Banner

Calma, hasta 2018 el candidato del PRI

CD. DE MÉXICO, 27 de Noviembre de 2017.- El presidente Enrique Peña Nieto ha perfilado este lunes al saliente secretario de Hacienda, José Antonio Meade, como candidato del PRI a sucederle en las elecciones presidenciales de 2018.

“Le deseo el mayor de los éxitos en el proyecto que ha decidido emprender”, dijo el presidente al aceptar la renuncia de Meade, palabras que fueron interpretadas por los analistas como el esperado destape del aspirante del PRI.

La búsqueda de esa candidatura fue anunciada por el propio Meade poco después.

Fue muy difundida y debidamente interpretado el espaldarazo al ex jefe de Hacienda por parte de Peña Nieto, cuando éste expresó que "José Antonio Meade ha demostrado ser un hombre de bien y con un profundo amor a México. Muchas gracias, Pepe y mucho éxito", en un mensaje a la Nación la mañana de este lunes tras aceptar su dimisión a su último cargo público en el gobierno federal.

Fue una expresión del mandatario mexicano que hizo ver una suerte de designación de facto de Meade como aspirante, quien no es considerado militante en las filas priístas, lo cual ha generado algunos desacuerdos en grupos al interior del tricolor.

Al no ser parte de la lista de integrantes, Meade tiene hasta el jueves para formalizar su candidatura, en contraste con el resto de los aspirantes que sí sean parte del PRI, quienes tendrán hasta el domingo para presentar sus objetivos.

LA CARGADA

El término “cargada” se acuñó hace mucho tiempo en México para definir la respuesta de los políticos hacia el personaje que lograría la posición de mando a la que Meade aspira; como ocurre en cualquier posición en los niveles de mando en el sector público o privado.

El hasta este lunes secretario de Hacienda recibió este respaldo presidencial y eso bastó para que casi todos los miembros del Gobierno aparecieran felicitándolo. El hombre fuerte de Peña Nieto, y amigo cercano de Meade, el canciller Luis Videgaray fue uno de los primeros en salir al paso de la noticia.

Así ha sido con Aurelio Nuño, secretario de Educación. Otro fuerte aspirante, el secretario de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong, no apareció en manifestaciones efusivas, pero convocó a la unidad y al respeto de las decisiones al as que llegue el partido.

El ministro de Gobernación se descartó de la lista de buscadores de la nominación, a pesar de los buenos números que le dieron las encuestas. El análisis político dice que le ha afectado la violencia que vive el país y el número de homicidios, sobre todo en el 2017, que se perfila como el año más violento de México en su historia reciente.

Otra especulación surgida, es el por qué Luis Videgaray, el canciller, fue quien destapó prácticamente a Meade la semana pasada, al señalar que “Con él, México tiene rumbo y claridad”, frase que muchos interpretaron como determinante, por ser el espaldarazo del hombre fuerte del presidente, pero también podía significar todo lo contrario.

Videgaray, con su intervención, le quitó protagonismo al presidente y más creció la especulación, cuando Peña Nieto en un evento de su agenda, el viernes, aseguró: "yo creo que andan bien despistados todos, el PRI no habrá de elegir a su candidato a partir de elogios o aplausos. Creo que son muchos los servidores públicos que tienen trayectoria y méritos".

Este lunes, sin embargo, parecen haberse definido las cosas: todo está planchado para que Meade llegue a ser candidato y Videgaray, tenga la fuerza transexenal para alejar cualquier posibilidad de rompimiento entre los protagonistas del actual sexenio y el que viene, que según las cuentas priístas, será de tres colores.