+ Miguel “Pilo” Gaspar deja de existir en Guadalajara
GUADALAJARA, Jal. 22 de Julio de 2012.- Miguel “Pilo” Gaspar, considerado el mejor receptor en la historio del béisbol mexicano, dejó de existir poco después del mediodía de hoy en un hospital de esta ciudad.
Un cátcher que llenó un gran espacio en los diamantes entre los 50 y 70, era atendido de un grave problema de salud que no pudo superar debido a su edad.
Su muerte llegó cuando estaba rodeado de su familia. Hijos, nietos y bisnietos estaban cerca de él cuando llegó el momento de la esperada, pero no por ello menos dolorosa despedida.
Su familia hizo oficial el deceso y anunció que este lunes se llevarán a cabo sus funerales en este lugar donde el famoso beisbolista dejó muchos afectos, pese a ser Empalme, Sonora, donde nació un 7 de septiembre de 1929 y se desarrolló en su niñez y juventud.
FUE UNA ESTRELLA
Desde joven, en los llanos empalmenses se veía la clase de jugador que tenía esa ciudad que lo llamó su orgullo, por el trabajo defensivo como receptor que hacía ganar a su equipo, sin faltar poder en sus muñecas para producir carreras.
La historia lo sitúa en el profesionalismo en 1948 con los Mayos de Navojoa, en lo que fuera la Liga de Sonora, pero al año siguiente iba a fortalecer el cuadro de los Ostioneros de Guaymas, con quienes se adueñó del título de “Novato del año” cuando ya era la Liga de la Costa del Pacífico.
Su desempeño lo llevó a los Estados Unidos en 1950, cuando apenas cumplía 20 años. Jugó con los Apaches de Laredo en la Liga Valle Rio Grande, clase C, y con 29 cuadrangulares. Al año siguiente sube a clase B en la Liga Gulf Coast y sacó 15 pelotas del parque, creando fama de cañonero cuando pegó 4 estacazos y un doble en un solo juego, el viernes 13 de abril de 1951
Pero un dato curioso de su anecdotario dice que pese a sus 44 cuadrangulares en 2 temporadas, en las siguientes 7 en ese tipo de circuitos solo completó 15.
Jugó con sucursales de Baltimore, Los Angeles, Austin, San Antonio y Laredo.
En la Liga Mexicana de Beisbol debutó en 1958 con los Leones de Yucatán y continuó con Tecolotes de Nuevo Laredo. Con Águilas de Veracruz jugó 10 temporadas donde pintó su primer récord mexicano al jugar 80 partidos sin error.
En 1970 fue al Unión Laguna y en 1971 con los Alijadores de Tampico; terminó con los Dorados de Chihuahua, acumulando un promedio de bateo de .282, con el que llegó al escritorio de los cronistas deportivos para ser elegido al Salón de la Fama del Béisbol mexicano.
Guaymas lo tuvo en la Liga Mexicana del Pacífico, luego fue a Navojoa y Hermosillo; allí dejó promedio de bateo de.262. Se le vio jugar también en las Ligas Invernales Beto Ávila, Veracruzana, Sonora- Sinaloa y Puerto México.
El “Guante de plata” que ganaba el mejor jugador a la defensiva lo obtuvo con un porcentaje de .998.
Fue manejador y jugador con el Aguilas de Veracruz y después dirigió a los Dorados de Chihuahua. Pero su debuto como manager fue en la Liga Mexicana del Pacífico dirigiendo a los Rieleros de Empalme y siguió en esa carrera combinándolo como jugador, con los Ostioneros de Guaymas.
Un veterano Miguel Gaspar era aprovechado en los años 70 por Hermosillo, pero ya no podía superar a otro grande de la receptoría como era Sergio “El Kalimán” Robles, pero en ese equipo el recordado empalmense fue parte, en 1971, del campeón de la Liga Mexicana del Pacífico que acudió a la primera cita histórica en la Serie del Caribe.