TEL AVIV, 21 de octubre de 2024. - El conflicto entre Israel y Hezbolá dio un giro inesperado tras el reciente hallazgo de un búnker en Beirut, Líbano.
Es un refugio subterráneo presuntamente vinculado al fallecido líder de Hezbolá, Hassan Nasrallah y según anuncio hecho por el ejército israelí, se ocultaban decenas de millones de dólares en efectivo y oro, fondos que habrían financiado operaciones del grupo islamista libanés contra Israel.
El portavoz militar, Daniel Hagari, mostró imágenes del búnker situado bajo el hospital Sahel en Beirut, que no ha sido bombardeado, pero autoridades israelíes aseguran que este tipo de escondites financieros son objetivos estratégicos para debilitar la capacidad operativa de Hezbolá, cuya estructura financiera ha sido durante mucho tiempo investigada por la inteligencia israelí.
Ese movimiento, catalogado como terrorista por varios países, utiliza una red de bancos y donaciones para financiar su lucha armada. El descubrimiento de más de 500 millones de dólares en un solo lugar puso en evidencia la magnitud de sus recursos ocultos.
Hagari subrayó que el dinero pudo haberse utilizado para rehabilitar Líbano, pero se destinó a fortalecer la capacidad militar de Hezbolá y el hallazgo creó controversia en la comunidad internacional. La Oficina Regional de Derechos Humanos de la ONU condenó los ataques israelíes dirigidos a instalaciones financieras de Hezbolá, particularmente contra Al Qard Al Hassan, una entidad ubicada en el sur de Beirut.
Recordó que, bajo el derecho internacional humanitario, entidades que contribuyen financieramente al esfuerzo bélico no pueden ser consideradas legítimamente como objetivos militares, a menos que haya una conexión directa con actividades bélicas, lo cual suscita debates sobre los límites de los ataques militares y las obligaciones de Israel de proteger a los civiles.
Los bombardeos recientes en Beirut causan pánico y desplazan a habitantes locales. Israel afirma que sus operaciones buscan debilitar la capacidad militar de Hezbolá, pero las secuelas son devastadoras para la población civil, atrapada en medio del conflicto.
El uso de hospitales e infraestructura civil como escondites de recursos militares son táctica recurrente en los conflictos modernos. Dificultan a los adversarios atacar sin incurrir en violaciones de derechos humanos, pero Israel dijo que continuará sus "bombardeos de precisión" hasta debilitar por completo las fuentes de financiamiento de Hezbolá.
El hallazgo del búnker en Beirut representa una victoria táctica para Israel, pero el conflicto está lejos de resolverse.