GUAYMAS, Son., 25 de octubre de 2021.- Guillermo Padrés Elías narró con detalle cómo fue la amenaza de Enrique Peña Nieto para que cerrara el acueducto Independencia, promesa que en campaña, el mandatario hizo a los agricultores de Cajeme.
Fue a través del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, después de no alcanzar acuerdos “con los agrotitanes”, porque “todo era cierra el acueducto”.
El presidente Peña nunca recibió a Padrés, producto del resentimiento político porque le arrebató Sonora.
LA AMENAZA
Osorio Chong llamó al gobernador de Sonora para darle “un recado del presidente de la República”.
Padrés voló a Ciudad de México, llegó a la Segob y Osorio lo recibe “con una cara muy dura” y trato muy frío. El mensaje, tajante, fue:
“El presidente te pide que cierres el Acueducto Independencia”.
El entrevistado revive el momento al describir lo que sintió:
“Me cayó como bomba, sentí hasta que se me iba la respiración, me entró un escalofrío, no lo podía creer, me quedé en silencio, no lo podía dimensionar”.
Pudo articular una interrogante: “¿Cómo, señor secretario?
“Que cierres el Acueducto Independencia”.
Cómo cerrar una obra de 4 mil millones de pesos que ya está funcionando, legal. Pidió buscar otras soluciones.
“Que no”, la fría respuesta.
¿Cómo?
“Que no hay otra opción, lo vas a cerrar”.
Señor secretario déjeme hablar con el presidente…
“No, no quiere hablar contigo”.
“Ahí supe que estaba marcado mi destino”, reflexiona Padrés Elías.
Osorio le dejó clara la posición presidencial: “pues si no vas hacer caso, ya sabes lo que implica no hacerle caso al presidente de la República”.
“Ah carajo, dije, espérame, déjame defender mi punto, déjame defender…”.
El muro infranqueable: “no, el no hacer caso tiene sus consecuencias, gobernador”.
A la pregunta de “¿Estás dispuesto a enfrentarlas? del secretario de Gobernación, el ex mandatario sonorense contestó negativamente: “no sé de qué me hablas, pero no me quiero ni imaginar qué me vas hacer… pero, pues, no lo voy a cerrar”.
La negativa le hizo sugerir el “ustedes ciérrenlo, ustedes tienen poder como Federación, les doy las llaves del acueducto… ustedes ciérrenlo, yo no lo voy a cerrar”.
Otra vez la respuesta intransigente: “no, el costo político lo vas a pagar tú, no el presidente”.
Padrés dijo no haber pensado en costo político, sino en la gente.
Y allí vino la amenaza de “graves consecuencias” si no cerraba el ducto. No pudo explicar más, pues el frío y entonces encumbrado hidalguense se levantó y alejó.
Confiesa Guillermo Padrés que esa amenaza “cambió mi vida personal” y la política de su gobierno.
Osorio Chong lo había amenazado a nombre del presidente.
Buscó al presidente. Se peleó con él “y se me vino encima todo el poder del Estado, con todos los medios de comunicación, con todas las dependencias en contra, cerraron la puerta a Sonora de una forma increíble”.
Define eso como abuso de poder, “corretear” a tus adversarios políticos y judicializar la política.
No le dijeron lo que le harían, pero “fue muy claro con el tiempo, cómo se fue armando todo”.
Y la acusación abierta contra Peña Nieto:
“El presidente se fue con todo contra sus adversarios, tanto internos de su partido como externos, se nos vino encima; a todos los que creyó él que le podíamos estorbar en su carrera política se nos vino encima y más cuando a él se le vino lo de la Casa Blanca y todo eso, pues más necesitaba gente con qué emparejar cartones. Y más cuando estaba persiguiendo gobernadores de su partido”.
Tenía que emparejar cartones y meter un gobernador de la oposición también.
“¿Quién era su enemigo político en ese momento? Pues Guillermo Padrés, porque no quise cerrar el acueducto independencia. Fue muy clara su actitud al no ceder yo a ese capricho de él”.
Así fue, dice Padrés, su aventura que lo privó de su libertad y lo arrojó al descredito social y político.
(Tomado de la entrevista de Luis Alberto Medina, en Proyecto Puente)