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Sucesión, la ley del más fuerte

CD. DE MEXICO.- En la antesala de la sucesión presidencial, la guerra electoral se desató inevitablemente en la Cámara de Diputados muy pronto.

A pesar de los esfuerzos de los legisladores por evitar “contaminar” el trabajo legislativo con el asunto de las elecciones; cayó como una bomba en San Lázaro las declaraciones del presidente Calderón de que la candidata presidencial del PAN estaba a cuatro puntos del adversario priista.

Y si bien es cierto que las variaciones en las encuestas de preferencia electoral han dejado ver que la contienda será reñida; pues el candidato priista ha dejado de tener la amplia ventaja de hace unos meses, también es cierto que esa lucha por el poder, que va más allá de lo que marca la ley en cuestión de competencia electoral, podría desatar aún más inestabilidad en México.

En esta ocasión, en el juego sucio de los políticos mexicanos, le tocó perder al PRI.

Ya que el PAN les replicó en su contra, las viejas tácticas de reventar la sesión para evitar el tratamiento de temas que no les favorecen, como la millonaria deuda de Coahuila cometida por un priista, o las trampas cometidas por los diputados del tricolor en la casa de las leyes.

Así, este jueves el PRI tomó una cucharada de su propio chocolate, pues simplemente con no hacer quórum; el PAN se zafó tan fácilmente de una denuncia pública, como en otras tantas ocasiones lo han hecho los priistas.

Ejemplos: Se ha evitado en San Lázaro la discusión de las redes de pederastia, en las que están señalados priistas; el delito de la entrega de documentos falsos a una autoridad como lo hizo el diputado José Ramón Martel ante el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara baja, etc.

Y como los panista han aprendido bien de las mañas y trampas de los maestros priistas; incluso los han superado como fue evidente en la pasada contienda electoral, en que el aparato de gobierno actúo descaradamente para sacudirse a sus adversarios políticos.

Esta vez les fue fácil evitar un debate que en los hechos, sólo servirá para transparentar un poco la deplorable situación que se vive en nuestro país en cuestión de democracia, de leyes electorales costosas; mismas que no respetan los actores políticos, ni tampoco los que juran respetar y hacer respetar la ley, como fue el caso del presidente Felipe Calderón.

Bajo este panorama, se hizo más presente el recuerdo de la guerra sucia electoral que desplegó el exmandatario albiazul Vicente Fox en la anterior elección, y quedó como negro antecedente que podía repetirse este año. La cuestión es que los enfrentamientos entre políticos, sus discrepancias son lo que ha llevado a México al caos social, político y económico.

Panorama que no se ha superado en las sucesiones presidenciales y que se agudizó en 1994 con el asesinato del candidato del PRI a la presidencia, Luis Donaldo Colosio. La alerta es que al parecer continuará en nuestro país la inestabilidad y el caos provocado por los propios políticos.

Este año las controversias constitucionales, el desconocimiento de un gobierno y hasta la cancelación o desconocimiento de las elecciones del 1 de julio próximo son el panorama que ya vislumbran priistas y perredistas, ante las trampas del PAN por mantenerse en el poder.

Mientras les gritaron cobardes a los panistas, los priistas querían llorar…

La bancada del PAN reventó la sesión ordinaria de este jueves para evitar avalancha de denuncias, reclamos y comentarios de los adversarios políticos en tribuna, en el debate que se propuso para hablar sobre la intromisión del presidente Calderón en el proceso electoral.

Entre dimes y diretes en medio de la votación para rectificar el quórum, desde la bancada del PRI los diputados les gritaron a los legisladores del PAN: ¡cobardes… cobardes…!

Los albiazules no registraron su presencia a fin de reventar la sesión y salir  airados de un debate que difícilmente podrían haber sostenido, ante la clara violación a la ley del mandatario federal, en medio de la “veda electoral”.

Luego de que se declaró el cierre de la sesión, los priistas salieron del salón de sesiones, verdes de coraje, con un gesto de frustración e impotencia, pues este mismo jueves recibieron dos golpes certeros: el anuncio público del avance de la candidata presidencial del PAN en las encuestas de preferencia electoral y la cancelación de un debate que pudo darles una ventaja, y que no se realizó.