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Agustin Rodriguez

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+ Llegó la era de los independientes, pero en Guaymas, solo uno refleja fortaleza; la lista del PRI, interesante; Lorenzo resolverá en su suelo; en Empalme, la campaña será resaltar el mal trabajo priísta

GUAYMAS, Son.- Movimiento Ciudadano, con Lola del Río presente, inauguró el desborde de anuncios sobre registros de aspirantes a cargos públicos, que primero deberán pasar por la aprobación de su gente.

Se trata de vivir el fuego amigo, ser ungido y disputar, ahora sí, la campaña oficial rumbo al cargo público buscado.

No hubo sorpresa en la elección encausada. El hotelero Sergio Carlos García Rascón será candidato a la alcaldía por el partido del pegajoso tema musical-político que rueda por el mundo. Así lo diseñó el auténtico líder local del MC, Marco Antonio Ulloa Cadena, quien no aparecerá en ninguna boleta, a menos que lo convenzan con una buena posición en la lista de “pluris”.

Sergio es buena persona, ayuda, regala becas y cuida perros que se encuentra en la calle. Pero la gente le dice que recoger y salvar canes no es todo en la vida electoral, pues si así fuera, la chambeadora Carolina, del grupo rescatista “Patitas de la calle” habría sido gobernadora.

Pero la idea tampoco es mala. Sobre todo porque se limó toda aspereza al permitirle el registro al dirigente municipal Gerardo Enrique Reyes Velázquez como aspirante a diputado local.

En el 04 de lo federal no se mete doña Dolores, pues la ex alcaldesa hermosillense que vio números y arrojó su espada en prenda para ir por ella en Sonora, jugará sola en lo local. El PRD tendrá el apoyo del partido de don Dante Delgado para esa posición. Al día siguiente se anunciaba el registro, que sería único –o con algunos “juanitos”—para ungir aspirante formal al perredista añejo y sostén de las siglas desde que las dejó ir Porfirio Villa Brito, el profesor José Guzmán López González.

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+ Muchos nombres, poca contundencia; entre alianzas e independientes, resurgen partidos; la “Carta a Santoclós” de LDC

 

GUAYMAS, Son.- Hay nombres por docenas en las columnas políticas regionales, pero de poca contundencia.

En el pasado, dirigir un partido en un Municipio garantizaba ser diputado o alcalde. Hoy, se mira como estar encargado de la modesta y a veces ruinosa oficina para recibir “línea” de lo que sigue, siempre y cuando esté bien “con los de Hermosillo”, porque si no, ni eso.

La extensa lista incluye jóvenes profesionistas que se hacen amigos de aquel que de ellos habla, e infaltables son los dinosaurios cuya labor de picar piedra en la cantera política les merece reconocimiento a la persistencia.

Pero está en chino saber quiénes abanderarán las candidaturas a alcalde, diputado local y federal. Los senadores son otra cosa. Rara vez los conoce el pueblo pero Guaymas estaría cerca de ver a uno de sus hijos en esa distinguidísima posición.

El PRI tiene en ello y en lo que ahora ocurre en el Municipio, oportunidad de recuperar suelo perdido. El desgaste de siglas que abrió paso a candidaturas independientes o alianzas, parece desencantar un poco. Todos quieren, pero no todos pueden.

De acuerdo a menciones habidas, el único que haría ruido es Ernesto Uribe Corona y está por manifestar su intención de ir por la libre, ahora que los emplazó el Instituto Estatal Electoral.

Uribe es de carácter fuerte que a muchos no gusta, pero le reconocen su capacidad como gestor de inversiones. Y como muchos guaymenses, está harto de lo que hacen los políticos de la sigla que sea, en contra de la gente. Es el único que refleja actitud que impresiona, convence, por su energía al expresarse. Contundencia, pues.

Falta saber si el experimento resulta. Como decía un analista político local: esto tiene dueño. Y ellos determinarán cómo se jugará y en qué campo, para no llevarse sorpresas cuando los representantes se vuelvan virreyes.

En cuanto a partidos, la dirigente tricolor Jimena Jaramillo pidió estar en la lista para diputada local, pero enfrenta al dirigente campesino Jesús Garza, quien hace suponer que el PRI volvería a considerar al pueblo en sus metas de representación. Suenan también Carla Neudert, Karla Baumea, Lorena Garibay y cobra fuerza Javier Carrizales Salazar. También están los jóvenes –no los hagan pandos—Ginés Valentín y Rubén Contreras Herman.

