten en la carrera para eso que ya ocupa la mente de varios funcionarios, en lugar de ponerse a trabajar en lo actual.

También en Palacio, sorprendió la visita de Javier Gándara, quien fue muy bien atendido por Otto Claussen, muy receptivo el alcalde por la experiencia del empresario que fue el pasado trienio alcalde de Hermosillo.

Grillaron, ciertamente, pero con la debida discreción. Gándara suena como candidato azul a la gubernatura de Sonora y eso le da valor agregado a su vista. Eso atrae más, porque en el tricolor, aunque crecen otras figuras, su primo Ernesto es el principal sonante del momento.

En Empalme, gente del campo quiere topes ante la ausente vigilancia contra el riesgo de tanto camión que va por la rica producción hortícola del valle, pero el alcalde Héctor Laguna no los pela y sus trabajadores fueron a decir que si quieren topes, les costarán 3 mil pesos. Vaya.