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Las 10 razones para la reelección de Madero

Luego de que EL UNIVERSAL hizo pública una escucha en la que el senador Ernesto Cordero recomienda al panismo “hundir” no sólo a Gustavo Madero sino a todo el grupo político del presidente nacional del PAN, la opinión pública entendió el tamaño de la disputa que libra el partido azul desde hace más de un año.

Pero lo que pocos saben es lo que disputan detrás de una pelea a muerte, a navaja limpia —a los ojos de todos—, y en donde los grupos de Felipe Calderón —que preside el político de párvulos Ernesto Cordero— y de Gustavo Madero disputan no sólo la propiedad del partido, sino el control político, las millonarias prerrogativas y, sobre todo, las candidaturas a gobernadores para el 2015 y la sucesión presidencial de 2018. Dicho de otro modo, en la pelea por la dirigencia del PAN están en juego no sólo ricos gobiernos municipales, estatales y puestos al Congreso de la Unión y a los congresos locales, sino miles de millones de pesos en negocios lícitos y sucios —como casinos—, además de prerrogativas millonarias.

Y es que hoy el PAN es mucho más que un partido político. Es una franquicia para negocios que sacan de la nada a políticos de todo el país y los convierten en poderosos hombres de empresa. Y en el juego sucio del poder y la política han caído todos, tanto los “calderonistas” de Ernesto Cordero como los muchachos de Gustavo Madero. La escena en el PAN es patética. La pelea se produce con un ventilador al centro, al que todos lanzan estiércol.

Sin embargo, y a pesar del lodazal que salpica a todo el panismo, las evidencias dejan ver que está lista una formación astral para que en pocos meses se produzca la reelección de Gustavo Madero. ¿Y cuáles son esas evidencias?

Decálogo delator

1.- Que en los tres años de su gestión por terminar, Gustavo Madero se hizo del control total de seis de los siete estados que reúnen casi 80% del voto azul de todo el país. Madero controla Nuevo León, con la dirigencia de José Alfredo Pérez Bernal; Jalisco, con Miguel Ángel Monraz Ibarra; Puebla, con Rafael Micalco Méndez; Distrito Federal, con Mauricio Tabe Echartea; Veracruz, con Enrique Cambranis Torres; y el Estado de México, con Óscar Sánchez Juárez. El séptimo estado es Guanajuato, que se partió en tres grupos.

2.- La mayoría de los gobiernos que en 2012 apoyaron a Ernesto Cordero para buscar la candidatura presidencial del PAN, hoy son activos promotores de la reelección de Madero. Hablamos de los gobiernos de Sonora, con Guillermo Padrés; en Puebla, Rafael Moreno Valle; y Baja California, con Kiko Vega. En Guanajuato el PAN se reparte entre los grupos de Madero, de Juan Manuel Oliva y de Cordero.

3.- Si bien durante la presidencia de Calderón en el PAN, el michoacano afilió a 200 mil panistas —y gracias a eso le ganó la candidatura presidencial a Santiago Creel—, Madero tiene el control no sólo del aparato —y la afiliación—, sino de los votos y los gobiernos.

4.- Una de las alianzas estratégicas de Gustavo Madero —de las alianzas conocidas como ganadoras— es con Jorge Arturo Manzanera Quintana —que fuera operador estrella de Felipe Calderón—, el responsable de la campaña adelantada de Rafael Moreno Valle, el gobernador de Puebla que cree que será candidato presidencial. Jorge Manzanera es jefe de un poderoso grupo de operadores políticos.

5.- A pesar de que hoy la figura más popular en el PAN se llama Josefina Vázquez Mota, lo cierto es que la señora no tiene ningún control de la estructura partidista.

6.- Si bien el segundo lugar en popularidad se llama Ernesto Cordero, lo cierto es que el senador tampoco tiene control de la estructura nacional del PAN. De hecho, Gustavo Madero ocupa el tercer lugar de popularidad, pero el primer lugar en control del partido. En esa misma lógica, Juan Manuel Oliva es el cuarto lugar en popularidad, pero tiene el segundo lugar en control del partido. Y podría quedar en segundo lugar de votación.

7.- A pesar de que Madero renunciará al cargo de presidente en marzo para competir por la reelección —porque la elección se llevará a cabo en mayo—, mantendrá el control y el poder en el Congreso de la Unión.

8.- Con ese control, llegará a la elección de nuevo presidente con el mayor número de logros alcanzados por su partido en tiempos en que no tiene el poder presidencial. Es decir, que en la gestión de Madero se habrían hecho realidad un mayor número de reformas panistas que las que empujaron juntos los gobiernos de Fox y Calderón.

9.- Al quedar en sus respectivos lugares los coordinadores parlamentarios impuestos por Gustavo Madero al Congreso de la Unión —nos referimos a Jorge Luis Preciado, en el Senado, y Luis Alberto Villarreal, en San Lázaro— se aprobarían sin problema las leyes reglamentarias de las reformas constitucionales producto del Pacto.

10.- Luego de todo lo anterior, la reelección de Madero es una condición fundamental para mantener viva la alianza del PRI con el PAN —o si se quiere entre Peña Nieto y el PAN— y de mantener vivos los beneficios políticos para el partido azul. ¿A qué beneficios nos referimos?