Alguien me preguntó por qué no consideran a gente como Alfonso Uribe, regidor y secretario técnico del Consejo Político del PRI, o Martín Larios, cabeza de la Fundación Colosio, disciplinado y conocedor. Los “dueños” de las siglas tienen la respuesta.

En cuanto al 04, que el PRI regaló al Partido Verde Ecologista Mexicano, será para un priísta con disfraz, cercano al usufructuario de las siglas, el ex gobernador Manlio Fabio Beltrones, quien sigue bajo fuego en la grilla nacional pero nadie como él para manejar espada y escudo con tal destreza.

Así que la dirigencia aquí y en Empalme olvidan la posición. Tiene más oportunidad Marco Antonio Ulloa Cadena, regidor de Movimiento Ciudadano, cuya experiencia dará un susto al que la gana siempre.

El PAN no puede jugar con Santiago Samaniego, por su falta de tablas; ni con Manuel Villegas, el diputado de Roberto Romero que buscó por todos lados y nadie lo quiso --¿por eso cancelaría la entrega de becas y tabletas con las que hizo campaña el último año?--, por eso no descarta a los externos Luis Vielledent y Leonardo Rodríguez.

Develar nombres es cosa de días. Ya anunció el IEE plazos para “manifestar intención” y lo primero que les dijo es que no deben ocupar cargo público durante la campaña interna.

Atrae reflectores el alcalde Lorenzo de Cima, considerado por el propio panismo estatal principal obstáculo para conservar el poder en el “Puerto de Puertos”, pero a quien sus empleados le hacen escuchar el canto de las sirenas y, que caray, todos tenemos nuestro corazoncito.

Al PRD solo le queda el “dino” dirigente local José Guzmán López, eterno buscador de chamba municipal y regidurías, cuyo resultado, lo elimina. Brilla más el PT con Rodolfo Lizárraga y sus 5 mil votos duros, pero no le alcanza. Morena no está, al menos en Guaymas, en los primeros sitios, y solo aspira a la “ola AMLO” para sumar votos por su regiduría. En esa fragmentación, ganan PRI o PAN.

Por cierto, la actual regiduría a Morena le significó un revés por esa fallida lección de democracia que quiso dar el coordinador (también eternizado) Heriberto Aguilar. Para evadir el escrutinio de la gente puso a un incondicional que lo traicionó. Enrique Enríquez ya no es de Morena. Lo corrió Alfonso Durazo hace par de meses al confirmar su deslealtad a cambio de gasolina y un boleto de avión con hotel incluido.

Heriberto quiere ser diputado por el 04, pero ya le tienen “un colchón” preparado sus ex amigos de aquel PRD triunfador que hoy no asusta a nadie.

Están en un brete todas las siglas. Los capitanes de la industria regional se han reunido para tocar el tema y coinciden en ello. Pero tampoco se mira qué podrían hacer para que la gente confíe en la autoridad electoral y en los candidatos.

Veremos entonces, un proceso electoral muy aleccionador. Incluso para que el sistema político le baje dos rayitas a su forma de conducir el país, que no es la que esperan los mexicanos, cada día más golpeados por una economía que enriquece a pocos y empobrece a muchos.

EL PRESUPUESTO: CARTA A SANTOCLÓS

El Ayuntamiento de Guaymas tiene para 2018 un presupuesto de 804 millones de pesos, casi 60 más de lo aprobado para 2017 pero que pudo no alcanzarse. Si usted quiere confirmarlo, pida datos a través de Transparencia, allí en Sindicatura (ah, la síndico Fernanda Caballero también es considerada apta para un cargo y podría ganar, dice el panismo estatal).

Como era poco lo potencialmente manejable, el alcalde propuso y los regidores aceptaron –creo que el panista Eduardo “Pin” González, el de los cañonazos de 50 mil pesos que para él fueron 350 mil, no—, incluir 100 millones a obtener de respaldo federal a través del Ramo 23 (obras), si no, solo fueran 604 millones, menos de lo que manejaba Otto Claussen en su segundo.

Si no se le cumple su gestión a Lorenzo de Cima, que estrellada se dará el puerto.

