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Destacan devastación provocada por Grupo México

+ El diario La Jornada publica un amplio texto donde explica graves daños a la economía del río Sonora; dice que, a 5 años de grave derrame tóxico, aún se padecen secuelas por intoxicación

CD. DE MÉXICO, 6 de agosto de 2019.- El río Sonora, al cual el consorcio Grupo México –propiedad de Germán Larrea– vertió 40 millones de litros de sulfato de cobre acidulado el 6 de agosto de 2014, quedó devastado, indica el inicio del texto de un artículo divulgado este día por el , diario La Jornada.En el mismo texto cita que la población en el cauce de esa vía fluvial

En el mismo texto afirma que la población en torno al cauce, no tiene servicios de salud y agua potable, además de que su economía quedó aniquilada. La empresa, por su parte, goza de impunidad, según el testimonio de quienes habitan poblaciones como Bacanuchi, Arizpe, Huépac, Banámichi, Aconchi, Baviácora, San Felipe y Ures.

Hace cinco años, un derrame tóxico proveniente de la mina Buenavista del Cobre, que opera en Cananea, provocó graves daños ambientales y daños en la salud a millares, sobre todo menores que han jugado en aguas contaminadas.

Al sobrevenir el desastre no hubo alerta oficial. Más tarde, el gobierno federal determinó que era la mayor contingencia ambiental provocada por la minería en la historia de México.

Niños y adolescentes fueron analizados en laboratorios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y privados, y en sus organismos se halló pesados bioacumulables y sus niveles de plomo por encima de los 10 microgramos por decilitro de sangre que el cuerpo podría tolerar.

Lo que al principio solo fueron problemas dermatológicos que incluyeron llagas y alopecia, se ha afirmado que hoy para varios menores significaron trastornos renales por altas concentraciones de magnesio, cobre y cadmio.

Dos menores, hijos de Jessica Hernández, son atendidos en hospitales del estado de Minnesota (EU) por especialistas, pues esa medicina requerida no está al alcance de ellos en la Unidad de Vigilancia Epidemiológica y Ambiental de Sonora (Uveas), que Grupo México dispuso para resarcir los daños causados.

El tratamiento los ha obligado a mudarse a Estados Unidos y pagar consultas médicas de 104 dólares. La mujer dijo que el consorcio de Germán Larrea solamente les dio una indemnización de 9 mil pesos, cifras que rondan aquellas entregadas a 381 personas que oficialmente, resultaron afectadas en su salud.

DAÑOS AMBIENTALES

El derrame de la minera de Grupo México también devastó ecosistemas a lo largo de 250 kilómetros y por ello se crearon comités de Cuenca del Río Sonora, medio por el cual los habitantes emprendieron la lucha legal que incluye 14 juicios contra la compañía de Germán Larrea, el segundo hombre más rico de México. Las demandas son por ecocidio y violación a derechos humanos al agua, a la salud y a un medio ambiente sano.

Para la Procuraduría General de Protección al Ambiente, la minera de Larrea ha incurrido en 55 irregularidades y ha sido negligente en el cumplimiento de normas ambientales relativas al manejo de lixiviados y residuos peligrosos.

Al citar estas anomalías provocadas, recordó que el pasado 9 de julio Grupo México dañó otro cuerpo de agua en Sonora, al verter 3 mil litros de ácido sulfúrico frente al puerto comercial de Guaymas, en el Mar de Cortés, que la empresa minimizó y aseguró que no causó daños en flora ni fauna, pero a la fecha no hay un informe oficial de ello.

Este día se supo que comuneros afectados exigieron a la Suprema Corte de Justicia de la Nación reabrir el Fideicomiso Río Sonora hasta reparar los daños en su totalidad, acusando que de dos mil millones de pesos comprometidos para remediar daños, solo se aportaron poco más de mil 200, antes de darse por cerrado el fideicomiso en los primeros meses de 2017, sin que se tomara en cuenta ni se avisara a los afectados, lo cual generó inconformidad entre integrante del Comité de Cuencas del Río Sonora.

Más tarde acusaron que el ácido sulfúrico vertido al río ocasionó enfermedades de la piel, digestivas y oftalmológicas, estragos en la flora y fauna de Sonora y los casos de cáncer de colon y estómago se incrementaron y los impactos al medio ambiente, a los derechos humanos al agua, a la salud y a la economía, persisten y no hay monitoreo que brinde certeza a los perjudicados.

Un grave señalamiento en la demanda, es que el fondo para reparar daños fue un mecanismo privado, un acuerdo de Grupo México y el gobierno federal pasado sin participación de la gente perjudicada que sirvió para hacer negocios y limpiar la imagen de la empresa a espaldas de las víctimas, por lo que cual se espera se toque el tema en la segunda sala de la SCJN, que sesionará este miércoles para decidir sobre el primer amparo interpuesto por los comités de cuenca sobre la forma en que operó el fideicomiso.