+ Demanda de un ejido detiene modernización de “La 4”; marisqueros frenan inicio del “Puente metropolitano”
GUAYMAS, Son., 8 de Marzo de 2018.- “El ingeniero dio la orden, vamos a levantar los fierros y pararemos los trabajos”, afirma José Juan, un supervisor de obra –“El maistro”, le llaman los trabajadores—que habla del cese de labores en la ampliación y modernización de la Carretera Federal 15, entre este puerto y la capital, Hermosillo.
A 25 kilómetros al sur, entre el puerto y la comunidad de pescadores y maquilera de Empalme, “El ingeniero” es cuestionado por una veintena de pequeños comerciantes que en los últimos 8 años se han ido estableciendo a la vera de la carretera de 4 carriles construida sobre el mar, en la bahía de ambas ciudades.
“Yo vengo a supervisar los trabajos de mejora al pavimento… hay irregularidades que deben corregirse por regla y no pueden esperar mucho”, explicó, pero no le permitieron seguir”.
LIO EJIDAL
En el primer caso, a 20 kilómetros al norte de Guaymas, la obra del primer tramo hacia Hermosillo no puede seguir. El ejido reclamó a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes tomar suelos sin pedir permiso y al no ser escuchado, interpuso una demanda judicial para frenar la obra en tanto no informen de qué se trata y cómo van a responder por al menos 25 metros por lado a lo largo de 10 kilómetros.
Esta entidad social ya tiene disputas con la SCT porque en el pasado usó suelos en la misma forma y el ejido no recibe beneficios “y a veces ni se le pide permiso”, dice el dirigente Jesús Garza.
Ahora, están en riesgo unos 7 kilómetros de vía de concreto hidráulico –son 120 en construcción entre Guaymas y Hermosillo— y un distribuidor vial en el paraje “El Valiente”, donde opera una gasolinera cuyo riesgoso acceso ha provocado numerosos accidentes con víctimas mortales.
NO AVISAN
En el llamado Puente Douglas –construido en los años 40 por directivos del ferrocarril, uno de los cuales llevaba ese apellido--, se han establecido irregularmente al no definirse actuación de los responsables de ordenar la operación de esa vía, unos 20 vendedores de mariscos en espacios rústicos sobre los que se usa madera y hojas de palmera, a manera de improvisada palapa, entre otros materiales precarios.
La ampliación y modernización de la ruta de dos kilómetros, es una gestión del Consejo Promotor Ciudadano, para sumarse a los esfuerzos del puerto marítimo comercial, que en 10 años o menos pretende tener allí una ruta de ocho carriles señalizados con distribuidor vial y vigilancia, para mejorar el despacho y recepción de mercancía al crecer su comercio con el exterior.
La representante federal Susana Corella Pratt entendió el concepto de esos criterios y gestionó la inclusión de Guaymas y Empalme en los programas de Zonas Metropolitanas; logró presupuesto para obras por unos 90 millones de pesos aprobados y 30 más por aprobar.
Las familias de pescadores y vendedores de esos productos entendieron que se debe modernizar el área, pero acusaron que “nadie nos informa” y como su actividad diaria les da de comer, pidieron respeto y un plan previo para no ser desplazados.
Tanto el alcalde de Guaymas, Lorenzo de Cima, como la legisladora, les prometieron que nadie será desplazado y les hablaron de proyectos, exigieron “acomodar las cosas” antes de ser removidos de cualquier sitio.
La autoridad estatal o federal no ha fijado una posición al respecto, aunque el Consejo Promotor Ciudadano, que presidente el inversionista Luis Felipe Seldner y el productor rural Marcos Antonio Llano, mostraron preocupación por los dos problemas que se observan, señalando que no deben irse estas inversiones porque son producto de una lucha de largos años y errores de percepción podrían echarlos a perder, lo cual obligaría a más años para situarse en la actual circunstancia.