TEGUCIGALPA, Honduras, 15 de febrero de 2012.- Un incendio en una prisión de Honduras ha causado la muerte hasta la tarde de este miércoles de unos 350 reos.
Las autoridades han anunciado que los reclusos quedaron atrapados en sus celdas, en la última tragedia de este tipo en la nación centroamericana que sufre una sobrepoblación carcelaria.
La fiscalía general dijo que al menos 356 reos y una mujer habían fallecido por el incendio en la prisión, en la que estaban confinados unos 850 prisioneros, el doble de lo que normalmente debía tener. La cárcel se situaba en Comayagua, población localizada a unos 75 kilómetros al norte de Tegucigalpa, capital hondureña.
Este es uno de los peores incendios ocurridos en una prisión en Latinoamérica. Muchos reos murieron calcinados atrapados en sus propias celdas, según reportes de testigos y medios que han señalado que "escuchamos lamentos de la gente que estaba prendida en fuego".
"Reventamos las láminas de arriba para poder salir", dijo un reo que narró la dantesca vista que tenía al frente. El siniestro habría comenzado a eso de las 22H50 locales del martes (04H50 GMT del miércoles), precisaron las autoridades.
Hasta ahora se investigan dos versiones, una que el siniestro habría sido provocado por uno de los presos y la otra por un cortocircuito. Decenas de quemados y heridos se trasladan a varios hospitales de la ciudad de Comayagua. El penal está fuertemente custodiado por el Ejército y la Policía y varios familiares de los presos permanecen apostados afuera de la prisión, desesperados esperando noticias de sus familiares.
La prisión es un complejo agrícola ubicado a 500 metros de la carretera que une San Pedro Sula, la capital económica de Honduras, y Tegucigalpa, asiento del gobierno. Los reclusos se dedican, entre otras actividades, al cultivo de hortalizas y cría de cerdos y la cárcel es una de las 24 con las que cuenta el país donde puede albergar a unos 8 mil reclusos, aunque reconoció la autoridad federal que tiene 13 mil.
El presidente hondureño, Porfirio Lobo, anunció que el gobierno asumiría el traslado de los cuerpos a su lugar de origen y el costo de los servicios funerarios y ofreció investigar para determinar qué provocó esta lamentable tragedia.
Agregó que todos los funcionarios responsables de la cárcel Comayagua, así como los encargados de la administración nacional de las prisiones, quedaban suspendidos de sus cargos, con el objetivo de deslindar responsabilidades.
"Mi corazón está con ustedes (las familias de las víctimas)", dijo el mandatario.
Entre tanto, el secretario general de la OEA, Miguel Insulza, pidió a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos enviar a Honduras de una delegación para investigar las causas del incendio.
A petición del jefe de la Organización de Estados Americanos, la presidenta de la CIDH, Dinah Shelton, designará a una delegación que incluirá al relator para las Personas Privadas de Libertad, Rodrigo Escobar, con el objetivo de realizar "una investigación de los sucesos que desembocaron en la tragedia carcelaria".
El equipo de la CIDH deberá presentar un "informe exhaustivo" de sus hallazgos al gobierno hondureño y a la OEA, según un comunicado del organismo hemisférico.