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Oferta variada, ahora el perfil

+ Villegas no; Susana se va en julio; los Gándara y los Decima

GUAYMAS.- El Partido Acción nacional parece centrar baterías en Lorenzo Decima para buscar la alcaldía guaymense en 2014, perdida por los traspiés de César Lizárraga y pandilla que por obvias causas siguen en la impunidad.

El agente fiscal es reconocido como “un buen muchacho”–no deberían decirlo, pues eso es como el gallo bueno y el malo--, suple inexperiencia con trabajo, pero sobresale por su cercanía con Javier Gándara, el próximo gobernador según vaticinan muchos.

Los asegunes obligan a pensar en una terna, por eso el secretario de gobierno que acaba de perder la pelea contra la CTM, inventó a Manuel Villegas, aquel secretario del Ayuntamiento que tuvo medio trienio Antonio Astiazarán en la alcaldía porteña, que ahora es su empleado; es posible que también a Alonso Arriola, otro empleado, en este caso en la Secretaría de Educación y Cultura, refugio de varios que evaden prisión.

El panismo local, con el control remoto en Hermosillo a través de un delegado, espera resultados de lo estatal para lo que siga. No varía en este sentido lo que el PRI hace, ausente el liderazgo de décadas pasadas por el tropiezo que les duró doce años.

De paso, en Empalme hace labor fuerte el alcalde Héctor Laguna, pero no en lo que debe, sino en su campaña por la diputación federal donde, si se decide, Otto Claussen arrasa, pues es un peso completo comparado con el veterinario que se la pasa esquivando balazos del hampa y en lugar de hacer algo para terminar con ellos, le pide favores a Ernesto Munro plasmados en un discurso de “municipio seguro” y esos cuentos.

Lo bueno es que piensa heredarle el trono al secretario, Juan Valentín Rendón. No está mal, el comunicador sí chambea por la gente. Y apoya la idea de Juan Valencia de traer a su pariente, la hermosillense nacida en Empalme, Dalia Laguna, por la local.

Enfrentarían el robusto funcionario y la ex colaboradora muy cercana de César Lizárraga, a los priístas Carlos Gómez Cota y Miguel Gaspar Bojórquez. Del PRD se dirá algo si es cierto eso de que Jesús Zambrano ahora que vino a visitar su pueblo natal, prometió ganarlo en el DF.

Pero de retorno al puerto, Otto Claussen quiere terminar su trienio para completar tanta obra esparcida por toda la ciudad, muy destacadamente aquellas que por fin terminarán con las inundaciones de los arroyos urbanos, por eso complicaría la fácil conservación del 04 Distrito, donde Toño Astiazarán hace ver chiquitos a los demás legisladores. Excepto, claro, al otro que todos conocen.

Dejaría espacio para pensar en Germán Uribe, que la ganaría en México o no viene; Edmundo Chávez, que sabe tejer fino; o algo que no me termina de convencer: Bulmaro Pacheco, quien habría obtenido empleo en una universidad local, para hacer chamba hacia ese derrotero.

No… ¿no? Pero aún así, todos ellos mastican tornillos y superan con mucho a los sonantes azules, pero para eso se inventó el “intercambio de cartitas” entre partidos.

Sin embargo, porque cercana al ciudadano de carne y hueso, es la alcaldía lo que atrae la atención de los guaymenses y ya se trabaja en el tema, lo cual urgía, pues el PRI estatal enviaba delegado tras delegado y nada sugería que las cosas iban bien.

Ahora, incluso con un delegado de lujo, colmilludo hasta la pared de enfrente, batalla. Daniel Liera Castro llegó con esa chamba y empezó bien, pero se estanca en el mismo problema de todos y lo confirman sus expresiones de “si quieren participar, acérquense”, cuando quien debe acercarse es él. Muchos nuevos valores se han ido con los de enfrente por eso.

