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Entrevista a Calderón por Joaquín López-Dóriga

Joaquín López-Dóriga: Esta noche el Presidente Felipe Calderón dio una entrevista a Noticieros Televisa. Le voy a presentar ahora la primera parte.

Joaquín López-Dóriga: Señor Presidente, llega a esta aduana, V Informe de Gobierno y se la digo así se claro, “peor imposible”, llegar a esta aduana después del caso Monterrey.

Presidente Felipe Calderón Hinojosa: Sí, es un momento muy difícil, Joaquín, muy triste, muy indignante; pero también nos permite, precisamente, hacer un repaso del momento difícil que está viviendo México, de las causas que lo generaron y de lo que debemos hacer. Y además hay otra cosa, creo que la sacudida de los eventos de Monterrey ha sido tan fuerte que también está provocando, esa es mi percepción, una incipiente unidad, una movilización importante de ciudadanos, Joaquín; de liderazgos sociales y políticos, contra el enemigo común que, finalmente, lo estamos reconociendo como tal que es el crimen organizado. Y creo que de esa indignación ciudadana pueden salir también muchas cosas positivas.

Joaquín López-Dóriga: Señor Presidente, también lo veo llegar enojado. A veces lo veo, lo escucho, lo veo enojado, primero por lo que está por hacerse y no se ha hecho; y también lo veo enojado porque escucha usted críticas o me parece que usted registra críticas a lo que ha hecho y a lo que no ha hecho.

Presidente Felipe Calderón Hinojosa: Bueno, enojado no, indignado por lo de Monterrey sí. Sí estoy muy muy enojado, muy molesto y se dice con otras palabras, después de lo que vivimos allá, la cobardía de los criminales; pero bueno, respecto de críticas y eso, pues he tenido yo creo que como ningún otro Presidente, en honor a la verdad, Joaquín, más críticas y más abiertas que a ningún otro; pero al mismo tiempo soy un demócrata y pienso que en una sociedad libre la libertad debe respetarse, incluso en sus excesos, que los ha habido, y muchos.

Y sí, desde luego, creo que a cualquier Presidente le ocurre, que en el momento en el que se va acercando el fin de una administración, hay más prisa, hay más urgencia de terminar a tiempo las cosas. Hay muchas cosas que hemos hecho, y de eso voy a hablar en el informe; pero hay otras que quedan pendientes y, desde luego, me urge terminar.

Joaquín López-Dóriga: (…) también lo registro enojado porque lo veo que se siente como incomprendido muchas veces.

Presidente Felipe Calderón Hinojosa: Bueno, eso es inevitable. Uno quisiera tener la capacidad de explicación para todos los actos que realiza, de todas las decisiones que toma y eso no es posible. Pienso que en esa materia, en nuestra capacidad de comunicación con la gente y la explicación de lo que hacemos no ha sido suficiente nuestro esfuerzo y sí creo que la incomprensión que muchas veces se genera en torno a las decisiones de gobierno en momentos tan difíciles es un factor muy importante; pero tampoco para enojarse.

A lo mejor sí me provoca molestia como a cualquiera; pero pues también lo que debemos hacer es esforzarnos en explicar más las cosas y por eso te agradezco muchísimo esta entrevista.

Joaquín López-Dóriga: Y en la misma línea, a veces lo veo como enojado porque las cosas no salen como usted se planteó que salieran o como quisiera que salieran.

Presidente Felipe Calderón Hinojosa: Pues eso también ocurre. Pienso que al gobernar… yo le digo a mis colaboradores que a veces hay ciertos detalles del gobierno que son como pesadilla, que uno mueve una mano en el sueño y no se mueve, o dispara un arma y no se dispara, o tira un puntapié y no ocurre nada; no lo puede uno hacer. Creo que así es también la difícil tarea de gobernar, hay que mover aparatos muy complejos, muy grandes, hay que conciliar voluntades que no dependen de la voluntad presidencial.

Estamos en un sistema federal, por ejemplo, donde muchas cosas dependen de la voluntad de los gobernadores. Estamos en un sistema republicano donde hay otros poderes que tienen la igual jerarquía del Ejecutivo; pero bueno, así tanto como enojado, no. Sí hay prisa por hacer las cosas, y pues el énfasis en que se hagan.

Joaquín López-Dóriga: Bien, pero ese es el registro que me queda. También lo veo a veces enojado, Presidente, con algunos gobernadores que no han hecho su parte.

