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Reinaugurará el gobernador la laguna del Náinari

         CD. OBREGÓN, 11 de enero de  2011.- Han pasado 55 años desde que el corazón y orgullo de Ciudad Obregón ha sido un punto de reunión para las familias, personas que desean practicar el deporte al aire libre o para quienes disfrutan de la naturaleza.

 

Lejos está la época cuando la “Laguna del Nainari” era un terreno lagunero donde se cazaban patos y se sembrara arroz; ahora es un ícono de la ciudad que combina el ambiente familiar, deportivo y de esparcimiento, con la tranquilidad y relajación que brinda la naturaleza.

Después de más de medio siglo desde su construcción y décadas en el abandono, la novia de Cajeme es revestida con nuevos bríos, y con ello recupera su belleza para ofrecerla sin condición a las familias de este sin igual municipio, ciudad de grandes hombres y mujeres que han pasado sus tardes frente a la laguna del Nainari tras una jornada de trabajo.

Sergio Anaya, historiador de Cajeme, explicó que el origen de la laguna se dio desde la fundación de Ciudad Obregón en 1907, cuando el agua de las lluvias creaba una laguna natural que las familias aprovechaban para cazar patos y nadar.

Añadió que en sus inicios era un paseo campestre que estaba lejos de la ciudad y que su nombre se lo debe a la casa del general Álvaro Obregón, que estaba dentro de la Hacienda del Nainari y que colindaba con la laguna.

Fue hasta 1956 cuando René Gándara, presidente municipal de Obregón, tuvo la iniciativa de construir la laguna con el objetivo de almacenar el agua durante todo el año y no solo en la temporada de lluvias.

El historiador detalló que desde entonces se volvió un punto de encuentro para cientos de familias que disfrutaban del lugar para caminar o correr alrededor de ella, al ser el único espacio natural dentro de la ciudad.

Para Sergio Anaya la construcción del complejo deportivo de los años sesentas que se encuentra al norte de la laguna, provocó que las familias dejaran de acudir a ella, pero al mismo tiempo, generó una cultura por el deporte que atrajo a cientos de personas que practican deporte al aire libre.

Anaya agregó que con la reciente rehabilitación de la laguna se creó un andador interior y fuentes danzantes que atraerán a turistas de Navojoa, Guaymas, Hermosillo e incluso a de fuera del país.

La Laguna del Náinari es un oasis artificial de 2 kilómetros de diámetro que se ubica al norponiente de Ciudad Obregón. Es un pulmón oxigenador y atractivo turístico que proporciona a Obregón un punto de referencia para visitantes.

Cuenta con un muelle que alcanza los 20 metros sobre el agua y que regala una vista panorámica del área que por las tardes, se transforma en un escenario romántico e ideal para observar el atardecer.

Su perímetro la engalanan los altos árboles que arropan con su sombra a los cientos de familias que acuden año con año.

Es un lugar ideal para realizar deportes al aire libre, sus dos embarcaderos propician actividades acuáticas, como el sky, veleo y canotaje y es escenario de triatlones, maratones, carreras en bicicleta y todo tipo de competencias deportivas. Además es el lugar perfecto para disfrutar de un coco helado o raspados al gusto.

La laguna del Nairari es un espacio ideal para descansar y relajarse después de un día de trabajo, un lugar dentro de la ciudad que ha sido inspirador de varios poemas y canciones como “La Novia de Cajeme” como también es conocida.

Será esta semana cuando el Gobernador Guillermo Padrés, regrese a Cajeme en su primera gira de trabajo del 2011, para inaugurar con honores y admirar la belleza de la nueva laguna del Nainari.