+ El ex dictador pasó 22 años en prisiones del exterior, pero seguirá preso
CD. DE PANAMA, Panamá, 11 de diciembre de 2011.- El ex dictador panameño Manuel Antonio Noriega fue recluido en la cárcel El Renacer, luego de 22 años de confinamiento en el extranjero, y deberá enfrentar tres condenas más de 20 años cada una.
Noriega retornó a casa hoy extraditado desde Francia, tras haber purgado condenas en ese país y Estados Unidos; fue directo a su nuevo reclusorio, al que ingresó en silla de ruedas, pero ni lacara se le pudo ver a quien fuera `el hombre fuerte´ de Panamá que ahora tiene 77 años.
Noriega llegó en un avión de Iberia custodiado por agentes panameños, procedente de Madrid, aterrizó en el aeropuerto internacional de Tocumen hacia las 18 horas. Fue trasladado en un camión a la pista donde lo recogió el helicóptero y partió rumbo a la cárcel, un lugar en medio de la selva a orillas del Canal.
La antigua Cruzada Civilista, un movimiento de opositores a creado durante el régimen de Noriega, pidió que recibieran a bocinazos al anciano militar, como un gesto de repudio y para exigir que pague sus culpas en la cárcel. Eran familiares de soldados fusilados por la rebelión militar del 3 de octubre de 1989 contra Noriega.
Noriega fue extraditado el domingo por Francia y el vuelo de regreso desde París incluyó una escala en Madrid. Regresa después de que Estados Unidos lo expulsó del poder tras invadir el país el 20 de diciembre de 1989.
Aunque hay criterios que exigen que rinda cuentas ante la justicia panameña, otros piden que lo dejen en paz. Incluso muchedumbres que viven en la pobreza recuerda que durante su régimen (1983-89) el país no enfrentaba tanta violencia y criminalidad como hoy.
El Chorrillo, que antes de la invasión era un barrio de casas viejas de madera, es actualmente un gueto de edificios de concreto multifamiliares, pero golpeado por la violencia y criminalidad de las pandillas dedicadas a la venta de drogas, según aseguran los propios residentes y autoridades.
Panamá condenó a Noriega en ausencia por el asesinato del dirigente opositor Hugo Spadafora en 1985, líder de una rebelión militar, el mayor Moisés Giroldi, en octubre de 1989, y por fusilar a varios soldados que participaron en esa intentona golpista. Suman 60 años de cárcel, pero la ley panameña no permite acumular las penas y debe pagar la pena máxima de 20 años.
El ex general, sin embargo, podría a la postre abandonar la prisión gracias a una ley que permite a los reos mayores de 70 años cumplir sus sentencias bajo arresto domiciliario.