GUAYMAS, Son.- Gaspar Zaragoza Iberri, hasta ahora considerado el mejor presidente municipal de Guaymas (1970-1973) –mostrando una longevidad fuera de serie–, llega a las nueve décadas de vida, con 7 hijos, 21 nietos y 9 bisnietos.
Su conclusión a los noventa años es que “la familia ha sido lo más importante de su vida”.
“También los buenos amigos, son parte fundamental de una vida plena y bien vivida”, sostiene.
Nació un 9 de febrero de 1928, en Guaymas. Descendiente de Gaspar Zaragoza Maytorena (nacido en 1898) y Amelia Iberri, y nieto de Gaspar Zaragoza Echeverría –emigrado de España, y fallecido en 1938– y Matilde Maytorena Tapia –hermana de José María Maytorena Tapia, gobernador de Sonora (1911-1915). Gaspar se casó el 26 de abril de 1952, en Culiacán, Sinaloa, con Elsa Gaxiola Clouthier, prima hermana del legendario Manuel J. Clouthier, candidato presidencial del PAN en 1988.
En un interesante estudio sobre empresarios españoles en Sonora, que publicara Ana Isabel Grijalva Díaz del Colegio de Sonora, se señala en una relación a “inmigrantes del Norte de España que destacaron en la actividad empresarial en Sonora entre 1890 y 1910”.
Se menciona a Pedro Velarde, de Burgos; Pedro Cosca, de Vizcaya; José C. García, de Cantabria; Gregorio Álvarez, de Vizcaya; los asturianos hermanos De la Puente, de Cantabria los hermanos Abascal, y de El Anchove, Bilbao, provincia de Vizcaya, a Gaspar Zaragoza Echevarría.
Al tiempo surgiría un negocio –casa importadora– en sociedad integrado por Pedro Cosca, Gregorio Álvarez y Gaspar Zaragoza: Pedro Cosca y Compañía, asociados con Woller Bartning Sucesores, el 20 de septiembre de 1898, en Mazatlán, Sinaloa. Cosca murió en 1901 y su lugar en la empresa lo tomó su esposa Enedina Vásquez de Cosca.
Gaspar Zaragoza incursionaría también en la minería desde 1884. Aparece junto con Ramón Corral Verdugo (ex gobernador de Sonora y vicepresidente de la República), Ignacio Bonilla y Manuel Mascareñas, entre otros, como uno de los primeros asociados, con 50 acciones del banco de Sonora, tal y como se menciona en la escritura constitutiva del 1 de diciembre de 1897.
Participaría también Zaragoza Echevarría como socio de la Compañía Industrial del Pacífico Los Ángeles (1903), la Cervecería de Sonora y la Compañía Jabonera del Pacífico, con Luis M. Aguayo, Juan Lliteras y Guatimoc A. Iberri (de W. Iberri e hijos sucursales). El abuelo Gaspar murió en 1938. El padre Gaspar murió en 1972. El tercer Gaspar de la familia ha vivido ya 90 años para contarlo.
De excelente salud y ánimo, Gaspar Zaragoza puede disfrutar todavía su obra –una de las más importantes de la historia moderna del puerto–, realizada como presidente municipal de Guaymas
entre 1970 y 1973: La Plaza de los Tres Presidentes, que en aquellos tiempos costó 4 millones de pesos, se mantiene como un lugar de recreación, esparcimiento y eventos cívicos. El Aeropuerto Internacional de Guaymas, autorizado a Gaspar directamente en 1971 por el presidente Luis Echeverría, en Agua Prieta. El Auditorio Cívico, hoy llamado Fray Ivo Tonek, que costó 7 millones de pesos, y que a los 46 años de construido luce majestuoso y de gran utilidad para la ciudad. La obra educativa en las comunidades Yaquis promovió el combate a la marginación de los jóvenes de la etnia. El parque industrial construido rumbo al paraje que libró a Guaymas de la contaminación y los malos olores, también. La Presa de Punta de Agua o “Ignacio Alatorre”, que ha contribuido a canalizar las aguas del Río Mátape y el arroyo de San Marcial.
Como pocos, Gaspar le dio un impulso a la construcción de aulas para la educación básica en el medio rural (156 en 3 años, dice); así como a la electrificación rural y la instalación de sistemas de agua potable en la mayoría de las comunidades rurales. Hablamos del puerto de Guaymas de los setenta del siglo XX, con 40 mil habitantes y con apenas 6.8 millones de pesos de presupuesto, pero con obras que hicieron trascender el período de Gaspar.
¿Y el sueldo Gaspar? Le pregunté: “5 mil pesos mensuales que directamente iban a parar a manos de mi esposa Elsa, para que lo utilizara en los servicios del DIF (antes IMPI) municipal. Yo vivía de mis ingresos como agricultor (frutas y legumbres), aunque reconozco que en ese tiempo descuidé un poco los negocios porque la administración municipal me absorbió por completo”, dice.
A los 90 años Gaspar sigue conduciendo su Grand Marquis 1990 y vive en la misma casa de Miramar 205 de toda la vida. ¿La clave para la obra municipal Gaspar? Una muy buena relación con el presidente de la República y su gabinete, y una relación excelente, personal con el gobernador Faustino Félix Serna, con quien desde el principio hizo amistad por su seriedad, trabajo y pasión por la política y el servicio público.
“Me entendí de maravilla con Don Faustino”, dice. ¿La clave de la longevidad Gaspar?
Mucho ejercicio, pocos vicios, mucha comunicación, un buen tequila y un buen Whisky de vez en cuando, vida familiar, una vida ausente de rencores y amarguras, culto a la amistad y al de arriba, que todo lo juzga, así como a las cosas buenas de la vida que son los amigos y este paisaje del puerto que no cambio por nada”, ratifica.
¿Nunca fumaste cigarros Gaspar? Por último, le pregunté:
“Nada más los 29 días que duró el secuestro de mi hijo Santi”.
“Pasada esa página negra, jamás volví a tocar un cigarro”, dice para despedirse.
Es Gaspar Zaragoza Iberri que a los 90 años, se muestra con una salud y una alegría de vivir envidiables. Una vida muy bien vivida, sin duda. Bienvenidos los años que se acumulen a partir de ahora. Se los merece.