GUAYMAS.- En el verano de 2013, todo parecía terso y el PRI perfilaba candidatos desde la dirigencia estatal.
Un encuentro de renombrados militantes con el dirigente Alfonso Elías Serrano, pondría en orden el camino que en febrero de 2015 se confirmaría. Quizá ese “arreglo” marcó el desarreglo que hoy, cumplido el plazo de convocatoria para registro de aspirantes, hace que el PRI encuentre baches en el camino.
Se filtró entonces la versión luego confirmada, de impulsar candidaturas de José Luis Marcos León Perea por la alcaldía de Guaymas; Susana Corella Platt por la diputación local; Otto Claussen Iberri por la diputación Federal.
León, por su perfil ganador que lo ha hecho diputado local, diputado federal y de nuevo local. “Ya me toca”, era su pregón.
La señora Corella --regidora, alcaldesa sustituta y dirigente del PRI--, encontró respaldo en su perfil, en la paridad de género y en su cercanía con la senadora con licencia Claudia Pavlovich, la vía para transitar hacia el Congreso del Estado; Claussen, con su perfil ganador, era el obvio para la Cámara baja.
Con el tiempo, el “ya me toca” no encontró eco en quienes vieron el último triunfo de León Perea como derrota, pues un controvertido panista casi le alcanza. Solo un centenar de le faltaron votos en la mesa a la que obligó la judicialización del resultado.
Por ello se “atrevió” Luis Felipe Bárcenas Salido a promoverse desde la ahora cerrada Inmobiliaria de Guaymas, paramunicipal que al mismo tiempo lo marca, pues sus resultados fueron adversos a la encomienda.
También lo hizo Walter Decima, quien encontró buena oportunidad al ser nombrado oficial Mayor del Ayuntamiento tras dos años de regresar a la oficina de Promoción Económica y Turísmo. “León no lo vio venir”, fue el comentario general, pues estaba ocupado en enojarse con el alcalde Claussen por promover a “El gato” Bárcenas.
Y el pronóstico de los priístas de café se cumplió: lo rebasó por la derecha y se atreve, Decima, a afirmar que en las encuestas “estamos parejos”, pero rechaza conflictuar porque “esto debe resolverse entre los priístas… ellos escogerán”.
El jueves, último día del registro de aspirantes, el PRI debía tener el “de unidad”. Pero fueron tres y los observadores pronosticaron división. Más, cuando León Perea llegó con el “aparato” estatal: Javier Villarreal (CTM), Ignacio Martínez Tadeo (CNC), Guillermo Moreno (Movimiento Territorial), dos diputados, y solo faltó la CNOP, porque su dirigente, Epifanio Salido, es pariente de “El gato” Bárcenas y evadió conflicto familiar.
Traen “la línea”, fue el comentario general. Pero contrasta con la posición del alcalde Otto Claussen, quien simpatiza con Walter Decima y Bárcenas, en ese orden. Antonio Astiazarán, factor desde su diputación federal y como ex alcalde, era de la misma sintonía hasta el “destape” de Claudia Pavlovich. No abiertamente, pero aun inclinaría balanza por el Decima priísta, excepto que este lunes, el oficial mayor del Ayuntamiento de Guaymas decidió sentarse.
Los números los tiene León, pero ¿qué pregunta la encuesta? cuestionan los seguidores de los dos adversarios. Hasta “lo superé”, dice Bárcenas. León ríe --literalmente-- de ello, pues habla de al menos 12 puntos por encima de ambos.
En el examen de conocimiento priísta –este lunes, en Hermosillo--, se plantea de nuevo que debe ir uno solo; Decima lo entendió, no así “El gato”; será el jueves 26, en el registro que debe incluir el apoyo de sectores y organizaciones del partido, donde el felino lo entienda, o será aplastado. No se ven dos en la asamblea del 17 de marzo.
Este sábado era la especulación tricolor: la mesa de negociación que incluye a los factores de poder –incluso familias locales se enfrentan--, que había pasado a Hermosillo, salió de las manos de la dirigencia estatal, para llegar hasta la ciudad de México, donde, hace dos veranos, se había “planchado” el camino que “se arrugó” en los últimos meses. Pero al final, el pronóstico apunta, señalan los conocedores, hacia el “proyecto original”.