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Estas líneas...

+ Con relativamente poca inversión, hay menos aguas negras en las calles; ponen fin a décadas de emergencia sanitaria soslayada; desalinizar, una realidad desinformada; más inversión en Sonora; obras y mejoras a la imagen, hacen reaparecer el Guaymas atractivo

 

GUAYMAS, Son. – Para este puerto es gran noticia la que soltó el gobernador Alfonso Durazo, sobre 70 millones de pesos aplicados para rehabilitar 17 cárcamos de bombeo, que habrían resuelto el problema de derrames de aguas negras.

Es decir, acabado más de 2 décadas de “una demanda sentida”, como la definía reiteradamente el mandatario, de los habitantes del municipio. Se ha cumplido con el 90% del proyecto, pues el resto son complementos de fontanería y electricidad.

Por si quiere saberlo, la mejora se hizo en El Tular, Sahuaripa, Panteón, Monarca, Los Pinos, Las Tinajas, Las Quintas, El Maestro, Bacochibampo, Avenida 4, Fátima, Fuente de Piedra, Deportiva, Miramar, Pemex, Asipona y Calle 31, coincidentes con los sitios donde la obra pública transforma la ciudad, rescatándola del abandono en el que la tuvo ese sexenio de 30 años aludido en la pasada campaña política.

No desaparecieron –esto no es de varitas mágicas--, pero disminuyeron las fugas con acciones estratégicas, como debieron hacer desde que muchos guaymenses fuimos a la oficina del entonces gobernador Armando López Nogales, recién iniciado el siglo y le pedimos dejar de castigar a una ciudad donde, literalmente, el drenaje corría por sus principales calles. Riesgos pues, de un gobernador y un alcalde de distintos partidos.

Tampoco se actuó contra quienes eran señalados de desviar recursos, a partir de los titulares de la Comisión Estatal del Agua. La gente decía que, si no se les tocaba ni con la hoja de una orden de investigación, era por algo. Pues sí, el pastel era grande y estaba bien repartido.

Así que, volviendo al presente, en 3 años, el gobernador celebra un logro que, si no al cien, en gran parte corrige deficiencias del caduco sistema de agua y drenaje en el puerto, cuya modernización cuesta, dicen expertos, más de 1,800 millones de pesos.

Pero por algo se empieza, un algo que en este momento suma 70 millones de pesos, cifra al alza y solo espera el ciudadano que no vuelva ese pasado negro, en el cual el presupuesto se arrojaba a la licuadora de la corrupción y volvamos a vivir la emergencia sanitaria que ningún gobernador aceptó decretar, hasta que llegó el actual.

En cuanto al agua potable, debió mejorar con la operación de nuevos pozos perforados en la época de Guillermo Padrés, bajo un proyecto cuyo detalle tiene el entonces titular de CEA Guaymas, Marcos ahumada, incluyendo el por qué, listos para operar con  70 litros por segundo, se clausuraron y no volvieron a encenderse hasta hace par de años.

No tengo información suficiente para confirmar mejora al abasto, pero se infiere al aprobarse grandes inversiones, de esas donde el elemento es vital para el gran desarrollo a la vista.

En lo nacional, se da promoción al “éxito” del proyecto de 800 millones de pesos –y 10 años de retardo--, de la desalinizadora en El Cochórit, que envía 200 litros por segundo a los domicilios de Guaymas y Empalme, pero la escasez desmiente esos promocionales. Sigue el inamovible tandeo de 2 y 3 días por semana durante unas horas, por lo general nocturnas.

Hasta la queja de que “nomás el recibo llega” es cuestionable. Dejaron de enviarse y el usuario enfrenta problemas cuando lo busca en las oficinas, al encontrar aumentos ilegales y recargos fuera de orden, pero prefiere pagarlos que luchar contra la burocracia.

Conocedores del tema, incluidos exmiembros del Consejo Consultivo del Agua, han planteado esos problemas y sus soluciones. Por ejemplo, la desalación es ya una realidad, pero costosa y debieran informar a detalle a la población lo que se ha hecho al respecto, pues no se refleja en la población.

Luego, Guaymas tiene dos grandes problemas: las fugas (se pierde 45% del líquido recibido) y las redes de distribución (de hasta 50 años en muchos casos). El abasto, aseguran, es suficiente, pero se pierde. Se discute sobre ellas, pero no hay acciones a fondo.

Otro problema es el tratamiento de aguas residuales, obligación legal de hace décadas, pero entró en esa licuadora donde desaparece toda buena intención, con alto costo para el contribuyente.

MAS INVERSIÓN

Y ya que mencionamos inversiones, se concretan varias, lo cual el gobernador atribuye al Plan Sonora Proyecta, su estrategia sexenal para impulsar desarrollo. Se las enumero, para que usted evalúe el logro:

Parque Solar Tastiota, en Hermosillo, inversión de 137.5 millones de dólares en 298,500 paneles solares sobre 400 hectáreas.

Parque Solar Akin, en Puerto Libertad, con 112 millones de dólares en 390 mil paneles solares, para apuntalar la planta fotovoltaica donde invierten juntos empresarios y CFE.

Empresas ASK Industries, con una inversión de 33 millones de dólares y el Parque Industrial Vie Verte, en Hermosillo.

Planta de licuefacción de gas, sin duda la cereza del pastelote para generar la energía del futuro, donde invierten 15 mil millones de dólares, cifra que hasta mencionarla es difícil.

No para allí. En Agua Prieta una firma de gorras y sombreros deportivos invirtió 200 millones de dólares y creó un nuevo punto estratégico para relocalizar inversiones y la lista al menos por ahora, termina con la firma de un decreto que otorga incentivos fiscales a la empresa Kyungshin Lear, varias industrias exportadoras establecidas en Cajeme, donde ya generan empleo.

REAPARECE EL GUAYMAS ATRACTIVO

Los 13 frentes de obra anunciados 2 años atrás por la Secretaría de Marina del almirante Rafael Ojeda, encomendados a la administradora portuaria local, caminan. Varios son realidades.

Varios son realidades palpables, confirma el contralmirante en retiro y titular de la ASIPONA, Rogelio Bello, entre ellos modernizar el bulevar Porfirio Hernández, acceso sur hasta entroncar con la avenida Serdán, también en gran parte modernizada.

Se hizo necesario demoler inmuebles que tuvieron su historia, pero ya eran agresivos a la imagen que debemos dar como ciudad en recuperación, sobre todo en el tradicional centro, por eso el Ayuntamiento de la doctora Karla Córdova puso a trabajar duro a su titular de Obras, sumando esfuerzo la oficina de Protección Civil y crearon el Programa de Atención a Inmuebles en Riesgo.

Es algo muy bueno. Los inmuebles se volvieron espacios peligrosos por su condición estructural, o por usarse como depósitos clandestinos de residuos. Incluso para la comisión de delitos.

Este es el resultado: en la oficina de Catastro ya hay una base de datos con ubicación, nombre del propietario y domicilio para notificar lo que está en marcha. En ese Plan están en este momento 157 inmuebles y han entregado 39 notificaciones, con 9 procedimientos iniciados.

Ya se nota la mejoría, al demolerse el viejo Mercadito Juárez, los viejos cines gemelos, la Casa Almada y el viejo edificio de la secundaria Miguel Hidalgo, hoy ocupado por Conalep Guaymas.

Se podía, pues, pero no querían.