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Está latente la quiebra financiera en Isssteson

+ Análisis del director general establece medidas urgentes

HERMOSILLO, Son., 17 de Noviembre de 2018.- Atender de manera urgente la situación financiera del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado de Sonora se ha convertido en una prioridad, ante la posibilidad latente de tener que declarar al Instituto en insolvencia financiera total, declaró Pedro Ángel Contreras López.

El director general de la Institución dio los detalles de la situación por la que atraviesa y que afecta de forma directa el servicio de los casi 180 mil derechohabientes en Sonora.

“¿Por qué es urgente atender Isssteson?, por la posibilidad latente de tener que declarar al Instituto en insolvencia financiera, provocando la limitación o cancelación de los servicios médicos, de pensiones y/o vivienda a los trabajadores y a sus familias”, expresó.

En 2015, expuso, fue el último año en que los ingresos de los trabajadores activos permitió el pago de la nómina de pensionados, por lo que desde el 2016, el Gobierno del Estado otorga un subsidio de su gasto corriente, dejando de hacer obras en los diferentes sectores para cubrir el faltante.

El subsidio inició con 495 millones de pesos y este año llegará a 650 millones de pesos; para el presupuesto de egresos de 2019 se prevén 826 millones, y cada año seguirá subiendo de tal forma que para 2024 llegaría a 2 mil 300 millones de pesos.

Contreras López señaló que a la problemática económica de Isssteson se suman dos casos específicos, por un lado, la Universidad de Sonora, al convertirse en el único de los más de 140 organismos afiliados al instituto que desde el 2006 se ha negado a pagar el porcentaje de cuotas y aportaciones previsto en la Ley 38, teniendo un adeudo de mil 872 millones de pesos en 12 años.

El segundo caso son las prestaciones adicionales que tiene el Sindicato Único de Empleados de Isssteson, ya que son mayores a las de otros sindicatos como Sutspes, y le cuestan a Isssteson más de 243 millones de pesos al año.

Recordó que la mala administración del Gobierno anterior en Sonora, generó un déficit severo en las finanzas del Instituto, que afecta el servicio médico, abasto de medicamentos, pago de pensiones y el funcionamiento diario de Isssteson.

Tan solo en cuotas y aportaciones, que significan la vía principal de financiamiento al Instituto, la pasada administración estatal dejó un adeudo histórico que rebasa los 2 mil millones de pesos, al no entregar los cobros retenidos de los trabajadores y dependencias públicas, señaló.

Además dispuso ilegalmente de la reserva del Fondo de Pensiones y nunca presentó una demanda contra el secretario de Hacienda en turno por omitir la entrega de los recursos retenidos a Isssteson.

CRECE EROGACIÓN

En cuanto a los pagos anualizados de pensionados, explicó, las cifras indican que en 2016 el Instituto egresó 2 mil 568 millones 784 mil 324 pesos, mientras que para 2018 se estima llegará a 3 mil 651 millones 928 mil 375 pesos, es decir, mil 83 millones de pesos de incremento en solamente dos años.

La suma de todos estos problemas, aseguró, ha generado una crisis financiera que tiene al borde de la quiebra a Isssteson, por lo que se han establecido cuatro mecanismos de desfogue inmediato, así como de solución a corto, mediano y largo plazos.

Entre éstas, continuar con algunas acciones de eficiencia operativa, como medidas administrativas, financieras y legales que durante el año 2018 han generado ahorros por casi 370 millones de pesos al Instituto.

La segunda es recuperar los adeudos con el Instituto por retención o pago directo, aspecto en el cual el Gobierno del Estado concilió los adeudos generados en el gobierno anterior y próximamente establecerá un Fideicomiso para pagar los más de 2 mil millones que se adeudan a Isssteson por cuotas y aportaciones no enteradas durante la administración 2009-2015.

El tercero es eliminar la amenaza financiera provocada por las miles de demandas de renivelación, que ronda los mil 523 millones de pesos, a través de un criterio para que las pensiones se otorguen exclusivamente sobre lo cotizado ante el Instituto.

Y por último, presentar una solución de fondo y definitiva que no posponga la cura y dé viabilidad financiera de largo plazo al Instituto, desterrando el riesgo de insolvencia financiera.