Presidente Felipe Calderón Hinojosa: Pero también contento con otros que sí la han hecho y que… y en esto te puedo decir incluso, Joaquín que, aunque efectivamente, una gran parte de la tarea de seguridad está sobre los hombros de los gobernadores, en este último año, afortunadamente yo empiezo a ver que se mueven las cosas, a nivel estatal, no en todas las entidades, por desgracia; pero se empiezan a mover, particularmente los gobernadores que han entrado recientemente a asumir sus cargos, los veo con mucho más apetito y con mucho mayor sensibilidad para enfrentar una tarea que quizá debió haberse enfrentado hace mucho tiempo, como es la de renovar las policías locales, establecer centros de control de confianza, unidades antisecuestro.

Tardamos mucho tiempo en hacer eso, a nivel estatal; pero hoy se empieza a hacer.

Joaquín López-Dóriga: Bien, no quiere usted que use la palabra enojado; pero yo a veces lo veo a usted enojado con los jueces.

Presidente Felipe Calderón Hinojosa: Bueno, eso… Tú puedes usar las palabras que quieras, Joaquín, y sí, a veces me… como cualquier sr humano, me enojo y me alegro y finalmente soy desde luego alguien que tiene un… desde niño, así es mi naturaleza, un temperamento fuerte; pero también la vida me ha ensañado a formar un carácter que es donde templa uno su temperamento y le permite controlar sus decisiones y sus impulsos.

Soy Leo, además, del año del Tigre, en el calendario chino, así que… dicen que es una combinación fuerte; pero viendo al punto concretamente, hay cosas del Poder Judicial que me preocupan mucho; pero también sé, y lo reitero, que la gran mayoría de jueces en el país cumplen con su deber y son honestos; pero también veo con preocupación que se abre una distancia cada vez más grande entre la verdad real y lo que los jueces llaman la verdad legal.

Y la verdad real es lo que la gente conoce. La verdad real es que hay delincuentes en la calle y que no les pasa nada. Y la verdad legal es la que dice que ese delincuente o este caso no pasó por este criterio, le faltó esta prueba, lo que me dieron no es suficiente, etcétera, y eso agranda un problema que tenemos los mexicanos que se llama impunidad, en la que todos somos parte, Joaquín.

¿Somos parte quién? ¿El Poder Ejecutivo? Sí, porque necesitamos presentar casos más armados, testigos más creíbles, probanzas más completas, indicios más integrales; pero también creo que el Poder Judicial tiene que hacer una revisión muy muy importante de su quehacer. Así como es posible que haya policías corruptos, y los hay, y para remediarlo estamos haciendo controles de confianza de arriba para abajo, desde secretario, subsecretarios, directores para abajo, yo honestamente pienso que los jueces también son falibles y que pueden ser objeto de corrupción, de criminales o de gente corrupta, y que ojalá también hubiera un proceso y un esfuerzo similar para depurar al Poder Judicial.

Joaquín López-Dóriga: Quizá el choque más reciente y yo lo ubicaría en dos tiempos, uno el caso Hank, y dos, el caso “Greg” Sánchez.

Presidente Felipe Calderón Hinojosa: Bueno, hay varios; pero mira, déjame, en el caso Hank, primero reiterar mi respeto absoluto a la autoridad judicial en estos casos. Y además asumir y aceptar todas las críticas que se hacen, y hasta las burlas acerca de la llamada incompetencia o falta de calidad o capacidad del Ejecutivo y de la Procuraduría.

En descargo de ella, Joaquín, déjame decirte una cosa. Independientemente de lo que haya determinado el juez respecto de las circunstancias en que fueron encontradas ochenta y tantas armas prohibidas en la casa del señor Hank González (sic) es un caso muy claro donde se distingue la verdad real y la verdad legal.

¿La verdad legal qué dice? El juez considera que el Ejército no probó que iba en persecución de unas personas, que encontró personas armadas fuera de la casa de Hank, que entraron a la casa de Hank, y la verdad legal es “ahí no hay… ahí hay un allanamiento, ahí no hay flagrancia…” La verdad es legal es que entonces no hay delito.

¿Y cuál es la verdad legal? Que ahí estaban las armas. Peor aún, Joaquín, que dos de esas armas empatan, y fueron las armas que se utilizaron para matar a dos personas; es decir, hay dos homicidios ejecutados en tiempo y circunstancias distintas en la ciudad de Tijuana, que fueron… que mataron a dos personas con armas que ahí se encontraron. Esa es la verdad real.

