CD. DE MÉXICO, 1 de diciembre de 2024. - El cortejo fúnebre de Silvia PInal salió de la funeraria donde fue velada y llegó al Palacio de Bellas Artes, en el centro de la ciudad, en una ruta donde cientos de personas salieron a las calles para darle el último adiós.
Así despidió su pueblo a la diva del cine mexicano antes de rendirle un sentido homenaje póstumo, que fue organizado por la Secretaría de Cultura y el Instituto Nacional de Bellas Artes, al haber sido Silvia Pinal una de las figuras más icónicas de la época de oro del cine y televisión mexicanos.
Hubo custodia de elementos de seguridad durante el trayecto y el féretro ingresó por las escalinatas de la sala principal del Palacio de Bellas Artes, en cuyo fondo se colocó una gran fotografía de Silvia Pinal, en alguno de sus mejores momentos de vida artística.
Había cantos melancólicos del coro de Palacio de Bellas Artes y el recinto estaba abierto a todo el público, para que la gente le diera su último adiós.
Al lado de su féretro estaban familiares de la diva, como Silvia Pasquel, Alejandra Guzmán, Stephanie y Michelle Salas, y amigos y compañeros del medio artístico, como Patricia Reyes Spíndola, que lanzaban el ¡Viva Silvia! al interior de Bellas Artes durante la guardia que hacía la familia junto al cuerpo de la primera actriz en su último adiós.
LA DESPIDEN
“Despedimos con respeto a la gran Silvia Pinal Hidalgo; se va la mujer, pero queda su nombre como figura trascendental de la historia del cine mexicano e internacional, del teatro, la televisión, la política, la cultura. La primera actriz con más de 70 años de trayectoria ininterrumpida”, dijo Claudia Curiel de Icaza, secretaria de Cultura.
“Estrella de la época de oro del cine mexicano. Pionera de los medios de comunicación, empresaria, madre, pilar de una dinastía, mujer. Silvia Pinal, diva única e irrepetible, ícono mundial que hoy reconocemos y celebramos”, añadió.
Curiel agregó que, para la Secretaría de Cultura, es un honor rendir homenaje a una mujer que el pueblo de México recordará con orgullo y dignidad, que construyó un puente entre la ficción y la realidad del país, cuyos personajes rompieron con los estereotipos que dominaron una época, al mostrarse insumisas, irreverentes, sensuales y desafiantes que fueron parteaguas entre dos tiempos.