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El análisis: ¿Quién ganó el debate?

GUAYMAS, Son.- Todos los candidatos se proclaman ganadores de los debates y de las elecciones. Es la costumbre.

Pero en cada caso, aportan elementos para ser escuchados y considerarse hasta dónde tienen razón.

La tarde de domingo (noche, en la CDMX), los cinco aspirantes a dirigir el país, debatieron sobre democracia, pluralismo y grupos en situación de vulnerabilidad. Fue el primero de los tres debates que preparó el Instituto Nacional electoral (INE).

Al parecer todos quedaron contentos con la organización. Se aprecia más atención y opiniones favorables sobre resultados. Los candidatos pudieron contrastar ideas e intercambiaron señalamientos mutuos de corrupción, además de configurar proyecciones en materia de seguridad o economía.

Sin embargo queda en el ambiente general la interrogante de siempre, las dudas y controversias sobre quién ganó el debate. Para acercarse a una idea que pudiera responder a la pregunta, hay claves. Algunas de ellas se resumen en estas observaciones:

EL DEBATE

Se confirmó lo que todos esperaban, un ataque frontal de todos contra quien encabeza las encuestas sobre preferencias, Andrés Manuel López Obrador.

Fue blanco de las críticas, pero no se dejó llevar y sostuvo la posición que le ha permitido salir airoso en otras pruebas. Intervino sin comprometerse, evadió y se le vio confiado casi toda la marcha del evento; por momentos algo nervioso, pero como tenía previsto, tuvo el escenario que quería.

Nadie cree que su desempeño afectará su posición como dueño de las preferencias electorales.

Respondió con líneas y discursos que repite en sus mítines y habló de temas polémicos en su campaña como la amnistía.

EL BRONCO

Atrajo la atención el candidato independiente Jaime “El bronco” Rodríguez Calderón, quien llegó al registro con cuestionamientos por irregularidades en sus firmas, pero en este evento su figura se elevó al enseñar una bala para asegurar que fue víctima de la delincuencia. Un hijo suyo fue asesinado por delincuentes.

Dejó su número de teléfono para que le manden mensajes por WhatsApp, lo cual también generó controversia y discusión, y propuso directamente a los candidatos renunciar al dinero público que se le da a los partidos.

Fue hacia López Obrador, a quien tenía justo a un lado y le entregó el documento, pero no hubo respuesta en ese momento. De hecho, ningún candidato se comprometió.

Enseguida, planteó “El bronco” su polémica propuesta: “cortar la mano” a las personas que roben.

La conductora Azucena Uresti notó algo en el tono de la expresión y le cuestionó, quizá esperando una reflexión que confirmara la alegoría, pero no la obtuvo. Insistió, El Bronco, en cortar la mano.

“¡¿Es literal?!”, insistió la conductora.

“Es literal”, contestó el regiomontano. La posibilidad que una medida de barbarie se implante, dominó el momento y las redes en todo el país.

MUY CAPAZ

Ricardo Anaya aprovechó bien el debate al mostrar datos, calculó sus tiempos, no interrumpió ideas y fue un constante atacante contra López Obrador. Mostró ser ágil para esquivar los ataques en su contra.

Anaya fue señalado por presunto lavado de dinero y la PGR inició una investigación en su contra, pero el debate pudo ayudarlo. Acertó en varios señalamientos contra López Obrador, sobre todo al cuestionarle a colaboradores actuales, ubicándolos en tiempos pasados en presuntos actos de corrupción, entre ellos el empresario Alfonso Romo y el político Manuel Barlett, autor, este último, de la “caída del sistema” que arrebató en 1988 la Presidencia de la República a Cuauhtémoc Cárdenas, quien competía por una alianza de izquierdas a través del recién fundado Partido de la Revolución Democrática.

Anaya usó sus tiempos para lanzar golpes que acertaron en la figura de José Antonio Meade. Lo exhibió en una imagen con César Duarte, exgobernador de Chihuahua, donde el norteño hoy prófugo de la justicia corta un pastel.

La muy sugerente alegoría impactó al plantearla así: “¿De qué tamaño es la rebanada del pastel que te tocó?”, refiriéndose a actos de corrupción como la “Estafa maestra”, el caso Oderbrecht y hasta siete más que resumió el queretano pidiéndole aclararlos en el 7de7 que realmente quiere saber el pueblo de México por qué se dio y se castigue a los responsables.

MARGARITA: ASI, ASÍ

Margarita Zavala hizo el esfuerzo por mostrarse segura y su voz firme y fuerte así lo indicaba.

Se dijo la alternativa para que llegue al cargo alguien que sea considerado “menos corrupto, menos malo”, pero al final se confirmaba que ninguno de los mensajes había impactado tanto para quedar en la memoria de la gente.

MEADE BIEN, PERO…

La propuesta del PRI, José Antonio Meade, atacó y señaló a sus contrincantes, pero a ninguno como a Andrés Manuel López Obrador. Un buen momento fue cuando exhibió a Ricardo Anaya por las acusaciones de lavado de dinero y saltó de nuevo para amarrar la andanada contra el aspirante de Morena, al señalarlo como dueño no declarado, de tres departamentos.

No logró risas, como se hubiera esperado, al acusarlo de ser contrario a cualquier idea que se plantee a favor del desarrollo del país, y lo quiso resumir en un chiste conocido, pero de poco impacto en ese momento: “Si se desmaya, en lugar de volver en sí, volvería en no”.

LAS REDES

El debate mostró varias tendencias:

Destacaron López Obrador y el regiomontano El Bronco.

No fue buena, pero fue tendencia al fin, la de El Bronco con sus polémicas propuestas, sus dichos aparentemente afines a la forma de hablar de los norteños, sobre todo donde dijo que él no llamó gordas a las mujeres embarazadas, sino que en aquella región les dicen “gordas”. En cuanto al matrimonio entre parejas del mismo sexo, habló de su respeto a tendencias y cree en el matrimonio, “por eso me he casado tres veces”.