TODO ES DEUDA

Por lo demás, aterra a quienes manejan las finanzas lo comprometido del gasto. Deben pagar el préstamo para el aguinaldo, 25 millones en 9 meses; a PASA, ya, 2 millones y los 18 que le deben.

En deuda pública diversa incluye la sanción de Bansi (la de los famosos 365 millones) por 18 millones de pesos, al caer la calificación crediticia del Ayuntamiento, algo cuya existencia ni imaginaba don Lorenzo. Pero como dijo aquel señor Videgaray: vino a aprender.

Este año la deuda obliga a los guaymenses a pagar 115 millones de pesos. Solo los intereses ya comprometidos suman 38 millones de pesos.

¿TRATADORAS? ¿CUÁLES?

Y no quiero revolver la bitachera, pero a ver si alguien me explica por qué la comuna paga un crédito millonario por concepto de financiamiento para dos plantas de tratamiento que limpian los desechos de CEA en el puerto.

Aunque urge, por razones de salud, no existe aquí el tratamiento. Las plantas pues. Lo más cerca que estuvimos de tenerlas fue en 2009 cuando Toño Astiazarán puso la primera piedra en el sur de la Unidad Deportiva “Julio Alfonso” --¿ya vio cómo la dejó el fugitivo ex director del Deporte que puso Lorenzo?—, junto con una potabilizadora de agua de 10 litros por segundo.

Pero el proyecto fracasó cuando Susana Corella era alcaldesa interina. Carlos Zaragoza algo vio cuando era candidato, que la frenó y eso provocó un pleito con los Claussen. Lo demás es historia sabida.

Pero nosotros nos quedamos sin dos plantas de tratamiento que seguimos pagando.

Así cómo, pues.

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+ Villalobos, cara su defensa, pero puede pagarla; De cima, su pleito con PASA no es del Ayuntamiento

 

GUAYMAS, Son.- Carlos Villalobos Organista fue un político formado a la sombra del panismo tradicional de los 80, luchadores sociales que dejaron buenas lecciones y avanzaron hasta lograr el poder en Sonora con Guillermo Padrés en 2009.

La expectativa era grande. Tanto, que el bigotón de Cananea no pudo con ella y la decepción fue un balde de agua fría para todos los sonorenses. Bueno, no para todos.

A más de dos años de terminado el sexenio del defenestrado y preso Padrés, de sus principales funcionarios se sabe que tienen órdenes de aprehensión y que dejaron una polvareda al huir. Ah, y posesiones multimillonarias por todos lados. No hay duda de que les fue muy, muy bien.

Tan bien, que como en el caso de Villalobos, pagan a abogados caros (en dólares) para que los defienda y al menos por lo pronto, no se dé su deportación a Sonora, donde caería en manos de la Fiscalía Anticorrupción y se le llamaría a cuentas.

Villalobos era un sujeto que nunca llegó a los linderos del hambre, pero tampoco reflejaba economía holgada. Su bienestar comenzó cuando Ramón Corral lo llevó como suplente al Senado de la República. Luego, el descendiente del vicepresidente mexicano homónimo fue consolado con la Comisión Nacional de Pesca y Acuicultura para que se le pasara el berrinche de perder la gubernatura frente Eduardo Bours, de donde saltaría a la Sagarpa, promesa nunca cumplida pero, dicen los enterados, la espera lo dejo dos sexenios administrando recursos de la Pesca mexicana y eso pudo convertirlo en un Creso.

Villalobos fue senador y terminado el lapso del cargo, por la misma influencia fue llamado a ocupar la Secretaría de Finanzas. Se fue a las nubes. Tanto, que perdió piso y entre otras cosas se mandó a hacer una casa en Hermosillo hoy convertida en un monumento… a la corrupción. Es un palacete de 6 niveles que ningún rico habría hecho.

Ostentarse así refleja complejos, como los reflejaba en sus charlas al presumir entre otras cosas, el nuevo auto comprado. Caro, por supuesto, de millones. No se dio cuenta que tal ostentación ante los pudientes de Cajeme, su origen, solo encontraba repudio o sonrisas socarronas. No puede impresionar a esa gente que en sus cocheras, siempre han tenido esos autos porque pueden tenerlos, por poseer negocios muy remunerativos que les permiten eso y más.

Villalobos no tenía para esos carros ni esa mansión. Su sueldo no alcanza. Entender cómo lo hizo es fácil en cualquier charla de café, pero complicado en un proceso legal. Sin embargo, solo pregúntese usted “de dónde se hizo de mulas Pedro”, y la respuesta saltará obvia.

