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Rebeldes saquean residencias de Gadafi

TRÍPOLI, 25 de agosto.- Varias residencias de alto valor de la familia del líder libio Muamar Gadafi han sido los primeros blancos del saqueo de vándalos y rebeldes que el pasado fin de semana lograron tomar esta capital.

Al-Saadi, uno de los hijos de Gadafi, coleccionaba automóviles deportivos, poseía yates y hasta un campo de fútbol; su villa con playa estaba atestada con sus caros juguetes y su hermana Aisha tenía una mansión de dos niveles con piscina techada y sauna.

Pero hoy, los rebeldes expulsaron a los guardias y las edificaciones están destrozadas y saqueadas con vecinos de la zona merodeando en los escombros, reflejando el enojo que les hizo sentir la riqueza y la ostentación de los Gadafi.

Gadafi gobernó 42 años a Libia como si fuese un negocio de familia; repartía sectores clave de intereses como el petróleo y la seguridad, entre sus seis hijos, pero todo se complicó en los últimos meses y el lunes, los insurgentes ingresaron a Trípoli quitándole el último bastión de poder. Un día después 200 personas irrumpieron en la casa de al-Saadi en el Mediterráneo, un rebelde de 23 años de edad que participó en el saqueo, narrando impresionado todo lo que encontraron.

Gneidi afirmó que al-Saadi tenía cuatro automóviles —un BMW, un Audi, un Lamborghini blanco y un Toyota— y que los cuatro desaparecieron durante el saqueo, sin que se sepa ahora su destino.