¿Cuál es la verdad legal? Como la prueba que se encuentra, en opinión del juez, se hizo en un allanamiento ilegal, pues entonces esa prueba ya no sirve. Y yo creo que incluso ese es un caso real en que nos damos cuenta que ahí hay delitos que se cometieron, hay víctimas de un delito, hay pruebas a mi juicio fehacientes de sentido común que debe valorar el Poder Judicial, y que simplemente las desecha porque considera que aquella noche el Ejército obró mal.

Vamos a suponer, suponiendo sin conceder, como dicen los abogados, y yo lo soy, que efectivamente hay un allanamiento, yo tengo razones también para creerle al parte de los oficiales del Ejército que hablaron precisamente de la persecución de unas personas, de que se encontraban armadas; pero cualquiera que haya sido la verdad, el hecho es que esos delitos que se cometieron en Tijuana son distintos del acopio de armas que acusó la Procuraduría. Y ahí hay algo que los juristas llaman incluso “interdesconexión de antijuridicidad”, es decir, independientemente de que las circunstancias en las que se hayan encontrado estas pruebas a juicio del juez son ilegales, esas pruebas corresponden a delitos totalmente (…) preocupa porque termina en un caso de impunidad.

Yo no digo que el señor Hank haya matado a esa personas, lo que sí digo es que entre las armas que encontró el Ejército hay dos con la que mataron a dos personas y esos delitos están impunes.

Joaquín López-Dóriga: Y donde sí lo veo enojado, Presidente, es en el reclamo al gobierno y al Congreso de Estados Unidos en cuanto al flujo de armas a México, y de dinero.

Presidente Felipe Calderón Hinojosa: Bueno…

Joaquín López-Dóriga: Y el consumo…

Presidente Felipe Calderón Hinojosa: Eso sí. Eso sí porque México finalmente es una economía y un país que está pagando un precio muy muy alto por el consumo de drogas en Estados Unidos y por las armas que venden los americanos. Especialmente me molesta más el tema de las armas, ¿por qué? Porque en 2004 los americanos liberan la venta de armas de asalto, los AK-47, los R-15, los lanzamisiles, las granadas, pues por puro lucro, Joaquín. Porque ese lucro de la industria armamentista americana que se llena los bolsillos de dinero vendiéndole armas a los criminales. Así lo digo con esa claridad y por supuesto que me molesta.

Me dicen que es porque los americanos tienen una tradición de armas, porque es para defenderse. Está bien; pero todos sabemos que esas cientos de miles de armas que han entrado a México no han ido a parar a manos de buenos ciudadanos americanos, sino de criminales y están matando a nuestra gente, a nuestros policías, a otros criminales, sí; pero muchos de ellos son muchachos que son incorporados por esas redes. Eso me molesta, porque tiene remedio y no se lo han puesto.

También el tema de la demanda de drogas me preocupa, no tanto molesta, sino que es un fenómeno dado. Creo que hace rato hubiéramos derrotado a la criminalidad en México si no es porque les llega un tubo enorme de dinero a través de la venta de drogas a Estados Unidos. Y eso los americanos pues también tienen que entender que es su responsabilidad y deben buscar un remedio.

Joaquín López-Dóriga: Dice su antecesor Vicente Fox “es tiempo de hacer una tregua” e incluso habla de una ley de amnistía, como la del 94 con el EZLN.

Presidente Felipe Calderón Hinojosa: Bueno, pues respeto su punto de vista; pero no habrá tregua ni amnistía para criminales sin escrúpulos que son capaces de hacer las brutalidades que hicieron en Monterrey o las que hacen todos los días matando gente, lo mismo en Acapulco que en Veracruz o que en Sinaloa o que en Tamaulipas o en Chihuahua.

La verdad es que no podemos darle tregua, y mucho menos amnistía. Hay delitos que son imperdonables, Joaquín.

Yo entiendo al comandante Marcos en 1994, que tenía una causa social. Yo creo que se cometieron delitos ahí muy graves; pero también la búsqueda de paz y de darle salida de justicia, pues dio lugar a una amnistía. Una amnistía, por cierto, que depende de una declaratoria de diálogo. En fin, es un enredo legal en el que no quiero entrar ahora; pero las circunstancias son muy distintas, aquí estamos hablando de criminales puros y duros.

Habla de tregua ¿y qué les vamos a ofrecer a los criminales? ¿Que pasen? “Ya no los vamos a combatir. Por favor, entren, extorsionen, pídanle dinero, pídanle dinero a Joaquín, pídanle dinero a las amas de casa, hagan su colecta…” Pues por supuesto que no lo vamos a permitir.

Yo creo que hay cosas que se deben hacer. Yo siempre he estado dispuesto a revisar la estrategia de seguridad…