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Agustin Rodriguez

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Tempranero calor electoral; Sorprende la irrupción de JR; Cuentas municipales: farsa sobre farsa


GUAYMAS, Son.- La papeleta electoral para 2018 en este momento mira una lista de quienes están en los medios de comunicación regalando dulces, despensas o haciendo cursos de algo o carreras para unir a la familia, inventos mil para mandar el mensaje al electorado, que uno puede ser candidato a algo.

La lista por la alcaldía guaymense la sigue encabezando Susana Corella Platt, la dama capaz de cruzar por pasarelas de la alta empresa mundial como ocurre con sus giras por Canadá, Panamá y Chile, fortaleciendo el qué hacer mexicano para atraer inversión en la industria minera, desde la Comisión de Minería del Congreso federal, lo que le permite apoyar a tanto minero sonorense. O su participación en eventos en la Organización de las Naciones Unidas. Ni se diga en el apoyo a causas sociales para las que gestiona tantos recursos que ni así alcanzan.

Eso no descarta más figuras. Tampoco que la dama todo carácter, vaya a consolidar programas con los cuales saca a Sonora del hoyo la gobernadora Claudia Pavlovich, tal vez desde el Congreso local.

Así, insisto, el tricolor llamaría a terceros para intentar una terna y voltea al pasado; evalúa probar con Carlos Zataráin y Antonio Astiazarán, cuya huella de trabajo y progreso persiste pese a los errores de sus sucesores. Y sí, también se piensa en Enrique Claussen, de cuyo proyecto prometo indagar.

Pero el escenario se modifica por los espontáneos. Así como el beltronista Samuel Moreno anuncia volverse independiente o ir por Morena en la capital naranjera; o en Cajeme lo haría Rodrigo Bours, aquí todos los perredistas tránsfugas, algunos de ellos en el panismo donde aterrizaron en 2015, piensan en la nueva pista de Morena.

Más aún cuando irrumpe José Ramón Uribe Maytorena anunciando su intención de sanear el ambiente del poder donde la corrupción rompe récords y (¿o por?) la posibilidad también, de analizar una candidatura vía Movimiento Ciudadano.

El famoso JR no teme crítica enemiga. Tan es así que ya habló de su estancia en prisión en los años 90, acusado de fraude por extender cheques sin fondo para adquirir atuneros del desaparecido Banpesca; y otras incursiones a chirona por causas similares.

Su respuesta a quienes le minimizan diciendo que es un ex presidiario, es simple: “fui a prisión, enfrenté el proceso y fui exonerado”.

Así, en ese difícil camino pero el más sencillo para aplicar la ley, es como deben hacer, afirmó, quienes son señalados por el índice flamígero de la sociedad, de apropiarse de los bienes comunes y tener sumido al Municipio en la peor crisis económica de la historia.

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Lorenzo, mala respuesta; Jaramillo persigue a regidores; Advierten de más pobreza

 

GUAYMAS.- Palacio Municipal estaría solo, de no ser por el grupo de maestros de esos que se pierden en el izquierdismo perennemente reñido con lo oficial, que diariamente lanza consignas en medio de música “de protesta”, como la que escuchamos y aplaudimos digamos, en la “prepa”, cuando comenzamos a descubrir que el gobierno “es malo”.

El error de los maestros a quienes manifiesto mi respeto, pues son sinceros al creer que así lograrán sus metas, es pensar que todos tenemos el mismo gusto musical y somos capaces de soportar las letanías a micrófono abierto.

No. Alrededor, hay docenas de oficinas públicas y privadas donde cientos de trabajadores y funcionarios intentan hacer su labor y, sépanlo, no los dejan. Los perturban en perjuicio de la productividad.

Está bien, ignoren al “enemigo”, la Dirección de Ecología, que ya les pidió no contaminar con ruido e imágenes el ambiente, pero no olviden que es la institucionalidad. No salgan luego con que “Al diablo las instituciones”. Tengan consideraciones a esas oficinas y no perderán simpatías.

