LAS VEGAS, E.U., 21 de julio de 2019.- Manny Pacquiao se ccnvirtió en leyenda, pero continúa.
En una noche espectacular y haciendo gala de sus 'pequeños brazos de T-Rex', el filipino consiguió el título mundial de la AMB en la división welter, al ganar una polémica decisión dividida (114-113 y doble 115-112) al estadounidense, Keith Thurman, en el MGM Grand Hotel de Las Vegas.
La diferencia de 10 años no contó. En cuanto la campana sonó el “Pacman”, en el primer asalto, demostró que le queda mucho por dar cuando envió a la lona a Thurman, como anticipando lo que ocurriría.
El resto de la pelea Pacquiao se mantuvo a la ofensiva y mostró tal confianza que al finalizar el segundo round bailó en el ring como provocando a su rival. Luego, sus puños hicieron estragos en el rostro de Thurman, quien estaba muy herido en el quinto round.
Pero el estadounidense también sacó su arsenal por momentos y llegó a un Pacquiao de irónica sonrisa. Pero Thurman soltó las manos y evidentemente, no esperaba que su rival cobrara un segundo aire.
Cuando estaban en el último tercio del combate ninguno se quedó en paz. Fueron por todo, pero Manny salió mejor librado. En el décimo asalto un gancho dejó doblado a Thurman, quien mostró desolación y solo lo el sonido de la campana mejoró su rictus para restablecerse.
El del sábado, fue un triunfo histórico para Pacquiao.
Lo convirtió en el quinto campeón mundial que lo es cuando su edad es “muy avanzada” entre los pugilistas, por encima de los 40 años. Eso, es una gran historia que todavía se sigue escribiendo, fue el comentario general de la prensa especializada que acudió a cumplir con una narrativa de ordinario, pero encontró un nuevo pasaje histórico del boxeo mundial.