GUAYMAS, Son.- No hace bien Comisión Federal de Electricidad al negociar a oscuras con el grupo de presión social Antorcha Campesina, que como el año pasado, vuelve a decirle plantón de por medio, que están muy caros sus recibos.
Y no hablo del apagón aquel que aparte de afectar la economía de muchas empresas –por lo cual CFE no responde—complicó el registro de Antonio Astiazarán, por las tinieblas llevadas al IFE del duradero y ejemplar funcionario electoral Simón Gómez Cabrera.
Lo dijo porque tras la presión bloqueando áreas para que no pueda cobrar nada, mis estimados amigos eléctricos meten a las muy lejanas (de la gente) oficinas a los líderes del grupo y nada se vuelve a saber hasta que, como ahora, alguien ventanea resultados, como esa gente que no paga el recibo de luz a condición de “no regarla” porque luego querrán lo mismo todos los usuarios.
¿Usuarios de segunda y de primera? No sé, pero CFE deja pésimo antecedente.
En cuanto al registro de Toño Astiazarán, jaló mucha gente, costumbre fiel de sus muchos seguidores, que ya lo ven como el próximo diputado federal del 04 Distrito, cargo que ya ocupó y que ahora, si no le gana Marcos Ulloa con la bandera de la izquierda, repetirá, pues los números de al menos tres encuestas le dicen que todo es miel sobre hojuelas por la ventaja de entre 13 y 15 puntos.
La pregunta en el tema, es qué anda haciendo Manuel Villegas dándole el apoyo al aspirante panista a ese cargo, Israel Quiroz; la respuesta es que mordiendo la mano que le dio de comer tanto, allá anda el “profe” que se dio el lujo de quitar y poner funcionarios y hasta hacer jefes a parientes de los que ahora no quiere acordarse, porque no obtuvo lo buscado ahora que el nopal no tiene tantas tunas como cuando aprovechó hasta el final a su ex protector.
La noticia es que el Villegas del cuento, inquisidor y combatiente del panismo, le ofreció su apoyo a Israel por esa diputación, al encontrarse en la ciudad de México en un curso de capacitación de Estrategia Electoral del PAN, donde el ex secretario del Ayuntamiento de Astiazarán, muy beneficiado del cargo, acompañaba a Maximo Othon, candidato a diputado federal por el Distrito 07 con cabecera en Navojoa.
Por si faltan datos, Villegas coordinó en Guaymas la campaña del candidato del PRI a gobernador, Alfonso Elías Serrano, pero cabe decir que desde entonces, aceptaba que perderían y se justificaba diciendo ante priístas vecinos de su oficina en la calle 22 y Serdán, que “yo saco lo mío y lo demás, a´i se la echan”. Pues sí.
En cuanto a Israel, debiera tener mejor apoyo, pues no se ve cómo puede ganar a un político de la experiencia de Astiazarán. Pero donde sería imperdonable verlo perder la nominación panista, es en la local, y hablo de Alberto Albín Cubillas, ex dirigente azul en el puerto, cuyo rival es ni más ni menos que el cuestionado ex alcalde César Lizárraga, quien donde se pare, enfrenta rechifla.
Le saldrá caro al PAN si intenta imponer al munícipe del oscuro Guaymas y el no alcanzado millón de metros de pavimento por los cuales dejó tirado todo lo demás. Así que los amigos de Albín, en lugar de rumiar frustraciones por proyectos que no eran de este tiempo ni de estas circunstancias, deben ir en su apoyo antes de que les vuelvan a ganar.
En lo mismo, Mónica Marín, sustituta en esa rifa del tigre donde Francisco Ponce “ni “pío” dijo, rendirá su protesta formal como nueva alcaldesa el viernes próximo y quieren hacer un buen evento quizá en el Auditorio Municipal. Cuenta el espaldarazo que le envía el Congreso Estatal, pues acudiría a atestiguarla David Secundino Galván Cázarez, un político azul que en breve andará en altos vuelos, ya verá.
Aparte, Otto Claussen deja huella a su paso como candidato priísta a alcalde, como político y persona de bien. Además, demuestra entender bien eso de repartir el pastel político que tiene en frente, pues lo contrario siempre es causal de riña y rompimientos.
En el camino, se ve su mano izquierda cuando acepta tocar el tema de dos nombres de la enorme lista de aspirantes a regidor: Roberto Romano Terrazas y Alfonso Uribe Corona, gente útil para los fines de reorganización y limpieza de imagen que requiere el institucional pero que malamente ignoraron quienes a cargo de nombrar, querían para ellos. (Tomado de EXPRESO)