Por lo demás, Palacio alimenta grillas perversas reflejadas en sesiones del Cabildo, cada vez peores en resultados, producto de rivalidades infantiles, improvisación y como siempre, voracidad por un botín llamado presupuesto municipal.

Preludio de ese ambiente se dio hace una semana, en un comedor de Plaza Altea (allí tiene negocios el regidor Pin González, pero eso es otro boleto), donde Raúl Sánchez Almeida, edil azul, desayunó con su padre Raúl Sánchez Fourcade, dirigente social de la pesca, y el comunicador Raúl Rodríguez.

Le pregunté al segundo la razón de llamar al secretario de la comuna Alán Jaramillo, quien llegó a mesa aparte con su asesor jurídico y el impune director del Deporte; me respondió el también experto en maricultura que solo quiso advertirle algo.

Dice “El raulón” que por ver muchas películas del 007, el Jaramillo que también baila la cuerda floja, ordenó a su “inteligencia” seguir a su vástago, el edil, y la advertencia fue, “si le pasa algo, ya sabes que este juego tiene desquite”.

El secretario negó todo, pero hasta la foto de los carros oficiales que usan gasolina oficial y conducen policías con salario oficial, le mostró. Jaramillo sabe que no debe aceptar nada y nada aceptó.

Sánchez Fourcade termina diciendo que “yo le dije que haga su trabajo, pero si se pasa, nos veremos las caras”.

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+ Regidores contra funcionarios; Seguridad Pública: ¿6 millones perdidos?; PRI, la mujer sobresale

 

GUAYMAS, Son.- Me ausenté dos semanas y me perdí de lo ocurrido durante las vacaciones de primavera, pero veo en las notas del cibermundo, que no fue gran cosa.

Si acaso, del desencuentro de regidores/gladiadores locales del ring municipal, cuyo último capítulo ha sido acudir este lunes a la sede de Seguridad Pública Municipal, unos para hacer rodar la testa del titular Norman Castillo, otros para evitarlo.

Los primeros, fundamentalmente Marcos Ulloa, están persuadidos de que existe al interior de la dependencia responsable de prevenir el delito, enorme grado de corrupción que no se ataca, basándose en la resaltante huella del dinero.

Es decir, multas y obligaciones que la Policía impone a ciudadanos sumaban cientos de miles de pesos mensuales, pero hoy difícilmente supera los 20 mil pesos.

Luego, el regidor azul Raúl Sánchez, formalizo denuncia firmada por 11 ediles, contra Carlos Alberto de la Cruz Paquini, administrador de la Policía, quien habría hecho tranzas para embolsarse en un mes 700 mil pesos y, dicen los decires, iría a medias con el controvertido secretario del Ayuntamiento Alán Jaramillo Pérez.

La historia en marcha debe determinar si eso es real, pero el contralor Municipal no puede hacer nada. La denuncia podría ser parte del archivo que se arrojará a la basura en algunos años. Y eso que no se cuentan los más de 6 millones de pesos perdidos en pagar facturas de equipo para la Policía que nunca llegó… bueno, no ha llegado, dicen los responsables.

El punto es que Sánchez Almeida, secretario de la Comisión de Seguridad Pública, hace su trabajo, y a la vez ayuda a Norman, pues el jefe genízaro tiene aversión por el secretario de la comuna y viceversa. Ulloa, presidente de esa Comisión, apuesta por la caída de quien llegó como recomendado político al cargo, pero ahora lo ve difícil, porque se echó a encima a regidores que ofreció manipular para hacer lucir al secretario.

Mayor problema es, que como repetidamente el gato no está en casa, los ratones salen a retozar y hacen cada cosa. Por eso crece el intercambio de demandas y resaltan las que enfrentarán varios funcionarios, el alcalde De Cima incluído, donde se incluye la difamación tras herir susceptibilidades de varios ediles, entre ellos Enrique Hudson, o el zar del transporte local Eduardo “El Pin” González, y hasta el historiador y promotor cultural Alfonso Uribe, cuyo apellido fue expuesto a la crítica en forma dolosa y eso, entre gente decente, duele, pero no lo entenderán muchos de los que ahora cobran en la nómina municipal.

