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Vidas públicas

+ Impugnación a priori

PHOENIX, Az.- Manifiestamente incapaces para alcanzar en cualquier encuesta a la virtual candidata demócrata por la presidencia de Estados Unidos, los republicanos han hecho de todo: desde impulsar soterradamente al imbécil Donald Trump, hasta atascar la lista preliminar de aspirantes a la candidatura republicana con cabezas de chorlito que sirven lo mismo para un roto que para un descosido, es decir, para nada.

La nueva táctica de los republicanos, dada a conocer recientemente por el representante de Alabama, Mo Brooks, es proponer la impugnación de Hillary Clinton el primer día de su mandato, por aparentes actos de traición, soborno, otros delitos y fechorías graves.

Con su propuesta, Brooks agrega una más a la larga lista de estupideces de los republicanos, quienes desde que Barack Obama asumió la presidencia, no han visto la suya.

Me pregunto cómo podrán justificar Brooks y sus compinches republicanos esta propuesta. Hasta donde se sabe, la Constitución de los Estados Unidos le otorga la facultad de impugnar a la llamada Casa de Representantes (el equivalente a la Cámara de Diputados mexicana). Y en efecto, se contemplan entre las causas de impugnación la traición, el soborno, y los delitos y fechorías graves.

Según la personal apreciación de Brooks, Clinton puede ser impugnada el mismo día de su elección, el ocho de noviembre de 2016. Dice Brooks literalmente: "Ella (Clinton) va a ser una presidente única si el público la elige el próximo noviembre (?), porque el mismo día que rinda su protesta es el día que está sujeta a impugnación, porque ella ha cometido delitos y fechorías graves…”

También, de acuerdo con la ampliamente liberal opinión de un legislador rabiosamente conservador, la actuación de Hillary Rodham Clinton como Secretaria de Estado, encaja en la descripción de los delitos y fechorías graves, al haber establecido su propio servidor de correo electrónico, lo que dio como resultado el mal manejo de información clasificada y altamente secreta.

Y al más puro estilo de Donald Trump, quien no contento con cometerlas, ratifica sus estupideces, el representante Brooks contestó la pregunta de si creía que Clinton había de hecho cometido estos delitos susceptibles de acusación, contestó con un rotundo: “Sí, señor. Así lo creo”¨.

La cuestión parece sencilla: Determinar si Hillary Clinton cometió alguno de los delitos que expone el representante Brooks, y la respuesta parece ser que sí. O al menos es la impresión de una enorme mayoría de las personas, a lo largo y ancho del espectro político.

Pero hay algo que convenientemente ignoran o pretenden ignorar: tales delitos, si se cometieron, fueron durante el período que Hillary Clinton fungió como secretaria de estado. Dicho de forma más clara, la pudieron impugnar durante dicho período, pero no antes ni durante su eventual período presidencial. Y no lo digo yo. Lo afirma la constitución a la cual se suscribieron cumplir y hacer cumplir quienes detentan cargos públicos, incluidos los payasos republicanos.

Un problema adicional para Brooks y sus camaradas, es que la Casa de Representantes ha dicho anteriormente que nadie puede ser impugnado por delitos pasados... del tamaño y la gravedad que hayan sido.

De modo que en vista de las circunstancias, a los republicanos no les quedará de otra que seguir apoyando “por debajo de la mesa” a Trump… aunque si meten reversa a lo mejor recuperan algo del prestigio y respeto perdido entre los electores.

Pero de que los republicanos están desesperados, lo están. Por eso es que se hunden cada vez más en las encuestas de opinión pública.