GUAYMAS, SON.- Cuando alguien compite, sabe si pierde o no, pero si al esperar el triunfo por el buen desempeño, cual con maestría realizó Juan Manuel Márquez en Las Vegas, se ve derrotado por quienes tienen el papel y el lápiz, entonces es natural el desencanto y la pérdida de credibilidad hacia quienes sancionan la prueba.
Esa es la diferencia chocante entre quien no sabe perder y quienes no deben perder porque finalmente, hablando específicamente del combate de Márquez-Pacquiao en la capital mundial del juego, el match sobre el encordado solo era la punta del ‘iceberg’.
Los amantes del box vieron a dos maestros, pero detrás, el negocio sobre el deporte tenía cosas más importantes qué hacer y cual funcionario electoral, se vieron imposibilitados de resolver las cosas como se habían visto en el enlonado.
Así, en lugar del justo triunfo al mexicano cuyo desempeño se enviaba al caño, cedieron al monstruo de detrás, el de mil cabezas, el que tenía mies de millones de dólares en apuestas a favor del filipino.
No sé por qué eso me recuerda asuntos electorales, incluso ni siquiera había pensado tocar el tema, pues la medición de puños estuvo mejor –por lo menos no nos enojó tanto—en la velada excelente, de mucha nostalgia y gran camaradería, de los ex alumnos del Colegio Navarrete en la Marina Singlar.
Allí, la anfitrionía de Beto Vázquez se vio perfectamente cubierta por los Zaragoza como Ernesto, Jorge, Rudy, Santiago y Kory, así como una larga lista que incluye al tocayo y chambeador –también en eso tocayo, claro—Agustín López Cárdenas, a Ernesto Uribe, el excelente conversador José Ramón Uribe, Alejandro Padilla, Heberto Ferreira, en fin, muchos, y la verdad es que valdría la pena repetirlo.
No soy ex-a-Navarrete, pero me sentí como ellos el rato que por razones del oficio los acompañé. Les aprendí cosas y me enteré de otras, como esa de que este lunes se iba Alonso Arriola, por fin, para que César Lizárraga, el alcalde, haga su proyecto enviando al secretario incómodo de su Ayuntamiento a un puesto a Hermosillo, aunque le permitirán seguir ejerciendo la exacerbada cleptomanía que le ha sido característica, vía pavimentaciones que acapara junto al jefe del grupo de “los ingenieros”, Jesús Saldaña.
Ah, y también le dejarán a sus dos docenas de familiares y el doble de recomendados con los que puso en jaque –regidores involucrados—al munícipe, quien ahora tiene en la mira al tesorero Carlos Dueñas, el mismo que amenazó con irse “con todo” si el alcalde se atreve a correrlo, y eso sería algo así como lo que armó el veneno del corrido ex director de Catastro, Juan Manuel Ortega sobre una famosa venta de terrenos que involucro al alcalde y gente de sus afectos.
Lo malo para ellos, es que la cola que les pisan es grande –Carlos pone en riesgo al `despacho divino´ que lo sentó en esa silla-- y ya Hermosillo tomó cartas en el asunto para que Guaymas deje el chisme y el desorden para que recupere el ritmo que había tomado, antes de llegar el presente trienio, precisamente por al acaparamiento de poder del secretario convertido en el rey tuerto.
Mide el tiro
Marcos Paz Pellat volvió a Guaymas, promoviendo en el PAN su intención de ser senador, y comió con comunicadores. Su anfitrión, como en vueltas previas, fue Manuel Aguilar, el más que apuntado para ser candidato a alcalde, resuelto por cierto, el escollo de un secretario del Ayuntamiento alborotado.
Pero lo que más habría llamado la atención es que Paz midió el alcance de sus posibles rivales y los sitúa en el PRI. La lista aportada la encabeza Ernesto Gándara Caomu, el ex alcalde de Hermosillo que según muchos, habría ganado el 2009 si el tricolor no se hubiera equivocado.
Tiene razón. Creo que ha visto encuestas y sabe que el famoso “Borrego” tiene mucho pueblo, ganado a su paso por distintos cargos donde demostró que se puede ser autoridad y terminar con la frente en alto, lo cual no puede decirse de gente recomendada del centro o de personajes de la desgastada película pasada que sueñan con ese ayer terminado dramáticamente en 2009.
De salida, transmito el gozo empalmense por el magnífico evento que encabezó el gobernador Guillermo Padrés el viernes, al inaugurarles el puente a desnivel sobre la vía del tren, que les resuelve grandes complicaciones.
Mucho le debe Javier Caraveo, quien sigue colgado del Estado para decir que trabaja y, así, no llegará lejos. (Tomado de EXPRESO)