A propósito de Uribes, me encontré este mensaje en redes. Es de Germán, hermano de Alfonso, cuyo crecimiento profesional y político lo hace radicar, sin perder arraigo, fuera de Guaymas. Dice así:

“Que tristeza me da mi Guaymas que, a año y medio de elecciones, siga siendo lo mismo, después de que perdimos como oferta y partido, en lugar de sumarnos a un proyecto bueno o malo, pero proyecto, por un pueblo que queremos; solo pido que nos sumemos a quien tuvo la mayoría y le demos la oportunidad de que triunfe por nuestro pueblo o no la haga, pero confiando en que sea por mejorar. No podemos exigir, si no nos sumamos. Si no funciona podemos cambiar en el siguiente proceso, pero NO prejuzguemos antes de darles la oportunidad, porque estaremos en el error de equivocarnos TODOS.

No seamos egoístas, porque la debacle no es para nosotros, sino para nuestras futuras generaciones.

Ojalá podamos confiar en lo que la mayoría definió, para nuestro agrado o no. Sé que no es del agrado político de muchos pero es la realidad.

Por Guaymas y por Sonora”.

Parece manifiesto político de alguien interesado en un proyecto personal, pero no lo creo, conociendo a Germán, quien ha mostrado su generosidad en repetidas ocasiones. Como olvidar aquella vez que, decidido a compartir lo que el Creador le permite ganar con su trabajo, obsequió 225 computadoras y equipo complementario, a otros tantos estudiantes de escasos recursos que aún le agradecen el resaltante gesto. Urge más gente como él.

TIROS RAPIDOS

1.- El PRI estatal hace bien en unirse a Gilberto Gutiérrez Sánchez, para que permanezca en la dirigencia al lado de Blanca Andrea de la Mora Cruz.

Su trabajo es la principal recomendación. Cumplieron con las bases de la convocatoria y no se registró ninguna otra fórmula, así la Comisión Estatal de Procesos Internos entregó el dictamen que los convierte en Presidente y Secretaria General para el periodo 2017-2021, previa ratificación estatutaria que hará la Asamblea del Consejo Político.

En Guaymas, el trabajo tricolor no se nota, quizá porque no hay trabajo. Está en chino conciliar el interés tricolor y por ello Tere Tapia sigue sosteniendo con pinzas las siglas.

Un punto bueno es que viendo el errático mandato municipal, los grupos de interés parecen acelerar el acuerdo y dar el paso, para lo cual ya perfilan figuras que con trabajo hagan la tarea y, si las cosas pintan bien, volverse opciones afines al trabajo estatal para lo de 2018, para sacar adelante el proyecto de la gobernadora Claudia Pavlovich.

Y como la especulación es obligada, hay nombres, encabezados por gente como el dirigente agrario Jesús Alberto Garza Osuna o el cetemista Ricardo González; en el camino, se sabría si dan el ancho y se suman a la baraja tricolor que se forma con Susana Corella, Lorena Garibay o Carla Neudert, parte del activo político de este partido donde, no lo descarte, para las principales encomiendas podrían aparecer personajes que han dejado huella decorosa en el ayer cercano, concretamente Carlos Zataráin y Antonio Astiazarán. Así dicen las versiones.

De paso, se menciona el nombre de Enrique Claussen para responsabilidades de liga mayor, lo cual no sería raro. El guaymense director del Isssteson posee gran acervo político y es parte del establo que incluye al diputado federal Ulises Cristópulos, quien desde el jueves pasado fue ungido delegado del PRI en el Estado de México, la tierra donde este año se define el futuro electoral del país en 2018. Ni más ni menos.

