+ Violencia, visión sobre México en Europa
MADRID, España.- Los alcaldes mexicanos son uno de los eslabones más débiles del Estado mexicano. La Federación Nacional de Municipios de México ha denunciado que al menos 983 de los 2.457 presidentes municipales del país han sufrido amenazas del crimen organizado: cuatro de cada 10.
Hace solo unos días que uno más fue asesinado: Gustavo Garibay, alcalde de Tanhuato (Michoacán, suroeste de México), que murió abatido la semana pasada. Había sufrido ya un atentado hace unos meses. Las autoridades aún no han identificado a los responsables ni del primer ataque ni de su homicidio.
Algunos presidentes municipales de Michoacán han denunciado que el cartel de Los Caballeros Templarios, que opera en el estado, les obligaba a pagarles el 10% de los fondos federales destinados a sus municipios y que además les exigía que incluyeran a personas vinculadas a la mafia en su nómina.
El caso de Michoacán ha concentrado la atención desde que en febrero del año pasado irrumpieran las autodefensas, civiles levantados en armas en contra del crimen organizado, pero las amenazas a los alcaldes no son exclusivas de ahí. Al menos 44 presidentes municipales han sido asesinados en todo el país en los últimos siete años.