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La élite, enquistada en el poder

+ Viven muy bien, por eso no quieren irse

CD. DE MEXICO, 18 de Marzo de 2015.- La desaparición de 43 alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, en Guerrero, fue un acontecimiento dramático e inaceptable para la mayoría de los mexicanos.

Más allá de la cruda descripción hecha por la Procuraduría General de la República del secuestro y asesinato de los jóvenes, la desaparición masiva evidenció a nivel nacional e internacional la crisis en materia de derechos humanos por la que atraviesa México, dice Arturo Alvarado Mendoza, director del Centro de Estudios Sociológicos de El Colegio de México, quien agrega que a esta crisis se suman el bajo crecimiento económico, escándalos de corrupción y problemas de gobernabilidad en el país.

México atraviesa por situaciones complejas, apunta, principalmente en seguridad y derechos humanos, problemas “recurrentes y crecientes”, que deben atenderse o sucederan “cosas peores”.

Al hacer un diagnóstico sobre la situación del país, sostuvo que la clase política, la élite, evidenció no tener voluntad para revertir la debilidad institucional ni tiene interés en integrar a la sociedad civil en la elaboración de planes y programas de gobierno.

“Tenemos una crisis política porque la elite no quiere moverse, está enquistada en el aparato del Estado, en los recursos públicos, vive muy bien de ellos, y no está dispuesta a irse”, afirmó el analista.