2.- Se reporta Heriberto Aguilar Castillo, delegado de Morena para el Distrito 04 de Sonora, y afirma haber estudiado con detenimiento la noticia del “moche” de 500 mil pesos a diputada veracruzana que lo entregaría, presuntamente, a Andrés Manuel López Obrador, lo cual descarta.

“Llego a la conclusión que AMLO no puede ser responsable de las decisiones y acciones de la militancia, ni de (que) los dirigentes tomen decisiones y acciones erradas”. Y anticipa una sanción ejemplar “para que todos entiendan que deben de conducirse de manera correcta, apegado a los principios”.

Es, resume, “una treta Armada, aprovechándose de la ingenuidad de las personas; si la compañera hubiera consultado antes, hubiera recibido un rotundo no, a la intención de aceptar ese recurso”.

3.- La defensa de Guaymas en 1854 es un hecho de armas donde las acciones heroicas y el amor a su suelo, alejaron al invasor que intentaba cortar un trozo de la naciente Patria y entregarlo a fuerzas hegemónicas francesas.

Sorprendió siempre la ausencia de reconocimiento en los archivos históricos, hasta hace unos días, cuando la gestión de la diputada Susana Corella dio resultados y ya es día nacional el 13 de Julio, fecha en la que también aquí, las fuerzas regulares y los “Urbanos de Guaymas”, hicieron que las armas nacionales se cubrieran de gloria.

El desarrollador inmobiliario Heberto Ferreira, refleja orgullo por la decisión del Congreso de la Unión de reconocer la batalla “como hecho heroico e histórico a nivel nacional”, y emocionado, señala que ello siempre fue “un reclamo que año tras año mi mamá pedía a los representantes del Gobierno del Estado”.

Desde el nivel municipal lo gestionó precisamente Susana Corella, cuando ocupó la alcaldía guaymense, y lo retomó ahora. Ferreira celebra que se reconozca algo que los propios historiadores demandaban: registrar oficialmente la batalla como defensa de la nación.

Por supuesto, doña Oralia Avilés, su madre, descendiente directa de la heroína doña Loreto Encinas de Avilés, también celebra satisfecha este paso. Enhorabuena.

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+ Circo romano, el Cabildo; Claudia Pavlovich: no se equivoquen; Natalia Rivera, “oreja y rabo”

 

GUAYMAS, Son.- Los audios revelados por fuerzas ocultas ya muy vistas, donde se expone crudamente la corrupción en el Ayuntamiento de Guaymas, exacerba ánimos y desata una “guerrita” que vuelve a todos gladiadores en el circo romano en el que se convirtió la casa de piedra.

Las acusaciones que ya pesan sobre los funcionarios del panista Lorenzo de Cima y sobre el mismo alcalde, fluyen; los audios confirman y los presuntos implicados no encontraron la hábil respuesta que debía dar el jefe. Peor, los hundió más en el pantano municipal cuando aceptó el señor alcalde haber sobornado a regidores con esos famosos cañonazos de 50 mil pesos. Y hasta llamó soborno al pago de una factura por servicios sin importar arrojar lodo al apellido de la familia González, transportistas de siempre en el puerto.

El enredo es largo y he tocado el tema en varias columnas, pero la veta no se agota. Digamos que el alcalde con el que el PAN malamente ganó la alcaldía que, ya pintó, devolverá en 2018, es víctima de su propia inexperiencia.

La ingenuidad política de De Cima le hizo pensar que las cochinadas hechas por el tesorero Arturo Lozano están bien hechas, y el argumento es que las hacen ellos, no los otros. Y el lavandero que en unos días volverá a su descuidado negocio que nunca debió dejar, ya en desgracia, no se cuida para decir que “todo lo sabía el Lorenzo”. Pero también sabía de deslealtades y que Arturito se había ido por la vía libre en negocios que toca resolver al jefe.

Y grita el “ternuras” a quien quiera oírlo, que solo pagaba y con nada se quedaba. Quién le creerá, cuando no cuadran las cuentas y los auditores ríen maliciosos por tanta mugre en los papeles que usan para justificar el “remolino de la suerte” al que juegan con el dinero del pueblo.

