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Sucesos

Datos macabros de la historia

1. Algo tendría de excéntrico Miguel Barragán, presidente de México en 1836 quien como última voluntad pidió que su cuerpo fuera dividido y conducido a los lugares donde había escrito la historia de su vida: su cadáver fue distribuido en varios lugares de la República, una parte quedó sepultada en la Catedral de México y los ojos en el Valle del Maíz, San Luis Potosí donde nació; el corazón en Guadalajara, donde había sido comandante general; las entrañas en la colegiata de Guadalupe y en la capilla del señor de Santa Teresa, en testimonio de su devoción a estas imágenes y la lengua en San Juan de Ulúa, en recuerdo de haber tomado posesión de la fortaleza al rendirse los españoles en 1825.