+ Exhuman y autopsian el cadáver del presidente muerto en 1973
SANTIAGO DE CHILE, 31 de mayo de 2011.- El presidente Salvador Allende pudo haber sido asesinado, según un artículo divulgado por la televisión estatal este lunes, cuyo contenido contradice la versión oficial del suicidio.
Al instalarse la dictadura del general Augusto Pinochet, fue la versión que se usó para evadir cualquier responsabilidad criminal por parte de los golpistas encabezados por el hombre de controversia que encabezó la prolongada dictadura en el cono Sur.
El forense uruguayo Hugo Rodríguez concluyó que Allende recibió 2 disparos, 1 de arma de bajo calibre y otro de un fusil de guerra. El programa periodístico "Informe Especial" exhibió un informe judicial que contiene peritajes balísticos y dactiloscópicos, testimonios y la autopsia, elaborado el mismo día en que murió Allende, durante el golpe del 11 de septiembre de 1973.
Los restos de Allende fueron exhumados el lunes pasado buscando despejar dudas sobre su deceso. Rodríguez, tras analizar el expediente de la autopsia, declaró a "Informe Especial" que, "encontramos dos patrones... diferentes, uno el que deja una bala con efecto explosivo de un arma de guerra, y otro, el que deja una bala de menor velocidad". El cráneo recibió primero la bala pequeña y luego la de guerra.
La exhumación fue nocturna, sin peritos y con funcionarios de un cementerio trasladando los huesos de Allende de su ataúd original a otro pequeño.
Allende fue enterrado en forma semiclandestina el 12 de septiembre de 1973 en un cementerio del balneario de Viña del Mar, y exhumado en agosto de 1990, una vez recuperada la democracia, antes de su traslado a Santiago, donde recibió los honores de Jefe de Estado.
La versión oficial tras una irregular autopsia en el Hospital Militar, en presencia de los jefes de sanidad de las fuerzas armadas, indica que Allende se disparó en el mentón con el fusil de asalto que le regaló su amigo, el ex presidente Fidel Castro, en 1971.
Otra situación que añade dudas sobre el suicidio se relaciona con las huellas dactilares que debió haber dejado Allende en el arma que supuestamente usó para matarse.
Las conclusiones de Rodríguez, experto en la llamada "autopsia histórica", coinciden con las del forense chileno Luis Ravanal, quien afirmó que Allende recibió dos disparos de distinto calibre, tras un estudio forense en 2008.
El autor de la versión del suicidio es el doctor Patricio Guijón, quien afirma haber sido el último en ver a Allende con vida y atestiguó su suicidio cuando los militares tomaban por asalto el Palacio de La Moneda.
La familia del gobernante cree plenamente la versión del suicidio relatada por Guijón. Su hija, la senadora Isabel Allende, reiteró tras la exhumación de su padre que "nuestra convicción es que el presidente Allende tomó la decisión de morir como un acto de coherencia política".