Nada de esto sería público, pero De Cima no le entiende a la política; tampoco es simpático. Y agregue el delirio de persecución que padece.

El primer día debió pensar en conciliar, medir fuerza y escoger rivales a combatir. La cita bíblica sugiere no reñir con el enemigo si su ejército es de 20 mil cuando el tuyo es de 10 mil; parlamenta. Luego, hacer caso a la maquiavélica sentencia de dividir para vencer. Pero la historia es de un Ayuntamiento inepto y con partes vitales de la sociedad en corrosión.

Lorenzo de Cima quiso enviar a la cárcel a su antecesor por corrupto pero… nada. Si hay algo a su favor, es la expectativa de que “pasando semana santa” llevará el caso ante el ministerio público.

Su pelea justa de castigar la impunidad lesiva para Guaymas, le genera enemigos entre los malos, pero empeora su entorno cuando los funcionarios que escogió, generan otro pantano pestilente en las cuentas.

Increíble, pero el regidor Eduardo “Pin” González cobró servicios de transporte, que le debían de meses, y el alcalde lo acusa de ser un soborno. No le pagaban, dicen las malas lenguas, porque no incurría en el “moche” correspondiente impuesto por Arturo Lozano, quien hizo buena la prédica de que cuando la perra es brava, hasta a los de casa muerde.

Hace 3 años, “El pin” me exponía su intención de ser regidor para hacer algo por Guaymas. Hoy, está desalentado, agredido, y aquellos que le debieron ayudar a hacer equipo para rescatar al Guaymas hundido por las raterías a la vista, cuestionan su honor.

Eso, cuando el contralor Fernando Ortega analiza casos como el del titular del Deporte, cuya cabeza pidió el regidor priísta Rubén Contreras y nadie lo pela. La razón es que el dinero que cobra por uso de instalaciones se lo echa a la bolsa y en este año van, dicen los que saben, más de 800 mil pesos; en Policía y Tránsito, multas millonarias tradicionales solo reportan ridículos 20 mil pesos mensuales de ingresos.

No entra dinero del Carnaval y este año se regaló la utilidad a una empresa privada propiedad de amigos del alcalde, pero los gastos sí los absorbe la comuna; sin contar que la poca obra realizada es de baja calidad y no es raro repetirlas con el mismo resultado.

El Fideicomiso para el Fortalecimiento de la Seguridad es un bono para par de empresarios amigos de Lorenzo, lo cual se denunció sin resultado legal alguno, desde 2016. En la misma área, el secretario del Ayuntamiento es pillado en leperadas mil a las que responde con cinismo. El último golpe a través de un asesor de apelativo italiano, le dejó casi un millón de pesos.

Pero no pasa nada. Los regidores, custodios del pueblo, persisten en sus disputas de colores y búsqueda de beneficios como los cañonazos de 50 mil pesos o el puesto de 15 o 20 mil pesos mensuales para el familiar o el amigo.

Cierto, Lorenzo de Cima está bajo fuego. Y como lo dijo el pillo secretario Jaramillo, que llamó criminales a activistas guaymenses decididos hoy a hacerle ver su suerte, hay “mano negra” detrás de los golpes con acusación directa a los Claussen. Si ese es el problema, cuidado, los hermosillenses nacidos en Guaymas tienen obuses de alto calibre y muy buena puntería.

Pero así como está lejos poder llamar a cuentas a Otto Claussen por los 400 millones de pesos que hicieron de Guaymas un “Pueblo mágico”, así se aleja la posibilidad de terminar un trienio distinto. La leperada persiste, con la diferencia de lo burdo pero de igual efecto negativo para Guaymas.

Queda preguntar qué ganó el alcalde al acusar a los regidores panistas Enrique Hudson y Eduardo “El pin” González. O al reñir con el priísta Alfonso Uribe acusándolo de deshonesto al manejar el Carnaval los 3 años de la pasada película de terror, cuando el ahora regidor tricolor arroja su espada en prenda cuando el honor del apellido está en juego… y va por ella.

