+ Es el "terrible" castigo por abusar de menores
NUEVA YORK, 2 de febrero de 2012.- Un sacerdote católico de Nueva York a quien se acusó de violar a una decena de adolescentes en los años ochenta en un colegio del barrio de Harlmen, fue castigado por El Vaticano "a una vida de oración y penitencia".
Así lo confirmó la Archidiócesis de Nueva York, señalando que monseñor Wallace Harris, antiguo párroco de la Iglesia de San Carlos Borromeo, en Harlem, está bajo "supervisión" en una residencia de la iglesia.
Al conocerse las denuncias en su contra, Harris era uno de los curas más conocidos de Harlem y fue uno de los principales organizadores de la multitudinaria misa que ofició el papa Benedicto XVI en el estadio de los Yankees en 2008.
Unos meses después de la visita del papa a la Gran Manzana, el sacerdote fue apartado de su ministerio después de que dos hombres lo acusaran de haber abusado de ellos en una escuela católica de Harlem en los años ochenta.
Posteriormente, otras ocho personas, incluido un agente del Departamento de Policía de Nueva York, denunciaron al mismo sacerdote por abusos, pero la Fiscalía de Manhattan no llegó a presentar cargos criminales en su contra porque los delitos de los que se le acusaban habían prescrito.
"Monseñor Wallace Harris debería ser apartado del sacerdocio por el Vaticano y el arzobispo (Timothy) Dolan debería pedir al santo padre que lo hiciera", afirmó el sacerdote Robert Hoatson, conocido por sus críticas a la manera en la que la Iglesia ha manejado los casos de abusos a menores.
Hoatson añadió que las víctimas que han tenido la valentía de dar un paso al frente para denunciar a Harris "se merecen algo más" y lamentó que el Vaticano envíe a la sociedad el mensaje de que nunca se le responsabilizará por esos "despreciables" abusos, según el periódico Daily News.