CD. DE MEXICO.- Es evidente que el mercado financiero y economía mexicanos están previendo, actuando –y sintiendo– los efectos de la desaceleración y posterior retiro de la liquidez que ha venido inyectando el banco central norteamericano en los últimos dos años, con acciones para estimular el crecimiento de su economía.
De ahí que hasta el Fondo Monetario Internacional haya recomendado a ese país, la semana pasada, que llevara a cabo ese retiro de liquidez del mercado, de manera paulatina y cuidadosa para evitar y/o minimizar las inestabilidades y especulaciones consecuentes, no sólo allí, sino en el mundo en general.
La cercanía de México e interdependencia de las dos economías lo hacen particularmente sensible para nuestro país, no obstante que la política monetaria del Banco de México, de flotación cambiaria, podrá atenuar los efectos más violentos de esos movimientos de capital esperados.
En ese contexto debemos interpretar lo que está pasando con la desaceleración de nuestro PIB en los últimos trimestres, que ha venido bajando su ritmo anual de cerca de 4.5% a mediados del año pasado, al 2.5% esperado para abril-junio de este año. No obstante, la SHCP sigue proyectando que el PIB anual de 2013 será de 3.1 por ciento.
También se están tomando medidas en otros frentes. Por ejemplo, las reformas más recientes y las previstas, que son importantísimas para darnos instrumentos más efectivos para mover la política económica, en respuesta a los retos provenientes del exterior y para lograr los objetivos de política económica trazados.
Luego también, importantes para ese fin son las acciones económicas y financieras que el sector vivienda ha venido instrumentando los últimos meses, como las medidas más proactivas que ha generado el banco de desarrollo para ese sector —la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF)— para agilizar la canalización de recursos a la construcción y venta de viviendas, especialmente relevantes para las familias de menores ingresos.
La economía norteamericana ha venido recuperando empleos y actividad económica, igual que la mexicana, pero se sigue muy atento en los círculos gubernamentales para actuar con rapidez en la medida que se vaya necesitando, para evitar efectos serios para las familias mexicanas.
Mientras tanto, observamos lo que ocurre con las economías europeas, de la zona euro, que siguen en recesión o cercanas a ella. Algunos países con efectos todavía muy dañinos y otros con claras señales de estarse recuperando.
Luego también las economías sólidas y grandes como la de China y la de India siguen estando afectadas por lo que ocurre en el resto del mundo, pero mantienen su fortaleza.
(*) Presidente del Colegio Nacional de Economistas, Federación de Colegios de Económistas, A.C.