A De Cima le queda la carga de la prueba y la obligación de denunciar y generar un proceso judicial contra ellos. O retractarse con la obligada disculpa pública.

“El Pin”, regidor que llegó al Cabildo a través del PAN sin ser panista, describió certero la situación por culpa de los políticos de mediocres para abajo que padece Guaymas: “Qué jodidos estamos”.

En este momento, ya se especula sobre la caída de Lorenzo de Cima. Y ya también sobre el nombre de su sucesor: Enrique Hudson.

No veo llegar la sangre al río, pero la especulación es terrible y causa graves efectos en política.

TIROS RAPIDOS:

1.- Cuando se dice que viene el lobo y la alerta es una travesura de muchacho, no se cree cuando es real la presencia del magnífico animal.

Eso ocurre cuando Claudia Pavlovich Arellano anuncia su agenda de trabajo como gobernadora, destacando la transparencia como puntal en el manejo de la riqueza de Sonora, para que no termine en los bolsillos de malandrines que merodean en la política.

Enseguida, su meta que va más allá de la nutrida obra material emprendida a partir de bajo cero, como le dejaron el Estado los azules en fuga o presos, y que es la de elevar el nivel de vida de los sonorenses.

Claudia dijo que viene el lobo, porque el lobo venía. Hoy, lo empiezan a entender los de dentro, que no cambiarán de carro, casa o mujer. Más, cuando con la ley en la mano advierte a quienes defienden a los transgresores con vericuetos legales, que irá a fondo.

La prueba es clara, con el exjefe azul preso, y ahora con la detención del enriquecido exsecretario de finanzas Carlos Villalobos Organista, tipejo que de la honrosa medianía, paso a presumir –como buen rico nuevo-- a los ricos de Cajeme su condición de Creso en par de años en ese cargo.

No se equivoquen. La señora lo ha advertido y el líder yaqui de la historia, Cajeme, es explícito en su cita inolvidable: “antes como antes, ahora como ahora”.

2.- Gilberto Gutiérrez Sánchez, presidente estatal del PRI, invitó a la jefa de la Oficina del Ejecutivo estatal para dar su versión de cómo se rescata a Sonora. Natalia Rivera lo hizo y en qué forma.

Al acudir como han hecho otros funcionarios, levantó vuelo y que forma de atrapar a quienes fuimos invitados a escucharla, con su detalle en medio de la brevedad que hace doblemente buenas las cosas.

Para decirlo en palabras más contundentes, Natalia al dirigirse a los priístas que la escuchaban y cuestionaban, cortó rabo y oreja, parafraseando al dirigente estatal que hace una sana labor al fijar en la mente de los funcionarios que no solo los órganos internos, sino también el partido en el poder, observa atento su desempeño y les demandará fallas.

3.- En tema de partidos, la labor tricolor previa en el Ayuntamiento, y la que ahora hace el azul, confirman gran desconfianza del pueblo hacia toda sigla, lo cual hace que muchos políticos piensen en migrar para alcanzar objetivos electorales.

Morena, dicen los tradicionales izquierdosos o villamelones que no caben en siglas tradicionales, es el camino a seguir. Pero la pregunta es: ¿permitirá Morena desvirtuar objetivos de saneamiento político-mental dejando entrar a cualquiera en sus siglas?

Y para irnos, miren la cita que hace la coordinación sonorense de Movimiento Ciudadano: “Las ciudades están quedando comprometidas y los gobiernos no quieren enfrentar nuevos retos, han sido incapaces para llevar a cabo sus funciones”.

Esto, al exponer la necesidad de imponer, como ya lo planteó hace un año el legislador de MC en el Congreso estatal, Carlos León, la ratificación de mandato, con la cual podría la gente pedir la bola a representantes cuando les gane la avaricia o la ineptitud. O ambas cosas.

