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Crónica de una (frustrada) extorsión anunciada

+ Narra visitante extranjero su aventura en un problema interminable

SAN CARLOS.- En redes sociales se ha vuelto “trend topic” la narrativa de un residente extranjero sobre su experiencia en carretera, donde fue detenido por elementos al parecer de la Guardia Nacional, al sur de Santa Ana.

Su impresión es, estuvo a punto de ser víctima de lo que había escuchado muchas veces, sobre historias de chantajes policiales en la carretera federal 15, que conecta la frontera de Nogales con el centro del país y toca Guaymas, donde se ubica este destino turístico.

Esta es su historia:

“Curiosamente, he escuchado muchas historias de chantajes policiales en la carretera 15 y estoy muy seguro de que experimenté mi primera el día de hoy.

A mas o menos 25 kilómetros al sur de Santa Ana, la carretera estaba bloqueada para formar un solo carril, había 4 carros policiales, 4 o 5 mesas y unos 8 oficiales instalados en el centro de los carriles.

Estaban señalando a los autos a los que querían hacerles algún tipo de “inspección”. Yo no estaba preocupado ya que había cruzado la inspección fronteriza din problemas y no tenia nada que ocultar. Me señalaron y me orillé, noté 2 o 3 otros carros con placas de Estados Unidos también detenidos. Un oficial algo joven me pidió que bajara de mi carro y se sentó en el asiento de conductor y procedió a examinar cada rincón y grieta de mi jeep. Miró debajo de los asientos, en la parte de atrás, abrió todos los compartimentos, golpeaba las cosas con un desarmador y encontró mi radio CB portátil (lo uso para mis paseos “off road” con mi jeep).

Me pregunto que era y le dije que era una radio de banda ciudadana y señalé mi antena y el parecía satisfecho. Después encontró un par de tarjetas de memoria SD y preguntó para que eran. Le dije que eran para mis video cámaras y señalé mis cámaras de tablero (delantera y trasera). Honestamente pensé que estaban buscando algo para ponerme una “multa”. Después me dejó ahí esperando un minuto, mientras el se fue a hablar con otro oficial de mas edad (con uniforme diferente). Así que encendí mi pipa con tabaco, me relajé u esperé. Sin preocuparme, claro, no tenía nada que ocultar.

Entonces, ese oficial más viejo se acerca y me di cuenta de que el es quien estaba al mando. Me pregunta si estaba fumando “nicotina” y le dije “si, pipa de tabaco” y le mostré mi pipa. Estuvo bien con eso y después me pidió que vaciara mis bolsillos. Eso me sorprendió, así que me dirigí a una de las mesas para hacerlo ye el me dijo “no, aquí” y señala el asiento de mi carro… lejos de la vista de todos. También me dijo “la cartera también”. Y de repente me pregunta “¿cuánto dinero tienes, 1000 dólares, 2000 dólares?” De nuevo sorprendido, me reí entre dientes y contesté “tal vez uno cien”.

Mientras vaciaba mis bolsillos, el se asoma a mi carro y me pregunta “¿tienes cámaras de video?”, le contesté “si, dos cámaras” y las señalé (y por supuesto estaban encendidas y grabando). Inmediatamente después me dijo “¡Vete!”. Aventé todo lo que estaba en el asiento de pasajero, incluyendo mi cartera, al asiento del copiloto, me subí a mi carro y me fui lo antes posible, no quería estar cerca de ese lugar. ¿parece suficiente emocionante? No se cómo le fue a la gente de los otros carros con placas de Estados Unidos, y no iba a quedarme para averiguarlo, pero puedo decir que, tener cámaras de video me salvó de alguna multa falsa".