Ahora que lo liberan en Arizona, solo tuvo que pagar una fianza de 20 mil dólares. Fácil. Allá vivía en un caro departamento de una exclusiva zona para ricos.

Queda pendiente el juicio, que puede llevar mucho tiempo, para saber si lo deportan o no. Y cuando eso suceda, veremos si los colmillos de la Fiscalía Anticorrupción sirven para aplicarle una pena ejemplar y, sobre todo, recuperar los millones despojados al patrimonio de los sonorenses, que por ello sufren carencia de servicios elementales como la educación, agua, drenaje, etc.

Eso provoca gente como Villalobos Organista, quien se desbocó al tomar parte en el “remolino de la suerte” en el que se convirtió el sexenio nacido de la esperanza y terminado en el repudio.

Por cierto, la PGR también lo busca. La fiscalía federal pidió su extradición e incluso llegó a tener ficha roja de la Interpol; ahora, argucias legales le dan la libertad tras 8 meses en tribunales.

No sé si sirva para algo, pero también le inhabilitó la Contraloría de Miguel “El ronco” Murillo, para ejercer cargos públicos por más de diez años y le impuso multa de 2 mil 782 millones de pesos.

Hace poco, Mónica Paola Robles Manzanedo, ex diputada local y esposa del también enriquecido ex secretario de gobierno, Roberto Romero, fue deportada a México desde Tucson, en una situación como la de Villalobos. Se amparó para evitar su detención por enriquecimiento inexplicable.

Roberto Romero sigue detenido en Eloy, Arizona, en la misma cárcel donde estaba Villalobos, y si se lo traen, enfrentará cargos por asociación delictuosa, lavado de dinero, enriquecimiento inexplicable y uso indebido de funciones. Unos angelitos, pues.

QUE NADIE GANÓ… PERO PEGAN

Dicen regidores del Ayuntamiento de Guaymas que en el “affaire” con la empresa PASA, nadie ganó. Todo es para que la ciudadanía no siguiera enfrentando la suciedad ahora que la firma dejó de recoger la basura y que, desde este viernes, recoge de nuevo.

El representante de la empresa que por todos lados riñe con ayuntamientos, Juan Torres Gómez, parecía sincero la mañana de jueves que lo escuché, con el edil Marcos Ulloa de testigo. Pedía una actitud seria del alcalde De Cima. No del Ayuntamiento, que la ha tenido, sino de De Cima, que no la ha tenido.

Solicitaba una propuesta, pues financiar el diesel, sueldos, impuestos y demás, ya no les era posible. Pero nunca llegó. Este jueves los regidores presionaron –presionados a su vez por la gente—y se acordó seguir trabajando.

Resaltan varias cosas:

1.- El alcalde dejará de contratar amigos dueños de pick ups y dompes para recoger unas 20 o 25 toneladas diarias de basura, de las 120 que produce la ciudad (Sí, casi 100 se quedaban en las calles).

2.- Les pagará las tres semanas de recolección, en lugar de abonar esa suma a PASA, para que no dejara de laborar en lo que ellos sí saben hacer.

3.- En enero volverán a enfrentarse –no el Ayuntamiento, que está en la mejor disposición de cumplir el contrato --, el acalde y PASA, si no paga la mensualidad de 2 millones de pesos y los 2 millones prometidos para ir abonando a la suma pendiente.

No es fácil entender la compleja mentalidad de un alcalde que trata de tapar el sol con un dedo.

El jueves ya tarde, recibí un comunicado de su oficina de prensa que dice así:

“Guaymas, Sonora, 28 de diciembre de 2017.- La concesionaria del servicio de recolección, traslado y disposición final de residuos sólidos no peligrosos (PASA) reanudará los servicios concesionados a partir de este viernes 29 de diciembre de 2017 en sus rutas habituales, luego de que la empresa accediera a reanudar el servicio y con ello evitar la inminente revocación de la concesión.

Por su parte, personal de Servicios Públicos Municipales mantendrá también activos tres carros recolectores y varias unidades tipo dompe, para brindar una atención inmediata a la ciudadanía”.

El mensaje difiere, diametralmente, de la actitud conciliatoria de los regidores y si quiere usted remaches, el encabezado dice así: “Ayuntamiento obliga a PASA a cumplir contrato”.