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+ Regidor denuncia: los corrompen; se aferra tesorero al cargo; inversiones e impulso al deporte, en marcha

GUAYMAS, Son.- Rodolfo Lizárraga es el regidor de mayor experiencia en el Cabildo guaymense.

Ya había estado allí y aprendió bien en su primera vez, más que el también reincidente Porfirio Villa, tránsfuga perredista cuando el panismo le vendió espejitos a Guadalupe Curiel en la ya tardada aventura de crear un partido regional.

Rodolfo, coordinador estatal del Partido del Trabajo al lado del concesionario de las cacheteadas siglas, Jorge Moreno Berry, ha dicho cosas interesantes respecto al trabajo de los regidores actuales. La principal, a juicio personal de quien esto escribe, es que este cuerpo colegiado solo sirve para privilegiar sus intereses personales.

Se ha especulado sobre leperadas del tesorero municipal amafiado con el jefe de compras, en este caso el hábil comerciante contratado por Lorenzo de Cima para ocupar la Oficialía Mayor, Germán González Véjar. Igual sobre los “cañonazos” de 50 mil pesos que el acusado de corrupto y corruptor secretario del Ayuntamiento, Alan Jaramillo, habría entregado a varios regidores, y cantidades menores a quienes prefieren el plato de lentejas.

Ni se diga sobre nóminas dobles, principalmente en Policía, y la lupa que se tiene sobre el titular de Seguridad Pública, un exguardaespalda de Javier Gándara me dicen los enterados, de nombre José Norman, a quien le exige Jaramillo pararse de manos cada mañana que se retira a dormir luego de las noches de “intensa vigilancia” de sus muchachos en toda la ciudad, sobre todo en fines de semana y días festivos.

Hay más especulaciones, por eso todos los días intercambian denuncias en la inútil Contraloría Municipal, funcionarios y ediles. Aquí está en juego hasta el prestigio del apellido del titular, Fernando Ortega.

Pero de la especulación a que alguien con representación lo divulgue abiertamente, como hizo el valiente regidor petista, hay amplio trecho. Un audio con su reconocida voz se escucha en redes y da mucha luz, al plantear cosas en respuesta a quienes lo cuestionan:

Al afirmarse al margen de la corrupción repetidamente señalada al interior del Ayuntamiento en curso, le pide específicamente a uno de sus detractores que “lo que ahorita deberías estar publicando, todas estas personas (Sic) en lugar de estar… por qué no firmé (la petición de renuncia del secretario del Ayuntamiento), es si es cierto que les dieron 50 mil pesos a la Comisión de Hacienda (del Cabildo) y si es cierto que Eduardo González Gaxiola negoció 350 mil pesos en pago de facturas, que da un total de medio millón de pesos que el tesorero, según, en diciembre, le dio a los integrantes de la Comisión de Hacienda, a excepción del profesor José Guzmán, que no estuvo en esas negociaciones”.

Con voz emocionada, por cierto enojo que denota en sus expresiones, prosigue:

“Es medio millón de pesos el que dicen que Salió de tesorería, por eso Lorenzo de Cima (el alcalde) le está pidiendo la bola al tesorero. El tesorero (Arturo Lozano González) es compadre de Lorenzo de Cima. Es… era de su confianza, era su brazo derecho, por eso lo puso de tesorero, y burló la confianza de Lorenzo, por eso Lorenzo hoy lo está quitando”.

Pero intenta protegerse de su expresión repetida en varios foros, al agregar que “al menos eso es la información que tenemos”.

La tesis de Rodolfo tiene la antítesis de otros ediles, como los priístas, quienes afirman que el dinero, negado por supuesto que les haya beneficiado el presunto soborno, lo obtuvo y manejó el secretario con afines, y coinciden en la cifra, por eso demandan su testa o, subrayan a quien quiera saberlo, no admitirán la separación del dueto conocido como “los bribones”. Tesorero y Oficial Mayor, pues.

