+ Pasará cuatro años en prisión y perderá su licencia
LOS ÁNGELES, 7 de noviembre de 2011.- El médico Conrad Murray fue declarado culpable de homicidio involuntario en la Corte Superior del condado de Los Ángeles, donde se le juzgó como acusado por la muerte de Michael Jackson ocurrida el 25 de junio de 2009.
El jurado compuesto por 12 miembros, emitió un veredicto unánime tras 10 horas deliberando, que comenzaron el viernes 4 y el veredicto fue leído por la secretaria judicial Sammie Benson, que declaró culpabilidad que Murray, de 58 años, quien escuchó con la mirada perdida mientras en la sala se escucharon gritos de alegría.
El juez Michael Pastor dijo que emitirá su condena el 29 de noviembre y se cree que llegaría a un máximo de 4 años de cárcel, sumándose la pérdida de la licencia médica del inculpado. Expertos dicen que podría quedar reducido a un arresto domiciliario al no tratarse de un crimen violento.
Con esta declaratoria de culpabilidad, la Corte retiró de forma inmediata la libertad condicional a Murray, quien salió esposado de la sala del tribunal y bajo custodia hasta el día de la sentencia.
La madre de Michael Jackson, Katherine; su padre, Joe, y sus hermanos Jermaine, Rebbie, Randy y La Toya estuvieron presentes, al igual que la madre de Murray y Nicole Álvarez, madre del sexto hijo del médico. La decisión del jurado fue recibida con algarabía fuera de los juzgados donde decenas de personas corearon "justicia para Michael"; hasta lágrimas derramaron algunos fans.
"Se ha hecho justicia", dijo Jermaine Jackson al retirarse al lado de sus familiares de ese edificio señalando y "estoy feliz de que sea culpable, aunque esto no nos devolverá a Michael", declaró Rebbie Jackson.
"Gracias América, gracias al equipo de la acusación... Michael estaba en la Corte y es por eso que se logró la victoria", explicó emocionada La Toya Jackson.
Michael Jackson murió el 25 de junio de 2009 por intoxicación aguda de sedantes, en especial del anestésico propofol, fármaco indicado para su uso en hospitales y que Murray administró para tratar el insomnio del cantante. El doctor fue el principal sospechoso en la investigación que siguió a la muerte de Jackson, aunque siempre alegó inocencia.
Conrad Murray ejercía como médico personal de Jackson desde abril de 2009, cuando le pidió que lo acompañara a Londres a una gira que se prolongaría más de nueve meses. Estuvo dos meses con él y aseguró que trató a su paciente con propofol de forma diaria, con la intención de retirarlo poco a poco. Lo llamaba su "leche" para dormir.
La defensa por su parte dijo que Jackson era adicto al propofol y otros fármacos de prescripción médica y lo culpó de su muerte. Incluso sugirieron que Jackson se inyectó la sobredosis que lo mató en un momento en el que Murray estaba ausente.
La Fiscalía indicó que el médico era responsable de un delito criminal por dar a Jackson propofol en contra de los estándares médicos y cometer graves negligencias, como demorarse en llamar a urgencias y ocultar a los servicios de emergencia información clave sobre lo consumido por el artista.
El juicio duró seis semanas y se escucharon cerca de medio centenar de testimonios, desde los empleados del "Rey del Pop", hasta las novias del acusado y se escuchó un debate amplio entre expertos anestesistas en el uso de propofol. La defensa también cuestionó si el juicio penal se habría producido de no tratarse de la muerte de Michael Jackson y habló de una conspiración en contra de Murray, lo cual al final se desestimó.