Hay demasiada crema en esos tacos y nada de querer negociar.

Gracias, estimado lector. Nos leemos en enero de nuevo. Les deseo lo mejor en estos días y muchas bendiciones del Altísimo durante 2018.

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+ Las lecciones de la basura; El PRI "regala" el 04; Astiazarán, cercano a Meade

 

GUAYMAS, Son.- Si alguna lección deja el conflicto de la basura que inunda la ciudad, es la respuesta ciudadana ante la crisis.

El aprendizaje para las autoridades que no han sabido administrar la comuna, ha sido duro y ha hecho retroceder al Municipio en lo financiero, pero peor, en el entendimiento y convivencia que debiésemos tener los guaymenses.

Ese es el mensaje para Lorenzo de Cima, el enclaustrado cuanto apático alcalde que llegó a dirigir un negocio privado ganado mediante fuerte inversión en 2015. Y, como toda inversión, debe recuperarse.

La basura sin embargo, debe analizarse como efecto de causas de un pasado que se proyectó distinto, pero desvió el camino y la explosión sobrevino cruel, dañina y con poca capacidad de respuesta, no tanto por la carencia de recursos, sino por la falta de probidad en su uso.

Pero hay cosas buenas: los ciudadanos rechazaron la convocatoria nociva de partidos y grillos polícromos que incitaban a arrojar la basura en Palacio Municipal. El único intento cumplido derivó en el rechazo social.

Ah, aún se espera que el ocioso titular del Transporte estatal en Guaymas y Empalme, Jaime Cota, aplique la ley y sancione al camión de volteo y propietario, perfectamente identificados. Hasta el dato de quién lo contrató, por orden de quién y cuánto costó se tiene, así como las reglas ecológicas, de concesión, sanitarias y de Tránsito que violó.

Los partidos iban sobre el lucro político, pero obligadamente cambiaron estrategia y se sumaron a orientar cómo acopiar la basura y casos como el del PRI, hasta gestionaron apoyo de domperos para retirarla y llevarla a confinamientos habilitados por la comuna.

Confirmada la irresponsabilidad de quienes debieran cuidar los recursos del pueblo, se evidenció la poca calidad del trabajo realizado por la concesionaria PASA, y la respuesta de los funcionarios que teniendo un presupuesto para responder a compromisos financieros no lo respetan, violando la ley en perjuicio de la comunidad.

Hoy se tiene más conciencia de lo que significa un mal gobierno. Y una ciudad mugrosa, en riesgo de enfermedades, además del rechazo a responsables de cuidar este aspecto, que aprovecharon para intentar promoverse en busca de cargos públicos, lo cual servirá para ahora sí, caminar hacia la elección de representantes serios, probadamente capaces y ajenos a la mentalidad comercial que los lleva a sentarse en una silla destinada a gente de respeto, no aventureros que al dejarla, viven el resto de su vida sin trabajar.

Solo de paso, recuerdo que la concesión de retirar y confinar basura, se dio en aras de resolver un grave conflicto ecológico, lesivo a la salud de los guaymenses, sobre todo del norte de la ciudad, donde las moscas y humaredas era lo cotidiano.

Si en el camino PASA fue abandonó obligaciones y la autoridad municipal le imitó, no es culpa de ciudadanos, sino de representantes sin compromiso a quienes se debe llamar a cuentas.

Insisto, quien no conoce la historia está condenado a repetirla. Lorenzo de Cima y su banda, repiten la historia que no conocen. Docenas de basureros esparcidos en la ciudad lo confirman.

EL PRI REGALA EL 04

Raro movimiento, pero así es en política.

La democracia se ruboriza un poco, pero cierra los ojos para que los dueños del poder lo conserven repartiéndolo un poco, como ocurre con el acuerdo del PRI para ceder al Partido Verde Ecologista de México, como su aliado que es, el derecho de proponer candidato a diputado federal por el Distrito Electoral 04 de Sonora, donde ahora brilla la guaymense Susana Corella Platt.

La elección se gana con los votos de Guaymas y Empalme, por eso salen de aquí los candidatos, salvo lejanas excepciones, como sería de cumplirse el plan con el partido que se creó para proteger intereses de funcionarios del echeverriato. Porque van a ganar, pues el propio tricolor no permitirá una derrota.

