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No pueden contra el tráfico de armas

+ Son mínimos los decomisos en la frontera con EU

          BROWNSVILLE, Texas, 6 de Marzo de 2011.- Agentes federales estadounidenses descubren y detienen sólo una pequeña parte del “río de armas” que fluye hacia México.

En dos años, pese a “refuerzos” en las inspecciones a viajeros que cruzan la frontera sur, han interceptado apenas 386 armas, pese a cifras que sitúan el tráfico diario en unas dos mil.

El problema resurgió el mes pasado, cuando un agente del Servicio Federal de Inmigración y Control de Aduanas fue asesinado en México con una arma adquirida en Fort Worth, Texas.

Hoy se sabe, detener el traslado de armamento, municiones y dinero hacia México, resulta muy complicado para las autoridades en ambos países.

En marzo de 2009, la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, se unió al presidente Obama para anunciar planes con los que Washington “ayudaría a que México lidiara con la violencia del narco”, que ha dejado más de 34 mil muertos desde 2006.

“Hay que interceptar las armas, hay que impedir que lleguen a México”, decía entonces Napolitano, y eso provocó el refuerzo donde se unieron agentes de la Dirección de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) con la Patrulla Fronteriza y alguaciles, para revisar personas y autos que entran a Estados Unidos, pero ahora también para inspeccionar a quienes salen.

Sin embargo, no hay mucho progreso, pues en 2009, en todos los cruces a lo largo de la frontera entre Brownsville, Texas, y San Diego, California, separados por más de 3 mil kilómetros, sólo se incautaron 107 armas; en el año siguiente, 279.

La Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) reportó haber decomisado 2 mil 633 armas en 2009 en los cuatro estados del suroeste que colindan con México, aunque esto ocurrió antes de intentar su cruce. Pero si hubiesen cruzado apenas sería algo más de lo que cruza diariamente.

CRUZAN Y CRUZAN

En 2008, un centro de investigación en Washington declaró que 2 mil armas se introducen cada día a México y el reporte compilado por una comisión que incluye al ex presidente mexicano Ernesto Zedillo y a Thomas Pickering, ex embajador en Rusia y funcionario del Departamento de Estado en la administración de Bill Clinton, es el cálculo más amplio sobre el tema, sin citar el criterio que permitió determinar tal cifra.

La lucha por frenar el tráfico de armas y municiones falla. Las inspecciones al tráfico que sale de Estados Unidos lograron decomisar 93 mil 141 cartuchos útiles en el último año, un 400% más del año previo, mientras que las incautaciones de dinero en efectivo que iba a México cayeron de 37 millones de dólares en 2009, a unos 27.4 millones el año pasado.

Por eso la ATF enfrenta críticas. Cadenas informativas e instituciones sin fines de lucro reportaron que agentes federales que debieran investigar y frenar el tráfico de armas que van a los cárteles, permitieron que cientos de armas compradas en su país llegaran a México “para investigar el caso y buscar la detención de los traficantes”, perop ahora se sabe que fallaron.

De septiembre de 2009 al 31 de julio del 2010, México incautó más de 32 mil armas ilegales. El país requiere un permiso de la Secretaría de la Defensa Nacional para adquirir un arma y ésta debe ser pistola de un calibre máximo de .38.

Los reportes de esas agencias indican que también hay otros orígenes de las armas, como grandes traficantes en Israel y Bélgica y muchas de ellas, que fueron usadas para perpetrar asesinatos, nunca fueron investigadas para rastrear su origen.

ATF estima que de las armas descubiertas en escenas de crímenes en México, y de las que sí se hace un rastreo por autoridades federales, casi 90% fueron adquiridas en EU, cual ocurrió con la pistola encontrada en el lugar de la emboscada que mató al agente del ICE Jaime Zapata.

 “Cuando un agente estadounidense es asesinado con un arma adquirida ilegalmente en Estados Unidos, esto realmente ilustra la ironía de nuestra política actual”, dijo David Shirk, director del Instituto Transfronterizo de la Universidad de San Diego. “No intentamos con la firmeza suficiente de impedir que los malos utilicen nuestras armas en contra nuestra”. (Con información de agencias)