La bancada del PRI en San Lázaro se echó para atrás en eso de apoyar la iniciativa de reforma laboral que propuso desde el año pasado el PAN; como un compromiso con el sector empresarial.
Compromiso similar que tienen a la vez los priistas; sobre todo si esperan el apoyo de los hombres del dinero para que financien la campaña electoral del candidato del PRI a la presidencia de la República, cualquiera que éste sea.
Pero luego de 15 días en que el PRI fue y vino con el discurso de que esta propuesta de reforma era bondadosa para la clase trabajadora y aseguraba el desarrollo económico de México; resulta que este día dijo que siempre no.
Y rechazó votar a favor el pre-dictamen que estaba a punto de ser aprobado en fast track en la comisión del trabajo, con los votos del PRI y PAN únicamente, y que tenía ganado el rechazo del resto de las fuerzas políticas, en particular del bloque de izquierda: PRD, PT y Convergencia.
A decir del coordinador de la bancada, Francisco Rojas, el PRI cambió de parecer ante las protestas del PRD y del PT, en contra de una reforma laboral sin consenso. De ahí que el tricolor aceptó darle más tiempo al tiempo.
Y avaló la realización de foros para que trabajadores, líderes sindicales, empresarios, académicos y demás grupos sociales organizados que lo deseen, participen en el rediseño de una reforma laboral de consenso nacional, apuntó el diputado mexiquense.
La bondad priista es difícil de creer, y más difícil de creer es que las protestas del PRD y PT los hayan hecho virar en su intento de albazo para aprobar una reformar la ley federal del trabajo que beneficiaba al sector empresarial en primer lugar y cancelaba conquistas laborales.
Más bien lo que sucedió fue que al interior del PRI el sector obrero protestó por la patraña en contra de la clase trabajadora que cocinaba el partido que creó las instituciones y apoyó en sus orígenes las demandas laborales.
Así, antes de que la situación se desbordara con las movilizaciones sociales de protestas que anunció el PRD, y la inconformidad al interior del PRI, los diputados del tricolor reviraron; no sin antes aclarar Rojas Gutiérrez que cambiaron de opinión no por temor a las reacciones.
En este escenario de tensiones en contra de la cúpula priista, el secretario de Trabajo y Conflictos de la Confederación de Obreros, Campesinos y Empleados de México (COCEM), Óscar Moreno Moreno y el diputado Armando Neyra Chávez, coordinador de la bancada obrera del PRI, solicitaron la participación del movimiento obrero mexiquense en la reforma y apoyaron la realización de los foros.
Sobre la propuesta de reforma laboral PRI-PAN que desechó este martes el tricolor, el mexiquense dejó en claro, a través de un documento entregado a la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, la postura del sector obrero del PRI en contra de la misma.
Si se busca igualar la legislación con otras que pagan por hora, se debe reevaluar el salario. Además, se debe crear el seguro de desempleo que dé certeza al trabajador de la estabilidad laboral; y se debe establecer la semana de 40 horas con pago de 48, entre otras adecuaciones.
La que no quedó muy satisfecha con este viraje fue la coordinadora del PAN, Josefina Vázquez Mota, quien de inmediato pidió al PRI definir su postura y lo invitó a respaldar, como prometió, esta reforma para modernizar la ley federal del trabajo; esto, no sin antes acusar a los diputados priista de tomar la reforma laboral de rehén electoral, en perjuicio de los millones de mexicanos que esperan tener pronto un empleo.
Lo que le faltó decir a la panista fue que esos empleos que promete la reforma laboral del PAN son mal remunerados y no cuentan con las garantías sociales a las que ley de hoy sí obliga.
A lo cual los perredistas, petistas y diputados de Convergencia habían apuntado el sí a una reforma laboral que genere más empleos, pero bien pagados.