La síntesis es que la casa de piedra, con sus intrigas palaciegas, está en el clímax de conflictos y en una sima su credibilidad. Por eso otros partidos, sobre todo el PRI, no están interesados en demandar orden, pues lo visto hasta ahora es riña campal que confirma ineptitudes y sinvergüenzadas, lo cual les agrada; y el pregón interno es que el peor enemigo del PAN para el próximo proceso electoral, es Lorenzo de Cima.

En el nuevo episodio de esta tragicomedia llamada administración municipal, el regidor tricolor Alfonso Uribe, fue acusado de desviar dinero cuando fue funcionario en la pasada administración, directamente por Carlos Mexía –fueron juntos a la escuela, como la canción de El Coyote--, director jurídico de Lorenzo –del Ayuntamiento, pues, aunque solo trabaja para el alcalde--, pero el contragolpe de Uribe pronto se vio en redes y amenaza más a o menos así: “Si por señalar lo de Carnaval me demandaron, por lo que acabo de encontrar quién sabe cómo me vaya”.

Y como Mexía se metió con la familia en una torpe declaración radiofónica, allí sí, podría dolerle el otro contragolpe a quienes debieran mandar en Palacio.

Porque Uribe, ahora aliado con el despedido tesorero que se aferra como gato al revés al cargo –así le estará dejando--, recibió mucha información de esas cuentas en grueso legajo –reafirmaría la traición de Arturito hacia el alcalde-- y algo vio que le llamó la atención para pronosticar que “con esto, el tesorero, si se va, no se va solo”. Hasta habla de 1 millón de pesos en efectivo y eso, por sí mismo, ya es un tema de jurisdicción federal.

Bueno, nos leeremos en el próximo episodio, a ver si ya se fueron los principales negociadores con el dinero del pueblo y, más adelante, a ver si hay alguien que haga una auditoría de veras, para enviarlos a prisión, porque la Contraloría Política Municipal solo acumula papeles en archivos que luego se pierden. Verá pregunte al antecesor de Fernando Ortega. Y también a él.

TIROS RAPIDOS

1.- Bien vista la participación del Consejo Promotor Ciudadano Guaymas XXI, que lideran Luis Felipe Seldner y Marco Antonio Llano, en el manejo de proyectos metropolitanos propuestos, particularmente en lo que se refiere al Plan Estratégico de Manejo del Agua, que incluye la desaladora, un órgano operador metropolitano e inversiones para modernizar infraestructura, además del análisis sobre la percepción que se tiene sobre este tema en Guaymas y Empalme.

Va bien la gobernadora Claudia Pavlovich al adentrarse en el conocimiento de estas soluciones consultando a los que saben.

2.- Inicio con éxito la temporada del basketbol en el puerto, con el “Ostioneros” haciendo su tarea para atraer aficionados, mientras el presidente del club, Rogelio Sánchez de la Vega, gestiona crecimiento del equipo e infraestructura para entrar a los grandes proyectos nacionales del deporte ráfaga. Enhorabuena.

Se notó interés de la gente y entusiasmo en la bonita ceremonia a la que asistió por la autoridad municipal el regidor comisionado del Deporte, Rubén Contreras, un joven impulsor del área que se foguea en los llanos, y eso sirve para el futuro.

3.- En Empalme, lucirá nueva la carretera a la playa de El Cochórit durante las vacaciones de primavera, cuando habrá más de cien mil visitantes, gracias a una buena gestión del alcalde Carlos Gómez con Comisión Federal de Electricidad.

En Guaymas, Tránsito Municipal hace su tarea, pero el casi siempre oculto titular de Protección Civil, sale a la luz para afirmar que podría cerrar la carretera al Delfinario Sonora, por algo así como que es insegura, aunque sea la única vía de desfogue durante el pesado tránsito a las playas de San Carlos. Quienes lo escucharon, creen que si tuviera jurisdicción, anunciaría el cierre de la “4”, donde los accidentes son cosa cotidiana.

Algo le pasa al señor Puig, quien ocupaba el mismo cargo en Empalme durante el trienio pasado y era un referente estatal de la materia.