CD. DE MÉXICO, 26 de octubre de 2021.- “Me pidieron inculpar a Peña y a Videgaray, pero no estoy dispuesta a incriminar a nadie en situaciones que son absolutamente falsas”, dijo Rosario Robles al columnista Héctor de Mauleón.
La entrevista que divulga el periódico El Universal cita la entrevista desde el penal de Santa Martha Acatitla, donde la ex jefa de Gobierno del entonces Distrito federal (Hoy Ciudad de México) desde hace dos años enfrenta acusaciones por uso indebido de recursos públicos.
Robles lamenta que la consideren “riesgo de fuga”, mientras a Emilio Lozoya lo dejan “andar en la calle”, cuando ella atendió el caso y se presentó ante la autoridad.
Cree que está ante una venganza política y hay consignas para el juez, además de “un gran miedo a que esté afuera”. No le perdonan “que no me haya querido someter, que no haya querido ser una mala copia”.
Ella y Andrés Manuel López Obrador eran muy unidos en el PRD; tras los videoescándalos de dinero entregado a Bejarano e Imaz, la relación se fracturó.
Ahora, revela que “hubo una propuesta, yo no sé si directamente venía del abogado que en ese momento estaba siguiendo alguno de los casos, que me pedían concretamente que incriminara a personalidades del gobierno anterior y yo, por supuesto, no estoy dispuesta a incriminar a nadie en situaciones que son absolutamente falsas”.
Esas personalidades son Luis Videgaray y el ex presidente Enrique Peña Nieto, pero Robles dice que no hay señalamiento que pueda inculparlos, al menos “elacionados conmigo, en lo absoluto”, y lo que hay “es una investigación periodística, no una investigación judicial”.
Se refería a la llamada “estafa maestra” donde se acusa, hubo contratos simulados con triangulación de recursos hacia las universidades desviando miles de millones de pesos.
Respecto a si se considera una presa política del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, respondió que “absolutamente, de este régimen”, y se quejó que sobre ella se ha descargado todo el poder del Estado.
Recordó que fue inhabilitada 10 años, por 2 mil pesos no declarados, “2 mil pesos que nunca fueron de mi propiedad”.
Y pregunta:”¿Ya se pidió la inhabilitación de los funcionarios del gobierno actual y exfuncionarios de este mismo gobierno que aparecieron en los Pandora papers y que no manifestaron estos recursos?”
Lamenta el juicio político sin que hubiera ya litis, porque “el sentido era destituirme de un cargo que ya no ocupaba para ejercer una acción penal en mi contra”, pero eso fue cuando ya estaba en la cárcel, lo cual calificó de circo.
Revela su esperanza en el sistema judicial, porque demostró con este juez de Amparo y con el Tribunal Colegiado que la ley existe todavía, pero “no tengo esperanza en quienes son jueces de consigna que, lamentablemente se está demostrando, sigue habiendo”.
Seguirá con el procedimiento, pero “esto es político y no es jurídico, y eso es obvio ante los ojos de todo el mundo”. Yo no tengo nada qué esconder, vamos a lo político, no sólo a lo jurídico, dice, y esto último lo seguirán sus abogados.
Iniciará la resistencia civil pacífica, porque “el presidente sabe que yo soy inocente, sabe que no tengo un peso mal habido. Hay poca gente que me conoce bien en la política, una de ellas se llama Andrés Manuel López Obrador”.
“Entonces, habrá convocatorias, habrá acciones para que caminemos sobre las dos piernas, no sólo sobre la vía legal”, anuncia.
Cuesta su defensa, pero Rosario Robles dice que su hija tuvo que vender su departamento para ayudarle a sufragar estos gastos, “porque, aunque no lo creas, vivir aquí es bastante caro”.
Rosario Robles se queja de una caida porque el piso es muy resbaloso, estaba mojado, se golpeó fuerte y se lastimó al grado de que el quinto disco le “muerde” el nervio ciático y “son unos dolores tremendos”.