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¿Se hará justicia?

GUAYMAS, Son.- La interrogante que titula este espacio se hizo famosa en los años 80 por la serie de televisión que puso de moda exhibir juicios estadounidenses donde el abogado hacía larde de su capacidad para sacar adelante sus casos y, quien se fijaba bien en los procedimientos, algo aprendía.

Dista sin embargo, del trabajo que abogados y jueces hacen delante de jurados ciudadanos en el vecino país, el que aquí realizan los responsables de impartir la ley, que lo hacen en medio del anonimato vuelto ominoso cuando el ciudadano común le cree a los carísimos anuncios del poder judicial en las televisoras y exige derechos.

Hoy, Guaymas no habla del grave efecto de la exacerbada cleptomanía, incapacidad administrativa e irresponsabilidad negligente característica del pasado trienio, al hablar del tema de los esfuerzos que hace Contraloría Municipal para poner en orden las cuentas, en medio del caos dejado por César Lizárraga y compinches.

Jurar ante la Biblia que son los únicos suena obsceno, pero definitivamente los errores y el dolo tienen huella digital por todos lados. La evidencia es más que clara. Pero no, eso no es tema, pues lo suple lo que llaman “intercambio de fichas” cuando llegue la hora de resolver el choque de la política contra la justicia.

Eso piensan los guaymenses del proceso del proceso legal cuyo primer capítulo, de siete de la telenovela, fue dado a conocer la mañana de este lunes por el contralor Héctor Hernández, a quien los panistas descalifican porque acusan de oficioso y estaría aprovechando la amargura de quien fue expulsado oficialmente hace un mes por Paco Bueno, responsable de Justicia partidista entre los azules estatales.

Cuando al panismo se le dice que hay elementos para considerar que la de César es fue una administración fraudulenta, lo defienden, luego, derribados sus argumentos, cuestionan que los otros también habrían hecho leperadas. Malo, pues no hay equilibrio entre lo que ha sido la historia de Guaymas y lo que queremos que sea.

Por lo pronto, Héctor Hernández cumple. Si se hace justicia, bien, si no, malo para Guaymas. Los daños de la improvisación y el dolo siguen afectando a todos. Pero si la justicia es negociable, entonces las cosas se dejarán como están y en su caso, se resolverá vía “error de procedimiento”, faltas al “debido proceso”, no por inocencia.

El alcalde Claussen dijo lo que tenía que decir: es un proceso legal en marcha y con la ley se llegará a las instancias adecuadas para que allí se determine. Así debe ser. Qué cacería de brujas ni qué nada.

Elías Serrano unirá

A nadie desagradó el viraje dado al priísmo estatal tras la normal especulación que con el respaldo a un hombre cuya buena intención como representante, se vuelven acciones favorables para muchos sonorenses. Será útil para que el tricolor haga su luchita cuando intente recuperar la gubernatura en 2015.

En eso andan, por eso ahora se les ve unidos, definidos en torno al factor unidad, vital para su futuro. Elías Serrano tiene ese don que le permite ganarse buenas voluntades ahora reflejadas.

Y si se vale, le diremos que ese arribo le abonará puntos buenos a la lideresa priísta Susana Corella, al consejero estatal tricolor Pedro Romano Terrazas y algunos más que pronto aparecerán en escena en este suelo.

Para irnos, felicito al maestro Joaquín Pérez Mellado, quien recibió un reconocimiento nacional como mentor que mucho enorgullece a sus miles de alumnos de cuatro décadas, incluido el dirigente sindical que se lo entregó, alumno suyo para orgullo de esta gran figura guaymense.