De inmediato, por su militancia y dirigencia, se pensó en Trinidad Flores Mendoza en Empalme, pero el mismo ex priista a quien le encanta la comida de mar, ataja diciendo que no es por allí; en cuanto a Daniel Cardoso, dirigente ecologista guaymense, no da la talla, lo cual abre opciones para políticos serranos. Por eso se había alborotado el obregonense Rafael Buelna, legislador local quien tiene meses en campaña regalando láminas a la gente pobre.

Pero esa situación alienta también al perredista José Guzmán López González, quien dormita en un asiento en el Cabildo negociando puestos para sus hijos, y el bravo político Marcos Ulloa, quien para muchos es ya una marca y no la debe desaprovechar el Movimiento Ciudadano si quiere tener posibilidades en el 04.

Y en Empalme cobra fuerza José Luis Castillo para suplir al “Kiriki” Gómez cota en la alcaldía; se rumoraba su inclusión para buscar el 04 federal, pero habría variado el proyecto tricolor, que incluye fortalecer a Erick Niebla, el secretario del Ayuntamiento, para conservar la diputación local del XIV Distrito, hoy en manos del ex campeón mundial de boxeo y próximo abogado por la Universidad del Valle de México.

En Guaymas, todos los grillos ajenos al PRI temen a Susana Corella, por sus méritos en campaña en planos de la política que incluyen lo nacional e internacional. Por eso se lanzan sobre ella, pero la dama solo esquiva los silbantes dardos envenenados para seguir con su trabajo que está a la vista.

No tiene mucho de dónde escoger el tricolor, pero ella sería suficiente, por eso arman proyecto conjunto el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, a formalizar en el papel el día 11 de enero con la rúbrica de Miguel Ángel Armenta, Lola del Río y David Galván. Ya lo pactaron verbalmente en la carne asada que sí se hizo en un domicilio de Villas de Miramar, hace casi un mes. Allí anunciarán a su candidato común… y no sorprenderá.

CORTOS:

1.- Otra vez constructores que solo cambiaron el nombre de la empresa, llegaron a proseguir obras de la carretera 15 y volvieron a tomar suelos de San José de Guaymas.

Y otra vez, el Comisariado Ejidal interpuso demandas que llegaron al amparo para evitar que estas mafias despojen a 200 ejidatarios. Jesús Garza Osuna le entiende a eso y plantea cómo hacer las cosas, pero no lo pelan y debió apelar a los juzgados, ante una actitud empresarial típica que por eso no sorprende, pero sí sorprende que la Secretaría de Comunicaciones y su Centro SCT en Sonora de Javier Hernández Armenta, no ponga coto a la irregularidad.

Solo como cultura general: en el pasado así ocurrió al construir el aeropuerto, el libramiento y la ampliación de la vía federal 15. Nunca pagaron por darle uso a ese suelo, lo cual no importaría, el ejido se beneficia, pero trascendió que en la contabilidad oficial aparecieron millonarios pagos simulados al ejido y pues, la burra no era arisca ¿no?

2.- Cientos de vendedores ambulantes saturan los mejores espacios de puntos comerciales citadinos, pero eso no se refleja en la Tesorería del Municipio, con música para la oficina de vendedores ambulantes y el secretario David Kiamy.

La derrama navideña debe quedar entre los ambulantes que todo el año están allí, pero se va al bolsillo de alguien que llega, paga cinco o seis permisos y pone cien puestos, con empleados sureños pagados miserablemente.

No, el titular de la oficina de Vendedores Ambulantes del Municipio, no dice nada. Hace como que la virgen le habla… y no la escucha.

3.- Visita Sonora el candidato del PRI a la presidencia de México, Antonio Meade. Y para orgullo de los guaymenses, el porteño Antonio Astiazarán al lado de su familia, fue quien lo recibió en el aeropuerto Pesqueira de la capital naranjera.

La posición actual del ex alcalde guaymense y ex diputado federal del 04 y promotor de nuevas tecnologías para generar energía barata a favor del pueblo, es de primera. Creo que desde el destape de Meade se da una decisión que, a Astiazarán, le allana el camino para su pretensión electoral de 2018 en Sonora.

Le saludo.

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+ El "Flaco" Uribe irrumpe y eleva el calor político; el PAN respira, con la alianza nacional; el PRI piensa en "El Bebo", pero primero la unidad

 

GUAYMAS, Son.- La irrupción de José Ramón Uribe Maytorena en la arena política del puerto que vio nacer al fundador del PRI, revela el antes y después de los procesos hacia el 2018 en los que se involucran los actores principales de esta película de cada tres años.

