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¿Agua las 24 horas? ¡Já!

GUAYMAS, Son.- No tiene desperdicio para los guaymenses la publicación de la Unión de Usuarios de Hermosillo en defensa del acueducto Independencia, pleitos al margen, al plantear algo que ven como sueño los consumidores locales.

Felicito a los hermosillenses que ya tienen agua a diario y de buena calidad. Es difícil “imaginar” la incertidumbre de si por la llave de casa va a salir o no agua, o no tener la certeza de poder bañarte o preparar alimentos, “zozobra en la que estamos viviendo” dice la Unión, con la queja de que “algunos ciudadanos de Cajeme y algunos hermanos de la tribu yaqui insisten en querernos dejar sin agua”.

Luego el comercial típico en apoyo de la ahora abundante entrega del preciado líquido y pide dejar la política para asumir espíritu humano, dar un poco de “lo que nos sobra”. Decía pleitos al margen, por lo politizado del tema que pierde de vista la real necesidad, por eso también aplaudo a quienes hicieron posible poner el agua en la llave.

Pero la exposición hizo sonreir a los guaymenses, o de plano soltaran la carcajada, porque aquí es vivencia diaria, no imaginación, entender de incertidumbres sobre el agua para bañarse y refrescarse, porque para preparar comida es un riesgo, cargado como sale el líquido dos veces por semana –eso, si no falla--, de manganeso y sabe Dios qué cosas más que hacen dudar de su potabilidad.

El auge de los garrafoneros lo confirma. Beber agua de la llave deja un sabor amargo en la boca y viera la mancha que forma en los jardines o el color en la ropa.

El agua es un caso de urgencia en el puerto. Vale la pena ir pensando cuándo habrá suficiente no todo el día, pero al menos diario, pues el verdadero drama es esperarla dos días por semana y a veces no llega. Esa zozobra supera a la destacada por la Unión de Usuarios de Hermosillo y no planteada por los usuarios locales que nunca dieron apoyo a la organización que los defendería y quedaron indefensos.

Dejo este comentario como --parafraseando al autor del texto referido-- un pequeño testimonio del grito de ayuda en el que viven los guaymenses.

Baja de guerra

La vocación marítima de los guaymenses quedó de manifiesto hace siglos, por eso sobresalen en actividades sustentadas en el mar, entre ellas su formación como miembros de las fuerzas navales.

Varios de ellos han sido parte del mando nacional, como fue Carlos Miguel Salazar Ramonet, miembro de conocida familia guaymense, quien la tarde de domingo fue ultimado por hombres armados que convulsionan al Estado de Michoacán y enfrentan a las instituciones.

Lastima el hecho, pero la reacción de la autoridad estimula a pensar que la tarea de inteligencia se cumple, se identificará a los autores en forma selectiva y serán llevados a la justicia con los métodos por ella contemplados, sin afectar a la población.

La PGR advirtió que quien atente contra ciudadanos o funcionarios públicos se les castigará como señala la ley. Eso estamos esperando los mexicanos.

Aparte, tiene razón Manuel Aguilar al plantear temor de los pescadores regionales por la incursión de naves japonesas de alta tecnología, para llevarse el calamar gigante de la zona.

El resumen es que en 10 días se llevarían las 15 mil toneladas que en la temporada de 6 meses capturan unos 800 pescadores. Un golpe mortal a la endeble economía del sector.

De paso, infaltable preguntarle a Aguilar si reincidirá por la candidatura a la alcaldía por el PAN. Respondió que ya tuvo su experiencia y solo sugiere a su partido buscar candidatos útiles al pueblo y sin carga negativa, lo cual ya es una señal.