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Necesario ser más humanos

GUAYMAS, Son.- Aprendo un poco más de la geografía de Chihuahua, tras la búsqueda que narra la nueva directora del DIF guaymense, Cony Martínez, de quien pueda responder por los restos de José Sánchez, cuya familia no está en Casas Grandes, como dijo, ni en Guachochi, donde habría nacido.

Cony, con el resto de su equipo que trae gran dinámica social en ese organismo guaymense, se preocupa porque el gran esfuerzo de todos aquí y allá, no arroja frutos y pronto, el jornalero hoy famoso por morir sobre un registro del drenaje, bajo un árbol y presuntamente sin atención médica, iría a la fosa común. Así dice la ley, ilustran los agentes del Ministerio Público.

La vida dura que José llevó, normal en millones de mexicanos sin oportunidades, terminó, para dar paso a una muerte que debe tenerlo en un mejor lugar, pero no será en vano. No es consuelo, pues toda vida es preciosa y solo el materialismo inhibidor de aquello que nos hace humanos nos lo oculta. Pero d dejó lecciones y estas servirán para mejorar algunas cosas.

Su alto pago se vuelve y nos cruza el rostro con la vergüenza que exhibe a México entero como un país donde la responsabilidad profesional, las instituciones, la gente, fracasan al cubrir exigencias elementales.

Guaymas recibe peritos de la Secretaría de Salud, Contraloría, la Comisión de Arbitraje Médico y no sé qué tanta gente más, que algo sacará de bueno de la tragedia, al ver cómo está la atención hospitalaria, del personal, pero sobre todo de ver qué hay en la cabeza de quienes ven el juramento de Hipócrates como simple protocolo.

Si intervino la Comisión de Arbitraje, es ese profesionalismo es el que está cuestionado. Este sector de la medicina debe ir por la espada en prenda que alguien tiró cuando José llegó enfermo y cinco días después moría por causas conocidas, pero que los peritos confirmarán. Reitero, algo mejorará, pero es alto el costo de una vida.

Lo demás, límpiese de criterios políticos que solo empañan. Nadie es ajeno a esta tragedia, si en caso de que alguien quiera colgarse medallas. Todos somos más o menos culpables y en la misma proporción debemos pagar el error del cual todo mundo está ya enterado, insisto, para vergüenza de todos nosotros.

PAN, dos cosas buenas

El Partido Acción Nacional mató dos pájaros de un tiro: remueve temporalmente –no volverá, ya verá—a su dirigente en Guaymas, por líos que no deben darse en las siglas, y nombra a Lorenia Ruiz Bustamante su sucesora.

El primero tendrá más tiempo para terminar un doctorado en educación; la segunda, de fortalecer siglas con su capacidad y amor a los colores por los que ha luchado hace décadas. Su llegada confirma el árbol torcido que ha sido la chavalada que inundó los colores hace tres años en ese oportunismo típico del triunfo, que obligó a buscar entre los panistas típicos, los del ayer que en 1991 derribaron la muralla infranqueable con una camiseta que no se han quitado.

Por allí deberán seguir, así que Lorenzo de Cima, ausente siempre de su oficina y en camino de dejarla en breve, ya no está solo en lo que sigue.

De salida, Javier Velderráin anuncia orden vial, sobre todo el que complican los transportistas de pasaje, inmersos en pleitos donde todos pierden. Para empezar, unidades chatarra están en la mira, también las que no portan placas y, ojo, choferes: perderán su licencia de persistir su desprecio a la ley. Nunca ha sucedido, pero ya dijo el titular de Tránsito: siempre hay una primera vez.