No lo culpe. Guaymas está dividido por el oficialismo tricolor, que debe primero definir quién es quién para la gubernatura. Es difícil poner atención al talachero Alfonso Ayala y sus magníficas propuestas de seguir el sendero de Ernesto Gándara –cubre su oficina en Guaymas--, cuando las cosas podrían venir por otro lado, el de la atractiva propuesta en la que se convirtió Claudia Pavlovich, cuya oficina de gestoría ya parece tener tunas, pues cada día se ve más gente por allí.

Es la ventaja de presumir sus “fans” –sea o no cierto—que tiene la bendición de Manlio Fabio Beltrones, el todopoderoso diputado federal y ex gobernador quien a su vez tendría la venia del orgullo de Atlacomulco, para hacer en Sonora lo que considere conveniente. Incluso, nombrar candidato a gobernador.

Abro paréntesis para descartar que el fino y conocedor político tenga en mente volver a ocupar el mando estatal sonorense. La ley lo impide y si ex gobernadores lo han sido de nuevo en Yucatán o Guerrero, fue por no haber sido electos con votos la primera vez. Un interinato no bloquea, una elección constitucional sí.

Dicho esto, retorno al caso Guaymas para centrar que dos lunes seguidos han compartido mesa los más altos mandos del tricolor, en aras supongo, de la unidad. Pero no les ha salido. Deben primero entender que Guaymas tiene autoridad, con reconocimiento estatal de carácter y don de mando, además de “filing” ante la gente. Similar característica posee como primer priísta del municipio y sabe también de tiempos y perfiles. Luego, todo irá mejor.

Y estará allí cuando se quiera definir candidatura para suplirlo. No dudará en apoyar al mejor. A Otto Claussen no le gana el corazón cuando las decisiones requieren cerebro y de eso hay prueba en gente de mucha cercanía a él. Su gran chamba debe tener la secuencia que devuelva a Guaymas la dignidad saboteada los tres años previos.

Miren: en su partido se mueve muy fuerte “El gato”, como apodan a Luis Bárcenas, hijo de Felipe, un alcalde bien recordado, y este miércoles 4 asumirá la dirigencia del sector popular del PRI para fortalecer su aspiración. Eso es bueno para la organización, sostenida con pinzas por auténticos héroes como el doctor Carlos Murillo o Maty Berkowitz, que lograron capear las malas.

Está lejos, sin embargo, del puntaje acumulado por José Luis Marcos León Perea, el diputado local que talachó por décadas y llegado el momento, cosechó la dirigencia del partido y tres elecciones constitucionales. No hay quinto malo, dicen.

Pero, ojo. En el horizonte se dibuja una figura imposible de ignorar hoy que los empresarios y liderazgos populares demandan un candidato capaz de seguir la línea gestora del alcalde actual, a lo cual se sume capacidad de lidiar con miuras de la empresa y a la vez con políticos. Tres trienios aprovechado como promotor de la economía y el turismo, le abren esa puerta a Walter Decima.

Miembro de familias notables, buen vendedor de lo que Guaymas tiene, experto en relaciones públicas de alto nivel y con cabida en los estratos populares, sería el hombre del PRI para terminar de fortalecer la oferta. Y dicen que caballo que alcanza gana.

Como dato curioso, eso crearía una situación como la que podría darse en el Estado si Ernesto Gándara es nominado por el PRI y el PAN hace lo propio con Javier Gándara, su primo, fuertes ambos en el ánimo general. Guaymas, vería en el tricolor a Walter Decima y en el azul a su primo Lorenzo.

De salida: el lunes 26 de mayo cenaban priístas conspicuos y Susana Corella anunció que los tiempos se cumplen y en diciembre entregará las riendas del Comité Municipal guaymense.

Pero minutos más tarde tomó la palabra Alfonso Elías (dicen que entre él y Toño Astiazarán está el tercero en discordia) y confirmaba el reordenamiento priísta en Sonora, que comenzará en Guaymas precisamente, en julio. La contradijo. Supongo que Susana olvidó que en un mes se cumplen los tres años para los cuales se le eligió, lo cual no la saca del aventajado camino hacia la diputación local del XIII Distrito.