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Las reflexiones de Calderón

+ Del tema sobre el diálogo con el Movimiento por la Paz

CD. DE MEXICO.- Dialogué ayer con familiares de víctimas de la violencia, entre ellos Javier Sicilia. Fue para mí una experiencia intensa y aleccionadora.

La jornada de ayer fue directa, sin intermediarios, ni escritorios, ni papeles, sino ideas, convicciones, posturas.

Aquí las reflexiones del Presidente sobre el diálogo que sostuvo con los representantes del Movimiento por la Paz. Reflexiones sobre el diálogo y, en ejercicio inédito, reflexiones personales sobre el fenómeno de la violencia que sufre México y sobre la lucha por la seguridad que ha entablado el Gobierno Federal para combatirla.

Estos tweets son una herramienta para conocer algunas de las razones que están detrás de la toma de decisiones en este tema, que esclarecen falsas premisas como la de que “el Gobierno es el causante de la violencia” y que, como dice el propio Presidente, son razones, convicciones o pensamientos no revelados en las estadísticas.

Como padre de familia, como mexicano, y como Presidente de la República, me duele profundamente este dolor de México.

I. Sobre las víctimas de la violencia

Les estaré compartiendo algunas reflexiones que hice ayer con Javier Sicilia, con víctimas de la violencia, y con todos los mexicanos.

La primera: yo también quiero un México en Paz, con Justicia y Dignidad. Yo también quiero un México sin violencia.

Me entristece la pérdida de vidas de miles de mexicanos. Las estadísticas no revelan la importancia de ni una sola vida que hemos perdido.

Me duele la vida segada injustamente de muchos jóvenes inocentes. Me duelen sus padres pidiéndome encontrar a sus hijos desaparecidos.

Me duele la muerte de todos los policías, de todos los soldados, de todos los marinos. Me duele la orfandad de sus hijos.

Me pesan también los muchachos casi niños que han sido reclutados por bandas. Los jóvenes sin esperanza que han encontrado la muerte.

II. Sobre la actuación del Gobierno Federal

Se dice que todo es culpa del gobierno por haber mandado al Ejército a enfrentar a los delincuentes. Esa premisa está equivocada.

No hay violencia porque estén en un lugar las Fuerzas Federales. Es al revés: Las Fuerzas Federales están ahí porque ahí hay violencia.

Es la violencia de los criminales que matan y secuestran, y no la respuesta del Estado para combatirlos, lo que ha causado esta situación.

III. Por qué el Gobierno Federal tenía que actuar

¿Qué es lo que pasó en México que nos ha llevado a esta situación que nadie quiere?, ¿Qué es lo que no ocurría antes y que ahora sí ocurre?

La respuesta está en el cambio que se dio en los últimos años en la manera de operar de los grupos criminales.

Pasamos del narcotraficante que corrompe a la autoridad para pasar por ahí, al narcomenudista que corrompe o intimida para quedarse ahí.

Antes el criminal buscaba pasar al otro lado; ahora quiere quedarse, ser el dueño de la plaza, por eso no sólo asesina, sino aterroriza.

Antes trataban de controlar sólo puntos en la frontera de EU. Ahora tratan de controlar territorios en México para la venta de droga.

Al controlar un territorio, desplaza a la autoridad, se apodera de la comunidad, y por eso empiezan a extorsionar, a secuestrar, a matar.

Por eso también se pelean: porque tratan de controlar dos o más grupos la misma ciudad, el mismo pueblo. Así empezó la violencia.

No fue de repente. Se fueron acumulando transas e intereses hasta que un día estalló, como la energía de un volcán que entra en erupción.

Al ver el avance de los criminales, al ver cómo se apoderaban de comunidades, me quedó claro que había que actuar y enfrentarlos con todo.

Quizá hubiera sido más cómodo para mí seguir el ritmo de las cosas como iban, no actuar, pretender ignorar la realidad.

¿Había que actuar o había que pretender que el problema no existía? La respuesta la encuentro en los versos de Brecht que parafraseó Javier:

Un día vinieron por los comunistas y no dije nada; otro día por los judíos y tampoco dije nada; un día llegaron por mí y no tuve qué decir.

Cuando vinieron por los primeros hubo quien no dijo ni hizo nada. En cuanto estuvo en mis manos actué, con aciertos y errores, pero actué.

Y sí debemos pedir perdón por las víctimas que no pudimos defender. Pero no por haber actuado contra los criminales que causan esas muertes.

IV. Sobre la Estrategia de Seguridad

Mientras sea Presidente estaré siempre dispuesto a revisar la estrategia; siempre dispuesto a rectificar errores y a buscar alternativas.

Pero también estaré siempre decidido a defender a las familias, cuando su propia autoridad no pueda o no quiera defenderlas de criminales.

Son 3 los elementos de la estrategia: enfrentar a los criminales, reconstruir las instituciones de seguridad y reconstruir el tejido social.

Para reconstruir instituciones, hay que depurar y fortalecer policías, Ministerios Públicos, jueces, en todos los Estados y nivel federal.

Para reconstruir el tejido social hay que crear oportunidades para los jóvenes: escuelas, universidades, cultura, deporte, empleo.

Pienso que es nuestra obligación reconstruir los cimientos de nuestra casa común, dañada por el crimen, la corrupción y la impunidad.

A todos nos toca, en distinta medida, construir un país de leyes para que los mexicanos puedan ejercer sus libertades.

A unos corresponde gobernar, a todos elegir y vigilar a los gobernantes, ser mejores ciudadanos y querer y estar cerca de los hijos.

El diálogo con las víctimas de la violencia fue muy enriquecedor para mí. Creo que para todos. Vamos a darle seguimiento entre todos.

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