Uribe se mantenía en el bajo perfil, pero sus cercanos lo ubicaban en “negocios” en la ciudad de México. Hurgando, uno se encuentra que sus “negocios” los hacía con gente de altura, entre ellos, altos –muy altos-- funcionarios de la Procuraduría General de la República y miembros de la nomenclatura panista.

Buscó a Ricardo Anaya, pero no le gustaron los conductos y esperó, e hizo bien, movimientos para la caída hacia arriba o hacia abajo, pero caída al fin, del hoy beneficiario de la alianza entre el PRD, Movimiento Ciudadano de don Dante Delgado, y el PAN. Como que el JR de tanta fama en los 90, sabía de la asunción en el corto plazo a la presidencia nacional, del sonorense Damián Zepeda, un “junior” bueno para el negocio derivado de la política, no para la política, pero es de Sonora y de algo servirá a la entidad.

El empresario inmobiliario y dueño de gasolinerías, alborotó el ambiente al aparecerse en la reunión de costumbre del Comité Municipal del blanquiazul. Se sintió en las nubes Santiago Samaniego Rebollo con esa visita, acostumbrado como está a lidiar a “chipilones” azules o descontoneros tornasol.

José Ramón no dijo que va por cargos, pero es obvio. Genera controversia también, por su carga de experiencia increíble, que si la hubiese tenido en el ayer, cuando ganó la alcaldía guaymense, su trayectoria habría sido muy distinta.

Recordemos: José Ramón Uribe Maytorena y su hermano Francisco, se hicieron dueños del equipo de béisbol Ostioneros para sostener la franquicia que hoy permanece olvidada. A mitad de los años 80 poseía una moderna y nutrida flota camaronera. Su éxito en el mar le hizo pensar en aprovechar la oferta publicada por el Banpesca, banca oficial de apoyo a las pesquerías y su infraestructura, para adquirir un par de atuneros.

No sabía que mediría fuerzas con dioses del Olimpo de la época, entre ellos funcionarios de la todopoderosa Televisa, parientes de “El Tigre” Emilio Ascárraga, el papá del Emilito hoy despedido de la televisora. Tan mal le fue que hasta por fraude lo acusaron y un comando armado llegó a su casa en San Carlos, lo “levantó” y lo llevó al reclusorio Oriente de la Ciudad de México, donde permaneció un año y aún tras rejas, mostró su liderazgo ayudando a todo mundo.

En 1990 recupera su libertad con la obligación pactada, ni modo, de olvidarse de los túnidos. Entonces Acción Nacional, que crónicamente padece de escasez de candidatos, le propone incursión en política y en noviembre de ese año oficializa que va por la alcaldía.

Fue un gran revuelo. Joven, educado, reflejo del hombre de éxito con ropa de sastre y autos deportivos de lujo, todo mundo se le rindió, excepto la nomenklatura tricolor que reprochaba su traición: tres años antes financió campañas de figuras como Donaldo Colosio o Manlio Beltrones, y ahora estaba del otro lado.

Lo presionaron, pero se les revirtió. Recuerdo un discurso de José Ramón ridiculizando al partido al que acusaba de tener 6 décadas explotando y saqueando el país –así se decía entonces del PRI—y alguien le llevó un chisme surgido de las oficinas de coordinación de campaña, establecidas en la oficina de Javier Villaseñor Maytorena, ese chambeador viejo propietario entonces de la Lechería Fátima, pero “El flaco” hizo breve alusión al chisme expresando que “ni leche le deberíamos comprar”.

A los días dimensioné el liderazgo de esa figura: el propio Javier, premiado más tarde con la diputación federal suplente –titular después, a la renuncia de Julián Luzanilla--, me comentó que sus ventas del albo lácteo habían caído en más del 25%.

Le fue fácil pasar sobre Manuel Ibarra Legarreta, el candidato tricolor impuesto por Miramar y combatido por Miramar mismo, quien había sido ungido por su tibieza y aplastado por lo mismo. Así, en julio de 1991 ganaba la elección de calle.

Todavía Florentino López Tapia, alcalde saliente, aceptó darle el certificado de mayoría, calificado entonces por esta autoridad, pero bastaron unas semanas con mitines en la plaza de los Tres Presidentes para dar marcha atrás.

