PARA INTRODUCIR LA DROGA EN PUERTOS MEXICANOS
Un periódico de circulación nacional se unió el día de ayer, a la campaña de desprestigio en contra de la Administraciones Portuarias Integrales de la SCT (APIs, responsables de administrar y operar los puertos nacionales), erigiéndose en Juez y publicando un editorial titulado “Puertos de corrupción”, calumniando sin ninguna prueba a la API Manzanillo, con una acusación que ya la Auditoría Superior de la Federación calificó como no grave.
Igualmente, de forma por demás servil, manifiesta su apoyo al afán desmedido de la Secretaría de Marina-Armada de México para apoderarse de la industria portuaria, lo que ocasiona el declive de las inversiones en infraestructura y equipo portuario, con la consiguiente afectación del comercio por vía marítima de nuestro país.
El editorial en mención “informa” qué hay entrada de precursores de droga por puertos del Pacífico, siendo que, en los dos principales puertos de ese litoral, las Capitanías de Puerto están ocupadas por militares de alto rango de la SEMAR, y fue precisamente esta circunstancia de la entrada de droga la que se adujo para la ocupación ilegal de esas Capitanías de Puerto por dichos militares de alto rango de la SEMAR.
Hay que destacar que este organismo militar cuenta en ese puerto con un cuerpo de élite al cual le llaman “CUMAR” (Centro Unificado para la Protección Marítima y Portuaria), que tienen como misión realizar acciones de vigilancia, verificación, visita, inspección y control en funciones de guardia costera dentro de los recintos portuarios, en apoyo al ejercicio de la autoridad en materia de protección marítima y portuaria.
Adicionalmente, cuenta la SEMAR en ambos puertos con otro cuerpo de élite llamado UNAPROP (Unidades Navales de Protección Portuaria), con la misión de realizar acciones de vigilancia, inspección y control en funciones de Policía Marítima en el interior de los recintos portuarios, a fin de ejercer la autoridad en materia de Protección Marítima y Portuaria.
¿Qué pasa entonces? ¿Aduanas y SEMAR, confabulados con el crimen organizado para introducir la droga? No hay otra explicación.
¿Es el editorial en mención equivalente al actuar del ladrón que grita: ¡Atrápenlo! ¡Atrapen al ladrón que allá va! Si es así, resulta que este periódico que presume de independiente e impoluto, se vende al mejor postor.
No dijo qué periódico. Pero es una respuesta directa de los marinos mercantes a los militares.