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Algo bueno tienen las campañas

GUAYMAS.- En el hartazgo perfilado con tantas campañas políticas, hay una luz indicadora de innovaciones que hace mucho debieran hacer los políticos a fin de que los electores, ciudadanos primero que nada, y necesitados antes que todo, tuvieran beneficios inmediatos con el actuar quien les pide el voto.

Es la oferta de Antonio Astiazarán --quien quiere volver a ser diputado por el 04 Distrito-- de gestionar legalmente, con conocimiento técnico y capacidad de gestión, que paguemos 20% menos por consumo de energía eléctrica.

Si algo tenemos los guaymenses en común con Bavispe, por citar una de las comunidades serranas tan lejanas de nuestro suelo, es el duro golpe que representa el recibo “de la luz”. Duele lo mismo y se lleva un importante porcentaje del ingreso ciudadano.

No entendí bien cómo hará Astiazarán, pero allí se tiene una idea innovadora que deben imitar esa enorme masa de candidatos que ya se acabaron cuanto poste hay colocando su propaganda, lo cual dará al traste con la meta de ofertar, pero aún da muchos ingresos a los impresores.

Otro aspecto a destacar del arranque de campaña del Toño: en primera fila, en el malecón turístico muy concurrido el viernes, estaban Armando López Nogales y Eduardo Bours Castelo, dos personajes que difícilmente se dejan ver juntos por lo que usted quiera. Astiazarán los juntó, así que algo trae este político en su palmarés.

A cuidarse

El viernes conocí a uno de los candidatos desconocidos. Martín de Jesús González Sandoval aspira a la diputación local en esa interna en marcha en el PAN --rival de César Lizárraga--, y tiene una gran actitud.

Tiene razón cuando dice que no hay candidato grande o chico, ni se vale ostentarse, pues ganará quien tenga el apoyo de los panistas, no de quien pretenda comprarlos, en claro mensaje a su cuestionado rival, mucho más conocido, pero dueño también de enorme carga negativa que debe hacer reflexionar en lo difícil que será llegar con buena expectativa en julio próximo.

A propósito, hasta la entrante semana se definiría el candidato del PRI a la alcaldía. Los tricolores creen que ganará de calle Otto Claussen Iberri a Jesús Aguirre, lo cual no requiere creo yo, esfera mágica para deducirlo.

En tema meno frívolo, con el inicio del asueto vacacional, Guaymas comenzó a complicarse, cosa normal con la llegada de tanta gente, pero Javier Velderráin no tiene necesidad de meter en líos a los automovilistas autorizando pintar calles --creo que se llama balizamiento-- en horas pico, en lugar de hacerlo por las noches, como debe ser.

Imagínese usted, hacer 17 minutos para recorrer un kilómetro a causa de estas ideas geniales. Por favor. Ahora que si sigue el efecto municipal de empresas trabajando al estilo “ingenieros”, no he dicho nada, pues como dirían los dueños del “cártel”, no pasa nada, aunque pase.

Pero ciertamente, el llamado de la Policía Federal, las fuerzas armadas, el Estado, resumido por el Ayuntamiento y su titular la señora Mónica Marín, es el mismo: cuidado, revisen el auto, cierren y aseguren la casa, cuiden a los chamacos, mídanse con el alcohol y no den chamba extra a nuestros responsables de seguridad, que de por sí no se la acaban en estas fechas.

Busquemos el saldo blanco que como efecto colateral, ayuda a reducir el efecto de las aplastantes campañas políticas en marcha. Se puede y vamos por él, clama la alcaldesa.

De salida, celebro un salto más hacia el crecimiento de Sonora, al confirmarse inversiones de la planta Ford para su ampliación, lo cual confirma con justificado orgullo el gobernador Guillermo Padrés Elías, aunque malamente esa veda impuesta por lo electoral no permite celebrar las cosas como el hecho obliga. Lástima.

Ojalá sí se pueda celebrar que Guaymas, su puerto comercial, haya asegurado más crecimiento que se podría reflejar pronto, con más empleo y más carga desplazada –40% podría crecer en 2012—para lo cual se necesitan barcos más grandes, auténticos gigantes y los veremos pronto por aquí.

Modesto en su persona, como es la gente valiosa, José Luis Castro Ibarra, director de APIGUAY, da todo el crédito a la conjunción de esfuerzos Estado-Federación. Pero el reconocimiento general de ambas instancias lo tiene, así que tampoco se lo debemos pichicatear aquí, ni a él ni a su gente.