La religión católica no es la única moral de México

Jueves 09 de Diciembre de 2010 11:54

Escrito por Angélica Beltrán

(150 años de la Libertad de Culto).- En medio de la polémica desatada por la intervención de la iglesia católica en la política y acciones del gobierno del DF; el pleno de la Cámara de Diputados celebró los 150 años de la promulgación de la Ley de Libertad de Culto.

Como un acuerdo, cada grupo parlamentario expuso su punto de vista sobre la ley de la libertad de culto. Y en este ejercicio de reflexión el PRI celebró el aniversario; el PRD lo festejó con fanfarrias y el PAN reviró contra el Estado por entrometerse con la religión.

Por el PRI, el diputado del Estado de México, Emilio Chuayffet Chemor, secretario de Gobernación en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, dijo que dicha ley postula la libertad de creencias y establece que lo herético es querer obligar a alguien a compartir la misma creencia.

Siendo Gobernación la instancia encargada de vigilar la real separación del clero y el Estado, el ex gobernador mexiquense resaltó que la libertad de culto y el Estado laico son dos caras de la misma moneda. La religión es un derecho fundamental del ser humano, inalienable e imprescriptible; y el Estado, la  garantía para que se respeten todos los credos, incluso, la libertad de no creer.

Así, sobre la ley proclamada en 1860 por el presidente Benito Juárez, la diputada Adriana Hinojosa del PAN, partido que se ha proclamado católico, se pronunció pero por la defensa de las libertades espirituales y contra cualquier pretexto del Estado para entrometerse en cuestiones religiosas.

Por el PRD que ha caracterizado a sus integrantes por el ateísmo en términos generales, el diputado Rodolfo Lara reprochó que aunque en los actuales gobiernos del PAN de vez en cuando las fuerzas conservadoras queman libros y promueven acciones que limitan las libertades ciudadanas, en esencia las instituciones juaristas siguen vivas.

En este debate, el Partido Verde Ecologista de México expuso en voz de la diputada Rosario Brindis que la Ley de cultos es una garantía a la pluralidad de creencias; y reconoce que la religión católica no es el único templo para la educación ni tampoco la moral de pueblo mexicano.

México conmemora ser un país donde conviven todas aquellas creencias que no vulneran los derechos ni atentan contra las garantías colectivas de los mexicanos, y celebra que somos un país que prefiere la laicidad antes que regresar a una cultura impositiva, totalitaria, discriminatoria y marginal, dijo.

En esta reflexión, el Partido del Trabajo criticó a los gobiernos emanados del PAN por la doble moral del partido en el gobierno, ya que a pesar de proclamarse cristianos, han promovido la inequidad económica, el desequilibrio político, la violencia, el dolor humano y el intervencionismo destacó.

Por la fracción de Convergencia, el diputado Víctor Hugo Círigo hizo un llamado a la Secretaría de Gobernación para que aplique la Ley de Cultos y rechazó los intentos del gobierno federal de retornar a cuestiones históricas ya rebasadas.

Para finalizar el debate de Nueva Alianza el diputado Roberto Pérez de Alva apreció que los momentos actuales son el mejor tiempo para enfatizar desde uno de los más grandes Poderes de la Unión la defensa de laicismo del Estado mexicano.

Nuevo reglamento para que los diputados trabajen mejor

Ante el problema de la parálisis parlamentaria, por que se contemplan periodos de sesiones de apenas tres meses por el mismo tiempo de descanso; y por la mala organización de los trabajos en la Cámara de Diputados está a un paso de aprobarse un nuevo reglamento.         

Así, la Comisión de Puntos Constitucionales presentará el próximo martes un dictamen para promover un nuevo reglamento interno de la Cámara baja que prohíba que se realicen paralelamente las actividades de las más de 40 comisiones legislativas y la sesión del pleno cameral.

 Ya que ese empate de actividades conlleva a que los diputados estén en todas partes y en ninguna a la vez.

 También se pretende que no coincidan más de tres comisiones que sean afines, con el objeto de evitar que se empalme el trabajo de los diputados.

Ya que de igual forma,  por la diversidad de actividades programadas el mismo día y a la misma hora, los legisladores dejan de cumplir cabalmente con sus compromisos como miembros hasta de cinco comisiones al mismo tiempo.