Uribe habría tomado posesión y comenzado una brillante carrera política, pero un error lo perdió: midió fuerzas de nuevo con gente grande. Manlio Fabio Beltrones en este caso. Gritarle a un gobernador como el originario de la colonia Irrigación, hoy municipio de Benito Juárez, no era cualquier cosa.

Menos haría caso a la gente de Miramar, así que se optó por el Concejo –así, con “c”-- Municipal donde el alcalde sería el industrial Jorge Álvarez Gaxiola, suegro del ejecutivo maquilero y regidor Enrique Hudson, con Pedro Romano Terrazas de síndico.

Pero apareció el legendario Diego Fernández de Ceballos, aún hoy sobresaliente en la política nacional, y exigió respeto a los resultados. Enterado de la circunstancia tan preocupante para los capitanes de la economía regional, aceptó el Concejo y así llegó a la presidencia el caballeroso Felipe Rivadeneyra, recordado por su bonhomía y esforzado desempeño.

José Ramón se molestó, por supuesto. Ganó él con su carisma y recursos. La insurgencia siguiente se resolvió “descubriendo” la autoridad malos manejos municipales y que el dinero producto de ilícitos se depositaba en cuentas del personaje aludido en el Banamex de San Carlos.

A punto de ir a prisión, Uribe fue a México a carearse con el “Jefe Diego”, quien le explicaba las cosas pero todo terminaba en la víctima propiciatoria para satisfacer a los dioses. El cordero era José Ramón, quien le habló fuerte a Fernández.

En una ocasión detuve al ya legendario Diego saliendo de La Noria, en el hotel Armida del “Chino” Zaragoza, y le cuestioné del tema. Me confirmó la versión del “agarre” con José Ramón y señaló que se le puso impertinente. En síntesis, Uribe lo acusaba “de venderlo en canal” para entregarle la alcaldía al PRI y la respuesta, me dijo Diego, fue: “Yo, con todo respeto, le menté la madre”.

Allí terminó esa relación que hubiese llegado lejos.

De Manuel Ibarra Legarreta luego se supo que le dieron un puestito de Delegado de Turismo en San Carlos y años después, llegado el grandote cananense Armando López Nogales a la gubernatura, lo rescató haciéndolo secretario de Infraestructura Urbana, de donde pudo hacerse de una buena pensión para vivir hoy con holgura en Hermosillo.

Hoy, la irrupción de JR preocupa a los mismos que se preocuparon ayer.

Hará ruido. No ganaría, pero complicaría el “establishment” que ha hundido a Guaymas y peor con el actual gerente sentado en la principal oficina del palacio de piedra. Su incursión encarecerá la campaña. Lo bueno es que obligaría al PRI a ir por gente probada en capacidad y honestidad, hasta donde se puede en política.

El tricolor se traería por ejemplo, a Carlos Zataráin. O a Antonio Astiazarán, pero el promotor de energía renovable para mejorar el nivel de vida de los sonorenses transita hacia una senaduría.

El PAN, al confirmar que su principal enemigo es el actual trabajo municipal que ni la basura puede retirar, piensa igual que el PRD: aliarse. Le cayó de perlas a David Galván el acuerdo nacional que también suma a Movimiento Ciudadano –el partido de Dante Delgado ha demostrado seriedad en sus encomiendas electorales—, porque ahora piensan en triunfo. Solo faltan candidatos, por eso llega Francisco “Paco” Bueno Ayup a explorar el puerto de puertos, tras sus escandalosas experiencias en altos niveles políticos de Querétaro, CDMX y Durango.

El PRI jugaría entonces con Susana Corella –ojo: podría repetir en el 04--, pero pensando en opciones como el “Bebo”, y no descarta aún que uno de los Claussen –Otto ó Enrique—esté en una esquina del ring interno.

Creo que será Zataráin, quien resolvió en 2003 la gran deuda municipal, creó los visionarios desarrollos urbanos al norte, descontaminó la bahía de Guaymas y dejó el camino andado a Toño Astiazarán para hacer el gran malecón de lujo que ningún puerto del país tiene, y que Lorenzo de Cima ha convertido en muladar.

El PRI solo debe garantizarle a Zataráin, o a Astiazarán, si es el caso, un partido unido, porque cuando ha perdido el tricolor es por pelear consigo mismo.

Le saludo.